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Rajoy lanza su investidura en un intento desesperado de mover al PSOE "sensato"
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Rajoy lanza su investidura en un intento desesperado de mover al PSOE "sensato"

Si Sánchez mantiene el bloqueo con su "no es no" y tampoco organiza una alternativa de izquierdas, será acusado por el PP de forzar las terceras elecciones en el día de Navidad

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy antes de una rueda de prensa. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy antes de una rueda de prensa. (EFE)

Encarriladas las negociaciones con Albert Rivera, Mariano Rajoy va a su intento de investidura como presidente del Gobierno con una mayoría absoluta del Congreso en su contra y con pocas esperanzas de que Pedro Sánchez salga de su posición de bloqueo, del "no es no". Pero como factor de presión añadido sobre el PSOE, acudirá a la Cámara el 30 de agosto, justo la fecha que obligaría a convocar las nuevas elecciones para el 25 de diciembre en el caso de que el Parlamento no fuera capaz de alumbrar un Gobierno en esa primera sesión o en los dos meses siguientes.

[Lea aquí: El PP, primer beneficiado de la abstención que marcaría las terceras elecciones]

Si entre el 31 de agosto y finales de octubre no hay abstenciones socialistas ni coalición alternativa de izquierdas con independentistas ( el 'modelo Frankestein', que dice Alfredo Pérez Rubalcaba), Sánchez será acusado de obligar a los ciudadanos a ir a votar el día de Navidad, por tercera vez en un año y la cuarta en el caso de gallegos y vascos.

Rajoy dio el paso de comunicar a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, su disposición a presentarse a la investidura después de dos jornadas de reuniones y almuerzos de trabajo con los principales dirigentes de su partido: la secretaria general, María Dolores de Cospedal, los vicesecretarios y los portavoces parlamentarios.

Rajoy se someterá al debate de investidura el 30 de agosto

El jefe del Ejecutivo se presentará con la misma advertencia de siempre, la de que con el bloqueo del PSOE no se podrá formar Gobierno, pero aparentemente hecho a la idea de considerar digerible un fracaso en la votación con los 170 diputados que puede reunir a su favor (PP, Ciudadanos y Coalición Canaria) frente a los 180 noes de PSOE, Podemos y los grupos nacionalistas e independentistas catalanes. Le faltan como mínimo 11 abstenciones y vuelve a apelar al Partido Socialista "sensato".

En fuentes gubernamentales recuerdan el calendario legislativo que amenaza (en caso de rechazo a Rajoy), y que por eso precisamente quiso el presidente del Gobierno en funciones hablar con Sánchez antes de ponerse a disposición de la Cámara. El jefe del Ejecutivo quería saber si había algún margen de entendimiento para lograr la abstención del PSOE y, en caso contrario, constatada la apuesta del dirigente socialista de que se repitan otra vez las elecciones, evitar las fechas navideñas.

Los socialistas metían prisa para que Pastor fijara ya la fecha de una investidura que ellos mismos garantizan fallida con sus 85 noes, y el aspirante se someterá a la primera semana posible después de tomarse unos días con el fin de cerrar el acuerdo con Ciudadanos. También le encaja la cita a Rajoy para poder irse a China ese mismo fin de semana a la reunión del G-20, tanto si resulta investido al final como si es rechazado.

En medios del PP reconocen que la cita no se podía demorar más, vista la renuencia de Sánchez a cualquier diálogo y el hecho de que Rajoy tenía el encargo del Rey desde el 28 de julio. A la semana siguiente de la convocatoria de la investidura, el día 8, empieza la campaña electoral en el País Vasco y Galicia, y en ese supuesto el calendario para los terceros comicios apuntaba al 1 de enero de 2017. Y de retrasarse aún más, se entraba en el puente de Reyes, con campaña previa durante todas las navidades.

Rajoy se enfrenta ahora al bloqueo de Sánchez con pocas y muy relativas esperanzas de que "algo se mueva en el PSOE" en los próximos días, pero confiado en que la fortaleza interna del PP y los últimos resultados electorales sirvan al final para que los socialistas del sector "sensato", que dice el presidente del Gobierno, eviten unos terceros comicios que inevitablemente serían el día 25 de diciembre.

La otra salida que le queda al secretario general del PSOE es intentar con Pablo Iglesias un frente de formaciones anti-Partido Popular, incluidos los independentistas, como alternativa propia a la de Rajoy. Es un movimiento que el comité federal le tiene vedado hasta ahora.

Encarriladas las negociaciones con Albert Rivera, Mariano Rajoy va a su intento de investidura como presidente del Gobierno con una mayoría absoluta del Congreso en su contra y con pocas esperanzas de que Pedro Sánchez salga de su posición de bloqueo, del "no es no". Pero como factor de presión añadido sobre el PSOE, acudirá a la Cámara el 30 de agosto, justo la fecha que obligaría a convocar las nuevas elecciones para el 25 de diciembre en el caso de que el Parlamento no fuera capaz de alumbrar un Gobierno en esa primera sesión o en los dos meses siguientes.

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