IU aprueba apoyar la investidura de Sánchez y sin veto a C's pero con programa por delante

No hay vetos al diálogo, pero sí condiciones. Izquierda Unida ya tiene fijada su postura respecto a la investidura una vez fracasada la reelección de Mariano Rajoy en el Congreso. La federación está dispuesta a apoyar al PSOE y a aupar a Pedro Sánchez al Gobierno, pero siempre que se acuerden medidas que mejoren "la vida de la clase trabajadora".

Alberto Garzón ya había anticipado su posición en rueda de prensa el pasado lunes, y también en su reunión, el miércoles en la Cámara Baja, con el líder socialista. Tras este encuentro, el líder avanzó que el planteamiento de IU sería aprobado este sábado, en la primera cita de la coordinadora federal, el órgano intermedio de poder que sustituye y amplía a la antigua presidencia ejecutiva federal y que congrega a unos 80 miembros. Y así fue, la posición defendida por la dirección fue validada por 45 votos a favor (77,59%), 6 en contra y 7 abstenciones.

Ernesto Alba: "Queremos evitar terceras sin vetar a nadie y en base a poner coherencia y propuestas claras encima de la mesa. Lo demás no sirve"

El líder y portavoz parlamentario no pudo presentar la resolución porque se encontraba enfermo, con fiebre. Lo hizo el número tres, el gaditano Ernesto Alba, secretario de Acción Política de IU. El dirigente sostuvo que su formación "va a ayudar a buscar una salida para evitar unas terceras elecciones". "Lo queremos hacer sin vetar a nadie en el diálogo y en base a poner coherencia política y propuestas programáticas claras encima de la mesa. Lo demás no sirve".

[Consulta aquí en PDF la declaración política aprobada por la coordinadora federal de IU este 10 de septiembre]

La declaración aprobada finalmente fija las prioridades de la federación en este nuevo tiempo abierto por el naufragio de la investidura de Rajoy. El documento recuerda que IU "no comparte" el proyecto político del PSOE, "que ha sido copartícipe de los importantes recortes sociales y económicos que comenzaron en 2010 y que han extendido la desigualdad y la pobreza en nuestro país". Pero los números para una alternativa, para "evitar que el PP vuelva a gobernar", en palabras de Alba, dan, y ese ha de ser el objetivo, porque "no se puede legitimar la corrupción como forma de gobierno".

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Con esa meta en la cabeza, IU asegura que no va a "vetar ninguna conversación porque la mejor herramienta para salir de esta situación absurda es el diálogo sincero y honesto sobre propuestas programáticas". Es decir, que la federación no se negará a hablar con Ciudadanos, a quien el PSOE quiere meter en la ecuación, como hizo de hecho tras el 20-D, pues su propósito es articular un Ejecutivo transversal que tenga como pilar la "regeneración".

IU promete poner sobre la mesa "coherencia, diálogo y propuestas programáticas". "En estas condiciones —dice la declaración—, manifestamos que estaríamos dispuestos a apoyar una hipotética investidura del PSOE siempre y cuando exista un compromiso programático con medidas destinadas a mejorar la vida de la clase trabajadora".

Apoyaríamos una investidura del PSOE si existe un compromiso programático con medidas que mejoren la vida de la clase trabajadora

El texto, coordinado por el propio Garzón, incide en que hay una mayoría parlamentaria suficiente para "frenar el neoliberalismo más salvaje y dar oxígeno a las familias que peor lo pasan". Y para hacer posible la traducción en un Ejecutivo progresista, se precisa un "esfuerzo político". "Se debe trabajar el apoyo y/o abstención de otros grupos para facilitar un Gobierno con elementos suficientes para frenar las políticas antisociales y autoritarias impuestas por el PP".

Ampliar IU, la meta

A esa afirmación IU añade dos matices adicionales. Uno, que "seguirá trabajando sin descanso para consolidar el espacio político de confluencia que representa institucionalmente Unidos Podemos", para desplegar así su proyecto en la construcción de un nuevo movimiento político y social centrado en el conflicto en la calle y no solo en las instituciones. O sea, que IU no dejará de tener en mente, al margen de lo que ocurra en la investidura, su objetivo fijado en la XI Asamblea que eligió como relevo de Cayo Lara a Alberto Garzón: articular una fuerza que ha de ser "un instrumento al servicio de la ruptura democrática y comprometido con el socialismo".

Segunda "precisión": la "solidaridad" que IU muestra con los que sufren "las consecuencias de la crisis", los trabajadores, los que soportan procesos judiciales en defensa del derecho de huelga o los que luchan por "una vida mejor". En definitiva, la posición de la federación no es demasiado distinta a la de Podemos, porque Pablo Iglesias no rechaza la abstención de C's a un acuerdo con el PSOE, aunque enseguida apostilla que lo cree muy difícil porque además Albert Rivera es un aliado del PP.

La parte central de la resolución va prologada por una crítica a la espectacularización de la política. Así, advierte de que "mientras el 'Juego de tronos' parlamentario continúa", los problemas sociales de la ciudadanía siguen agravándose sin que las institucioneslos resueltan. "Pretenden aturdirnos con el paripé de unas fuerzas políticas incapaces de entender que la situación política ha cambiado [...]. En IU estamos preocupados ante el degaste de la política como consecuencia de la presente parálisis parlamentaria y del circo montado alrededor de la misma". Subraya que es necesario desatascar el bloqueo para volver a situar las "políticas concretas" en el centro de la atención pública, como ha sido "siempre" el interés de IU y de Unidos Podemos, "en el Parlamento y en la calle". El documento señala que la actual situación de bloqueo demuestra que la actividad política no se puede volcar solo en las instituciones. "Necesitamos volver a levantar movilizaciones que conmuevan las conciencias", se propone.