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Los barones se oponen a un "irresponsable" congreso exprés y a un pacto con CDC y ERC
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CRISIS EN LA CASA SOCIALISTA

Los barones se oponen a un "irresponsable" congreso exprés y a un pacto con CDC y ERC

García-Page y Lambán, así como el dirigente susanista Antonio Pradas, advierten a Sánchez de que no tolerarán que adelante la batalla por el liderazgo y se arrime a los independentistas para gobernar

Foto: Los presidentes Javier Lambán y Emiliano García-Page se saludan antes de su reunión en Cuenca, este 23 de septiembre. (EFE)
Los presidentes Javier Lambán y Emiliano García-Page se saludan antes de su reunión en Cuenca, este 23 de septiembre. (EFE)

Si Pedro Sánchez quería saber de viva voz qué piensan los barones socialistas de su alternativa de congreso exprés en octubre y de una potencial alianza con las fuerzas soberanistas catalanas, ya tiene la respuesta: no, no y mil veces no. A ambas cuestiones. Y se opondrán firmemente si los dos planteamientos cristalizan y el secretario general los presenta en bandeja en el comité federal del 1 de octubre, que se presenta como el arranque oficial de la batalla definitiva entre los dos bandos.

La réplica a las intenciones de Ferraz llegó este viernes por tres voces distintas, y cualificadas. La de los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, y del secretario de Política Federal de la ejecutiva, Antonio Pradas, el hombre de Susana Díaz en Madrid. Los tres advirtieron a Sánchez de que sería poco "lógico", "irresponsable" o "inconsecuente" adelantar la celebración del congreso del partido para elegir al secretario general el 23 de octubre, porque se acordó meses atrás que no habría discusión sobre el liderazgo del PSOE hasta que no se resolviese la gobernabilidad del país, y recordaron que la resolución del 28 de diciembre aprobada por el máximo órgano de poder prohíbe tajantemente cualquier pacto con fuerzas como ERC y la antigua Convergència Democràtica de Catalunya –hoy Partit Demòcrata Català, PDC–, que no se han apeado de su agenda de "desconexión" de España.

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Lambán y Page sintonizaron impecablemente sus discursos. Ambos comparecieron juntos en Cuenca, ante las casas colgadas y tras una reunión institucional, y exhibieron muchísima contundencia en el fondo aunque guante de seda (más o menos) en las formas. El presidente aragonés fue quien quizá se soltó un grado más ante los medios. Tras enviar un "abrazo fraternal" a los compañeros de País Vasco y Galicia, que se la juegan este domingo –lo mismo había hecho el jefe del Ejecutivo manchego–, y tratar de impedir que se les culpe de arruinar la campaña a los dos candidatos, puso la directa: consideró "improcedente" que ayer jueves y anteayer (cuando Ferraz anunció la convocatoria del comité federal para el 1 de octubre), en la recta final de los comicios del 25-S, "se haya entrado en el debate nacional", del "qué va a pasar", de "hipotéticos congresos".

Los dos presidentes confían en que Sánchez no pierda la "coherencia" ni caiga en la "arbitrariedad" de convocar el cónclave antes de tener Gobierno

Y siguió: "Tengo absolutamente claro que a Pedro Sánchez, en ningún caso, le va a pasar por la cabeza plantear o convocar un congreso antes de que se resuelva la gobernanza del país. Estoy absolutamente convencido de que el máximo responsable del partido, que es Pedro Sánchez, no incurrirá en la arbitrariedad, inconsecuencia e irresponsabilidad que supondría desdecirse de sus propias palabras y desdecirnos de lo que hemos hablado hasta la saciedad". Lambán se refería a que en abril se acordó posponer el 39º Congreso Federal –que se había convocado para mayo en el tenso comité de enero, porque los barones querían forzar una fecha– hasta que hubiera un nuevo Ejecutivo en España. Cosa que aún no se ha producido. Page recordó que el propio secretario general argumentó entonces que era "un atropello, un absurdo", que era "incomprensible" poner "el sillón de Ferraz por delante de los intereses de los españoles", y ahora esa reflexión –"yo personalmente entendí mucho las razones", "me convenció", agregó– vale igualmente, porque sería como que "el cirujano se vaya de boda" en plena intervención quirúrgica. De modo que el orden pactado en abril, a juicio de ambos, ha de mantenerse: primero "arreglar España", que apenas queda un mes para que las Cortes se disuelvan si no hay un presidente investido, y luego "ya vendrán los debates internos".

Page y Lambán confían en que Sánchez no convocará el congreso antes de que haya Gobierno

Las cuentas, dicen, no dan en España

Era "lógico" entonces y "quizá más ahora", alegó el presidente manchego. "No sé de dónde han salido estas especulaciones de que va a haber congreso, lo he visto en los medios, pero yo confío plenamente en la coherencia y en la palabra y en el acuerdo dado por el partido a nivel federal unánimemente y a propuesta de su secretario general". Desde Sevilla, Pradas también restó credibilidad a esa posibilidad barajada por Ferraz pero también advirtió de que no sería lógico dar la vuelta a aquello que validó el comité federal en primavera, que además para salir adelante tendría que ser respaldado por ese mismo órgano el próximo día 1. "Pienso que los ciudadanos, y así lo hemos expresado en los órganos del partido, no entenderían que estuviéramos entretenidos en temas internos en tanto no se solucione el problema de gobernabilidad que tiene este país", resaltó.

Page y Lambán subrayan que tan claro es el no a Rajoy como el no a cualquier entente con ERC y PDC, y que PP y PSOE comparten la idea de soberanía nacional

Segundo mensaje del día: no a los independentistas. Para los barones, esta hipótesis, que niega la dirección de Sánchez una y otra vez, es casi tanto o más preocupante que el cónclave, y en los últimos días se vienen repitiendo las advertencias, tampoco por casualidad. Los dos presidentes, por ejemplo, antes incluso de las preguntas de los medios en Cuenca –centradas casi en exclusiva en la cuestión orgánica y apenas nada en la razón institucional que les había reunido– sacaron pecho de sus acuerdos con Podemos gracias a los cuales fueron investidos, y remarcaron que esas ententes no les supuso "renunciar" a los principios del PSOE ni de la socialdemocracia, pero recordaron que en España esa alianza no es posible porque no dan "las cuentas" y que hoy defender la "igualdad de los españoles" supone más que nunca "defender la unidad del país".

Page, "sin ánimo de polemizar", sí subrayó que era oportuno que Aragón y Castilla-La Mancha –dos de las federaciones que más apoyaron a Sánchez en su competición contra Eduardo Madina en 2014 para ascender a la cúspide del PSOE, recordó, tampoco por casualidad– y otros territorios se reafirmase en sus planteamientos políticos. Así, adelantó que los dos presidentes comparten el concepto de "coherencia" que se deriva de la resolución del comité federal del 28 de diciembre [aquí en PDF]: el no a Rajoy, que allí se dice "con claridad", es "tan íntegro" como "el no a los independentistas". Los que creen, como ellos, que el diálogo con Cataluña es necesario, entienden que "solo puede producirse sin depender los unos de los otros", puesto que "la estabilidad del país no puede pasar por quien quiere romperla". El presidente manchego argumentó que PSOE y PP tienen un compromiso, "cada uno en su formato", con la "soberanía nacional", "tan claro" como que "ninguno" de los dos partidos puede "plantear un pacto ni en A ni en B con el independentismo".

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No a las "estrategias de fogueo"

Lambán, en la misma línea, señaló que "no ha cambiado nada" para que los socialistas tengan que abjurar de su resolución de diciembre: no al líder del PP no a cualquier "alianza", "en modo alguno" con los separatistas catalanes, por una razón "obvia", porque "la primera tarea" del próximo Gobierno ha de ser "neutralizar la agenda de desconexión" de ERC y el PDC, que comparten el Govern. Y "neutralizar desde Madrid la agenda de la desconexión contando con los que la impulsan es tan incongruente como inadmisible". Como con la cuestión del congreso, el presidente aragonés se mostró "convencido" –más fórmula retórica que expresión de sinceridad, porque la desconfianza de los barones en el secretario general es total– de que Sánchez será "coherente" con lo acordado por el partido. Pradas, por su parte, se remitió a la "línea muy clara" marcada el 28 de diciembre en el comité federal.

Los barones se resignan a las terceras elecciones: no se creen la suma con Podemos y C's, no hablan de abstención y no quieren "suplantar" al líder

¿Qué salida proponen los barones para evitar terceras elecciones? Esto es lo que está menos claro. Page señaló que "ojalá fuera viable" la alianza con Podemos y Ciudadanos, en la que insiste públicamente el secretario general, pero por las declaraciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera ese camino parece "inverosímil" y los ciudadanos ya repudian "estrategias de fogueo". En la legislatura pasada, arguyó, el jefe socialista dio el paso para desbloquear el país, buscando "la suma de peras y manzanas", pero no salió. Ahora bien, añadió, aunque "nadie" quiere otros comicios, tampoco se puede "fabricar cualquier Gobierno", porque los españoles quieren ejecutivos "sensatos y coherentes". Así que quedan dos salidas: o sale el acuerdo con Podemos y C's, si levantan sus vetos, o el PP explora la posibilidad "estrecha" del entendimiento con el PNV o elecciones.

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La respuesta de Lambán sorprendió más: indicó que no es tarea de los barones defender una postura en el comité federal del 1 de cotubre, porque eso sería la "suplantación" del papel del secretario general, que es el que tiene que hacer la propuesta a su dirigencia. Los barones tienen "claro" que hay que cumplir el acuerdo de diciembre "hasta sus últimas consecuencias", que una nueva llamada a las urnas es "indeseable e inconveniente" y que "en modo alguno" se puede contar con la "complicidad activa o pasiva" de los soberanistas. "Vaya tela" cuadrar ese círculo, reconoció. Pero "en eso trabaja" Sánchez. "Y para eso le elegimos secretario general", remató, endosándole la responsabilidad de solucionar el sudoku. En ningún momento de la comparecencia de ambos, en consecuencia, como tampoco en la de Pradas, se habló de la abstención al PP.

El dirigente aragonés recalca que el que tiene "la principal responsabilidad" de evitar la ruptura del PSOE es el líder, y después los barones

A los dos presidentes se les preguntó por el riesgo de división en el PSOE. El manchego dijo que no hay una fisura "de fondo". Sí reclamó su derecho a expresarse: "Los dirigentes territoriales en un partido que cree en un modelo federal" tienen "tanto derecho y a opinar como el resto de militantes, como el resto de dirigentes y también como los dirigentes de Ferraz". Él mismo había dicho en una entrevista con 'El Huffington Post', publicada ayer jueves, que Sánchez "criminaliza" a los barones. Subrayó que lo importante es que en los últimos años, desde que Sánchez fue elegido secretario general, se han adoptado decisiones por consenso y sin forzar votaciones, y ese objetivo, el de evitar votaciones que "compliquen la vida" a los socialistas, ha de mantenerse. Distinto es que los dirigentes hablen "con sinceridad".

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Mejor plenario que permanente

Lambán fue más expeditivo: no le preocupa tanto que se debata como que se dé "la impresión de que los vínculos de fraternidad" entre los socialistas puedan estar "amenazados de ruptura". El presidente aragonés admitió que "en los últimos días", los de mayor fragor interno, sí ha tenido ese "temor", que la obligada fraternidad pueda quebrarse. "Y el que tiene la principal responsabilidad para evitar la ruptura es el secretario general, y después los secretarios regionales", advirtió.

Miquel Iceta: "No puede ser que el PSOE pase a la oposición, no apoye al PP y no haya elecciones"

Además, Page lanzó otra queja: que el lunes, tras las vascas y gallegas, se reúna la comisión permanente, el órgano de dirección más reducido y en el que escasean las voces críticas. Apuntó que el plenario de la ejecutiva no solo está para "debatir y opinar", sino para "tomar decisiones", sobre todo si son de carácter orgánico, como la convocatoria del comité. El presidente manchego confió en que toda la dirección sea citada a lo largo de la semana, "el martes o el miércoles", cuando se cuadren las agendas. Y, con una pizca de sorna, adujo que si es para celebrar los datos de las elecciones autonómicas del 25-S –algo que ninguna encuesta predice–, esa reunión podría durar "minuto y medio".

Iceta pide a CDC que aparque la consulta y apoye a Sánchez. Y Sevilla se pregunta por qué Sánchez no puede maniobrar para sortear su decapitación

La visión opuesta a la de los presidentes autonómicos socialistas –todos, menos la balear Francina Armengol– la dio este viernes Miquel Iceta, totalmente alineado con Sánchez. El primer secretario del PSC invitó a la cúpula convergente a preguntarse si sus votantes quieren un Gobierno con Rajoy: "Si no es así, tienen la obligación de favorecer la investidura de Pedro Sánchez, han de eliminar como condición cuestiones inaceptables para nosotros como un referéndum sobre la independencia", informa Efe. Un llamamiento que hizo extensible a Podemos y C's: "En lugar de poner tantas condiciones a Pedro Sánchez, deberían hacer casi al revés, deberían pedirle por favor que coja esto aunque sólo tenga 85 diputados".

El secretario general, de campaña este viernes en Galicia, no se apeó de su mensaje de apelación a las dos fuerzas emergentes y del no a Rajoy. "No nos vamos a abstener", dijo, porque el objetivo del PSOE es "plantar cara precisamente a aquellos que están llevando al país por una deriva que no nos gusta", afirmó en Tui, Pontevedra. No hizo alusión a la cuestión orgánica, pero quien sí que le defendió, vía Twitter, fue uno de sus asesores más cercanos, el exministro Jordi Sevilla, miembro de su equipo negociador en la pasada legislatura. Se preguntó por qué está "bien visto" que los barones maniobren para decapitar a Sánchez y es "intolerable" en cambio que él lo haga para evitar su muerte.

Si Pedro Sánchez quería saber de viva voz qué piensan los barones socialistas de su alternativa de congreso exprés en octubre y de una potencial alianza con las fuerzas soberanistas catalanas, ya tiene la respuesta: no, no y mil veces no. A ambas cuestiones. Y se opondrán firmemente si los dos planteamientos cristalizan y el secretario general los presenta en bandeja en el comité federal del 1 de octubre, que se presenta como el arranque oficial de la batalla definitiva entre los dos bandos.

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