PSOE, Podemos y C's redoblan la presión para que Pastor fije ya el pleno con Guindos

Luis de Guindos no comparecerá en el pleno del Congreso porque ya lo anunció la vicepresidenta en funciones el pasado viernes tras el Consejo de Ministros. Pero aunque no vaya, la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, tiene sobre la mesa una petición de los grupos para fijar esa sesión, y lo antes posible. Ella se niega porque no ha recibido aún comunicación del Ejecutivo aunque advierte de que cumplirá "siempre" con lo que le ordene la Junta de Portavoces. Pero eso no tranquiliza a ni al PSOE, ni a Podemos, ni a Ciudadanos, que redoblan la presión sobre ella y sobre un Gobierno que ve "en rebeldía", "toreando" al Legislativo. La indignación es tal que la izquierda ya se plantea llevar de nuevo al Tribunal Constitucional otro conflicto de atribuciones e incluso reprobar a la propia Pastor por ser una "delegada" de Mariano Rajoy en las Cortes.

Pastor convocó para este lunes una reunión de la Mesa del Congreso. Pero de la cita no salió una fecha de pleno extraordinario para la comparecencia del ministro de Economía en funciones, para que dé cuenta de la designación (y posterior marcha atrás) de José Manuel Soria para el Banco Mundial. Y eso que el jueves pasado, después de que la Junta de Portavoces —el órgano político encargado de fijar el orden del día de los plenos, y en el que cada grupo tiene voto ponderado en función de su peso parlamentario— votara por mayoría, y con la oposición del PP, la comparecencia en el hemiciclo de Guindos, ella misma prometió que cumpliría ese mandato y convocaría la sesión lo antes posible.

Ese anuncio lo hizo ante los medios a través de la secretaria primera, la popular Alicia Sánchez-Camacho, aunque esta no llegó a ofrecer precisión del día. Simplemente aseguró que se fijaría la sesión "en función de la disponibilidad" del ministro. Al día siguiente, viernes, Soraya Sáenz de Santamaría, admitió lo que se esperaba: que Guindos no iría al pleno porque el Gobierno sigue convencido de que no se puede someter al control de la Cámara, ya que esta no fue la que invistió como presidente a Mariano Rajoy y está en funciones, con sus poderes recortados desde el 21 de diciembre de 2015. Fue la misma doctrina de la pasada legislatura. Pastor señaló este lunes que está "pendiente" de fijar el pleno cuando el Gobierno le diga "la disponibilidad para asistir" del titular de Economía.

Conflicto "servido"

El conflicto de atribuciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, pues, "está servido", como apuntó el portavoz socialista, Antonio Hernando, uno de los más beligerantes contra Pastor, al igual que Unidos Podemos.

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Juanma Romero

Los tres principales partidos de la oposición, socialistas, morados y Ciudadanos, coinciden en una cuestión básica: Pastor ha de convocar el pleno, al margen de que Guindos vaya o no. Porque tiene el mandato de la Junta de Portavoces del pasado jueves, y por tanto no puede "desoírlo", en palabras de la podemista Gloria Elizo, vicepresidenta cuarta de la Mesa, que dio cuenta ante los medios de lo sucedido en el órgano de gobierno de la Cámara junto a su compañero Marcelo Expósito. La novedad de esta XII Legislatura, explicó, es precisamente que la presidenta de la Cámara, a diferencia de lo que ocurió con su antecesor, el socialista Patxi López, adopta una "posición de parte" ante el conflicto entre los dos poderes del Estado, "blindando" al Gobierno en funciones.

Hernando: "No es posible que Pastor haya dejado de ser la presidenta del Congreso para convertirse en la delegada del Gobierno de Rajoy en las Cortes"

Hernando, igual que defendió Podemos, insistió en que el pleno debería celebrarse el miércoles o el jueves de esta semana. El dirigente socialista explicó la postura de su partido antes incluso de que acabara la reunión de la Mesa, pero ya se maliciaba que Pastor no iba a fijar la sesión. Y ya adelantó que si eso ocurría, su grupo recabaría firmas de otros grupos para exigir por escrito a la presidenta que obedeciera a la Junta de Portavoces, y si tampoco ese remedio funcionaba, presentaría una proposición no de ley para reprobar su actitud. "No valen excusas. No es posible que Pastor haya dejado de ser la presidenta del Congreso para convertirse en la delegada del Gobierno de Rajoy en las Cortes. No lo vamos a consentir. Que no avergüence el puesto que ocupa", recriminó Hernando, quien la acusó de estar "toreando al Congreso", puesto que si no hay pleno con día y hora, no hay momento en el que se visualice que el Ejecutivo no va a la Cámara y por tanto no se puede activar el mecanismo de impugnación ante el Tribunal Constitucional.

"Conflicto de primera magnitud"

"El Gobierno debe someterse al control de la Cámara", reconoció sin ambages José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos. El número dos naranja no tuvo problemas en denunciar que el Ejecutivo está "en rebeldía". El partido de centro, aunque no pondrá obstáculos a que Guindos comparezca en la Comisión de Economía —eso es lo que quiere hacer solo el Gabinete, y no ir al pleno—, sí está de acuerdo en que se cumpla el mandato de la Junta de Portavoces. "La presidenta debe convocar igualmente el pleno", aseguró. Sí es verdad que al favorecer que el ministro vaya a la comisión, le sirve en bandeja la coartada para que posteriormente no acuda al hemiciclo.

C's no prevé reprobar a Pastor y se muestra más reticente respecto al conflicto de atribuciones: no lo considera necesario. Si llega, lo estudiará

Villegas no cree necesario que haya que reprobar a estas alturas a Pastor ni llevar al TC el conflicto de atribuciones. Esto último lo estudiará. En estas dos cuestiones, quien lleva la iniciativa es el PSOE, y también Unidos Podemos. El Alto Tribunal aún no ha resuelto el pleito que le planteó el Congreso la pasada legislatura, y no es en absoluto seguro que lo haga antes de la disolución de las Cortes, el 31 de octubre, en caso de que no haya investidura. Hernando apremió al TC a que resuelva ya este "conflicto de primera magnitud entre dos poderes del Estado". Pero si no lo hace, habrá que plantear otro recurso, en opinión del PSOE. "Si alguien cree que vale con el anterior, se equivoca. Hay que interponer un nuevo conflicto de atribuciones", afirmó. Y para eso es preciso que Pastor fije el pleno y el Gobierno justifique por escrito por qué no va. Por este motivo los socialistas entienden que la presidenta busca "dilatar todo el procedimiento para que no sea posible" elevar esa impugnación. Expósito, por su parte, añadió que la falta de control al Ejecutivo es "uno de los conflictos centrales" que han llevado al "anquilosamiento" de las instituciones.

Que arrecia de nuevo la tempestad es también evidente, a ojos de la izquierda, por cómo despachó el tema Santamaría el pasado viernes, cuando se "mofó" (en palabras de Hernando) de que los grupos hayan presentado hasta 60 solicitudes de comparecencia por distintos asuntos. Por eso los socialistas pedirán la comparecencia de la número dos del Ejecutivo, que se ha olvidado de que no tiene mayoría absoluta y no puede hacer "lo que dé la gana".

Ciudadanos no prevé la reprobación de Pastor y si los otros grupos presentan escrito ante el TC, lo examinará: "Lo que no nos gusta es armar mucho lío si no tiene consecuencias prácticas", dijo Villegas, tras recordar que su partido impulsó el texto que se llevó la pasada legislatura ante el Alto Tribunal y preguntarse que quizá no tiene mucho sentido "acumular" recursos similares.