Sánchez pide a Podemos y C's que dejen sus vetos para no dar otra "oportunidad" a Rajoy

De la hoja de ruta que tiene en la cabeza, pocos datos o pocos detalles ofrece Pedro Sánchez. Pero cada vez va dando más muestras de que quiere ser la alternativa, persigue un acuerdo con Podemos y Ciudadanos que, a la postre, le convierta en presidente del Gobierno y evite unas nuevas elecciones. Ese es al menos el relato. Distinto es que tenga visos de cumplirse, habida cuenta de los vetos mutuos que siguen imperando en los dos emergentes.

Precisamente a ese rechazo recíproco, y en particular a la actitud de Pablo Iglesias, hizo alusión el secretario general de los socialistas en la presentación de los 75 candidatos del PSE a las elecciones vascas del 25 de septiembre, encabezados por su líder autonómica, Idoia Mendia. Confió en que el "voto contrario" de Podemos que provocó unos segundos comicios el 26 de junio no se repita ahora y se dé por tanto una "tercera oportunidad" a Mariano Rajoy.

El jefe de filas de los socialistas culpa a Rajoy de "estar jugando ya a terceras elecciones". "Pero nosotros no queremos", remarca

Sánchez partió de la base de que, "por su incapacidad para articular una mayoría que le permita poder gobernar", el presidente en funciones "está jugando ya a unas terceras elecciones", en las que presumiblemente ampliaría su peso parlamentario. "Pero nosotros no queremos", subrayó solemne, pese a que en su propia dirección hay quien entiende que no es tan mala solución.

Que los demás cumplan con su palabra

El secretario general volvió a ponerse a la cabeza de los partidos que desean echar a Rajoy de La Moncloa. Así, repitió que tras las elecciones del 20 de diciembre, se ha visto que en el sistema político español hay "dos bloques". Uno, "liderado por el PSOE", el de las "fuerzas del cambio" -la expresión que engloba a Podemos y Ciudadanos-, y otro, capitaneado por el PP, la formación "que quiere que nada cambie", y que es "la fuerza de Mariano Rajoy y de José Manuel Soria", el exministro promocionado por el Gobierno para ocupar un alto cargo en el Banco Mundial y que sirve a Sánchez para reafirmarse en el no y apremiar a los dos emergentes, como ya hizo ayer desde Oroso (A Coruña), a hacer todo lo posible para "poner fin" al Ejecutivo popular.

Sánchez subraya que desde el 20-D hay "dos bloques", uno "liderado por el PSOE", el de las "fuerzas del cambio", y el otro encabezado por "Rajoy y Soria"

De modo que lo que el PSOE pide a "las fuerzas del cambio" es algo "muy sencillo". "El voto contrario en la pasada legislatura de algunos provocó darle una segunda oportunidad a Rajoy. Yo espero que no vuelva a ocurrir y que no le den una tercera oportunidad" a Rajoy, manifestó durante su breve intervención en los jardines traseros del palacio Miramar de San Sebastián. Aunque en todo momento habló de las "fuerzas del cambio", sí es cierto que al precisar "el voto contrario de algunos" tiraba a dar a Iglesias, a quien responsabilizó de haberse emperrado en el no en la fallida legislatura y a quien siempre acusó de haber votado lo mismo que el PP, negándose a avalar el pacto de PSOE y Ciudadanos, siquiera con la abstención.

Esta frase, la apelación a que los nuevos partidos aparquen sus vetos, era la novedad de discurso programada para este domingo. Porque, igual que en las últimas horas, el secretario general sacó pecho de que su partido cumple con la "palabra" dada, pues prometió en campaña que no faciitaría el Gobierno al PP, y así lo ha hecho, tanto por la gestión de los últimos cuatro años como de las políticas que propone. "Cumplimos con la palabra del cambio. Espero que el resto de formaciones políticas haga lo propio", remachó, emplazando de nuevo a Podemos y Ciudadanos a aparcar sus vetos y arrimar el hombro. Hoy mismo, Albert Rivera decía en una entrevista en 'El Correo' que es "inviable un acuerdo" de los socialistas y los dos emergentes.

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El líder socialista volvió a remarcar que, tras la "legítima y democrática" derrota parlamentaria de Rajoy, y por dos veces, el PP, y el mismo candidato, "tendría que preguntarse" cómo es posible que hace más de cuatro años lograra una holgadísima mayoría absoluta y ahora es el presidente "peor valorado" de la historia reciente. Hecho que atribuyó al incumplimiento de sus promesas, a cómo ha utilizado la crisis para "desmantelar derechos y libertades", a los casos de corrupción de su partido, a la "instrumentalización de las instituciones públicas" o a afirmaciones como que si no hay Gobierno peligrará la subida de las pagas a funcionarios y pensionistas, una "amenaza falsa" porque se puede resolver con un decreto ley que el Ejecutivo en funciones lleve a la Cámara para su convalidación. Más aún, si no lo hace, el PSOE presentará la iniciativa en el Parlamento.

"Derribar muros"

Por lo demás, Sánchez dedicó el resto de su intervención a la presentación de las candidaturas vascas y de Idoia Mendia, la primera mujer que aspira a la Lehendakaritza y a la que acompañan dos mujeres como cabezas de cartel en Gipuzkoa (Susana Corcuera) y Álava (Natalia Rojo). El máximo responsable del PSOE elogió la casta de los socialistas vascos -Indalecio Prieto, Ramón Rubial, Txiki Benegas, Enrique Casas, Fernando Buesa, José Ramón Rekalde, Patxi López-, que contribuyeron a "derribar muros" como los de la intolerancia, la desigualdad, la violencia de ETA y la falta de oportunidades para construir "todos juntos" un futuro de "igualdad, de libertad, de paz y de oportunidades" para Euskadi.

Sánchez calificó de "muy importantes" los comicios del 25-S, pues frente a los que "ofrecen una mirada resignada" del País Vasco, de "cuatro años más de lo mismo" -o sea, el PNV-, y los que plantean "Euskadi fracturada, que vuelva a caer en el independentismo o en el derecho a decidir" -caso de EH Bildu o de Podemos-, los socialistas se presentan como la fuerza social, la que reivindica "derechos, libertades y oportunidades". "Frente a otros que defienden otro tipo de singularidades y de construcciones nacionales, el PSE reivindica la Euskadi social, emprendedora, industrial, la Euskadi del trabajo, del esfuerzo, de la capacidad y del mérito". Y "la mejor persona" para liderar ese tiempo, recalcó, es Mendia, una "mujer euskaldún, con capacidad de trabajo, dialogante, que siempre antepondrá los intereses generales" y que además tiene "detrás" al "conjunto de los socialistas españoles". La líder del PSE es una de las baronesas territoriales más cercanas a Sánchez.

"Frente a los que defienden singularidades nacionales, el PSE reivindica la Euskadi social, emprendedora, industrial, la del trabajo", dice Sánchez

El líder socialista no citó en ningún caso a Arnaldo Otegi, cabeza de cartel de EH Bildu y que no podrá ser candidato el 25-S. Tampoco lo hizo Mendia, que puso en valor la "ambición" de su partido, de trabajar "juntos" para reformar el sistema de protección social, modernizar los servicios públicos, impulsar planes de empleo o invertir en I+D+i frente a los nacionalistas, que pretenden "destruir la convivencia" y "generar inestabilidad", y van "contra los tiempos". En definitiva, no "hacen país", como predican sus eslóganes de campaña, sino que "destruyen", criticó. Y por eso el lema del PSE para el 25-S es 'Juntos / Batera'.