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Rajoy también dedujo de su entrevista con Sánchez que al final se abstendría
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recibió el mensaje de llegar a 170 diputados

Rajoy también dedujo de su entrevista con Sánchez que al final se abstendría

Después de la primera entrevista con Sánchez tras el 26-J, el presidente del Gobierno sacó la conclusión de que si sumaba a Ciudadanos, los socialistas permitirían el desbloqueo

Foto: El presidente del PP, Mariano Rajoy. (Reuters)
El presidente del PP, Mariano Rajoy. (Reuters)

Las declaraciones de Felipe Gonzálezrevelando que Pedro Sánchez le había dicho que el PSOE se abstendría y permitiría la formación de Gobierno confirman la solvencia de los datos o impresiones que manejabaMariano Rajoy, al menos hasta finales de julio, para plantear su investidura a primeros deagosto y con esperanzas de éxito. En fuentes del Ejecutivo en funciones, reconocen que su jefe nunca dijo que el secretario general de los socialistas se comprometiera a abstenerse en alguna fase, pero sí que tenía la impresión de que al final lo haría, aunque necesitara algún tiempo.

De hecho, después de su primera entrevista con el presidente del Gobierno tras los comicios, celebrada el 13 de julio, Sánchez acompañó su primer "no" con un "al día de hoy" que dejaba una puerta abierta a un futuro replanteamiento de su posición; de lo contrario seguiríael bloqueo político. Descontados los grupos nacionalistas, el PP no podía sumar más de 169 escaños en caso de contar con Ciudadanos, y el PSOE con Podemos se quedaba en 156.

Si el PSOE rechazaba la idea de la gran coalición o entendimiento entre los partidos constitucionalistas (PP, PSOE y Ciudadanos), las únicas salidas que quedaban era permitir gobernar a Rajoy por la vía de la abstención socialista o que Sánchez intentara lo que Alfredo Pérez Rubalcaba bautizó después como "Gobierno Frankenstein",con todos los grupos de izquierda máslos independentistas.

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González viene a confirmar que, pese a la decisión tomada por el comité federal para votar en contra de la investidura de Rajoy, Sánchez respondía a las consultas y presiones que le llegaban de la vieja guardia del partido, de algunos barones con responsabilidades de gobiernoy de sectores empresariales alarmados por el bloqueo político con el mismo mensaje de que al final acabaría por abstenerse. Es la esperanza a la que se agarraba Rajoy, una vez recibido el mensaje de que el requisito fundamentalpara ello era sumar los 170 escaños de que hablaba Guillermo Fernández Vara. Por eso se gestó el pacto con Ciudadanosy Coalición Canariacomo paso previo para facilitar al PSOE el camino hacia la abstención.

El problema que se encontró Rajoy después de la fracasada investidura es que Sánchez no quiso hablar de otra edición, sino dejarlo todo hasta después de las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia, aunque no pintaran nada bien para los propios socialistas.

En la dirección del PP asisten atónitos al ajuste de cuentas en que se ha metido el PSOE entre el irreductible Sánchez y sus adversarios internoscuando faltan cinco semanas para que se tengan que convocar nuevos comicios. Rajoy creyó en julio que los socialistas acabarían por abstenerse, ya era muy pesimista cuando se vio obligado a postularse en el Congreso a primeros de septiembre y después dio por hecho que Sánchez apostaba por las terceras elecciones, con garantías además de controlar el partido y ser candidato. Ahora siguen la crisis de los socialistas, a ver quépasa en el comité federal(si se celebra),y empiezan a preparar la precampaña.

Las declaraciones de Felipe Gonzálezrevelando que Pedro Sánchez le había dicho que el PSOE se abstendría y permitiría la formación de Gobierno confirman la solvencia de los datos o impresiones que manejabaMariano Rajoy, al menos hasta finales de julio, para plantear su investidura a primeros deagosto y con esperanzas de éxito. En fuentes del Ejecutivo en funciones, reconocen que su jefe nunca dijo que el secretario general de los socialistas se comprometiera a abstenerse en alguna fase, pero sí que tenía la impresión de que al final lo haría, aunque necesitara algún tiempo.

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