Rivera, satisfecho con la reunión, espera la votación interna del PP de sus condiciones

Albert Rivera trasladó a Mariano Rajoy su listado de condiciones para empezar a negociar el apoyo de Ciudadanos en la investidura. Según el líder de centro, el presidente en funciones le comunicó que la ejecutiva nacional del PP votará el documento y, si sale adelante, fijará una fecha de investidura, como exige también la formación naranja para emprender la senda del diálogo hacia el sí. Será después de la votación interna del partido conservador cuando ambos dirigentes se reúnan de nuevo en el Congreso para abrir oficialmente una negociación de contenidos y reformas.

El líder de centro reconoció sentirse "satisfecho" tras una reunión a la que da "una valoración buena", e insistió en que las seis condiciones 'sine qua non' para dialogar con los populares "serían aceptadas por cualquier demócrata español". Aún así, el presidente de C's optó por no presionar los plazos de los populares y esperará a que Rajoy convoque a su ejecutiva para después conocer el día que finalmente se someta al debate de investidura.

La cita entre ambos dirigentes empezó puntual. El presidente en funciones llegó en su coche oficial al Congreso -y sin corbata- donde le esperaba la 'guardia de corps' popular encabezada por Jorge Moragas y Rafael Hernando. El líder de centro evitó el paseillo de los fotógrafos y acudió a la reunión arropado por primeros espadas del partido: José Manuel Villegas, Miguel Gutiérrez y Juan Carlos Girauta. En apenas una semana Rajoy y Rivera mantuvieron su segundo encuentro bilateral, aunque fue el primero desde el 26-J en el que Ciudadanos está dispuesto a dar el sí al candidato conservador en su futura investidura.

Rivera anunció este martes en una declaración institucional en la Cámara Baja y en presencia de la mayor parte de su ejecutiva nacional las seis condiciones que su partido exige al jefe de Génova para empezar a recorrer el camino del voto afirmativo. Los puntos en cuestión, que el líder de centro definió como "el talón de Aquiles" del Gobierno en funciones, son los siguientes: separación de cualquier cargo público que esté imputado por corrupción política, la eliminación de aforamientos, una nueva ley electoral -que comprenda listas abiertas y garantice la proporcionalidad del voto-, el fin de los indultos por corrupción política, establecer una limitación de mandato a la presidencia del Gobierno de un máximo de ocho años y poner en marcha iniciativas de transparencia, como la creación de una comisión de investigación parlamentaria para que casos como el de los papeles de Bárcenas se investiguen también en las instituciones.

Ese último punto será el precio más alto que deberán pagar los conservadores para iniciar una negociación encaminada al sí. Hasta el momento, Ciudadanos negó iniciar conversaciones más allá de las urgencias del país -desafío independentista en Cataluña, Presupuestos y techo de gasto-, al entender que la abstención no debía negociarse con contenidos y reformas. Ahora que es el voto afirmativo lo que está en juego, comenzarían esas negociaciones con la vista puesta en consensuar unahoja de ruta del próximo Gobierno de España.