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Las ocho preguntas que Sánchez planteará a Rajoy y de las que exige respuestas "claras"
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EL OBJETIVO DE LA REUNIÓN EN EL CONGRESO DE ESTE 2 DE AGOSTO

Las ocho preguntas que Sánchez planteará a Rajoy y de las que exige respuestas "claras"

El líder del PSOE quiere arrancar del presidente el compromiso de que irá a la investidura aunque no tenga los apoyos suficientes. Así, pretende dar la vuelta a su cita de este martes

Foto: Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, durante su última reunión, el pasado 13 de julio en el Congreso. (EFE / Fotomontaje EC)
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, durante su última reunión, el pasado 13 de julio en el Congreso. (EFE / Fotomontaje EC)

No va a negociar. Nada. Ni llevará ningún documento por delante. Pedro Sánchez acudirá a la reunión de este martes con Mariano Rajoy, la segunda desde las últimas elecciones generales, con la intención de escuchar. Y más en concreto, con la idea de obtener respuestas "claras, comprensibles y directas" a ocho preguntas. Entre ellas, si irá sí o sí al debate de investidura, qué plazos maneja y si tiene previsto someterse al control de la Cámara.

El secretario general del PSOE pretende, por tanto, dar la vuelta a su entrevista con el presidente en funciones. Apartar de nuevo el foco que el PP pertinazmente le coloca en su cabeza para forzar al jefe del Ejecutivo a que despeje las incógnitas que él mismo ha venido sembrando. Y, más en concreto, las que dejó el pasado jueves tras verse con el rey Felipe VI, cuando no garantizó que vaya a solicitar la confianza de la Cámara en caso de que no obtenga los apoyos suficientes.

La novedad no radicará, en ningún caso, en la posición de los socialistas. No variará: votarán en contra a su reelección y no abrirán ningún tipo de mesa de negociación ni entrará a discutir con Rajoy aspectos programáticos, por mucho que ahora los populares abracen parcialmente el acuerdo que el propio Sánchez suscribió con Albert Rivera en febrero y que fue insuficiente para lograr su investidura. En parte, precisamente, por el no del PP.

Los socialistas denuncian que "la intencionada ambigüedad y contradictorias declaraciones" de Rajoy han generado "confusión" y requieren aclaraciones

Según indicaron fuentes próximas al secretario general, el PSOE tiene como principal objetivo de la reunión de este martes -comenzará a las 11.30 horas en el Congreso- obtener "respuesta" a "los principales interrogantes que cualquier ciudadano español tiene respecto al proceso de conformación de un nuevo Gobierno". Ferraz sostiene que "la intencionada ambigüedad y las contradictorias declaraciones vertidas tanto por Rajoy como por algunos dirigentes del PP en los últimos días", respecto a la posibilidad de que finalmente el presidente rehúya el debate de investidura y decline (en diferido) el encargo del Rey, han generado una sensación de lío. Los socialistas demandan, para acabar con esa "confusión", contestaciones "claras, comprensibles y directas".

Pedro Sánchez pedirá este martes a Mariano Rajoy que "no salga corriendo" y asuma la investidura

¿Fecha pactada con Pastor?

En concreto, Sánchez quiere saber, en primer lugar, si tras la aceptación pública de la encomienda de Felipe VI, Rajoy asumirá "en todo caso" su "obligación constitucional" de pedir la confianza de la Cámara. Segunda pregunta: si no obtiene el respaldo de otras formaciones que le garantice ganar la investidura, ¿"rechazará" entonces el mandato del jefe del Estado "para eludir el consiguiente debate y votación en el Parlamento"? En definitiva, el PSOE desea que el presidente diga de una vez por todas si está dispuesto a ir al Congreso aunque sepa que se quema en el intento, como le ocurrió al líder socialista en la sesión del 2 y 4 de marzo.

Sánchez también interrogará a Rajoy sobre la fecha del debate. En concreto, si ha fijado ya el día de arranque "junto a la presidenta del Congreso", Ana Pastor, en quien recae la responsabilidad de convocar al pleno. Si no tiene clara la fecha (y esta es la cuarta pregunta), el secretario general quiere saber qué plazos maneja para someterse a la investidura. Ferraz no desea meter prisa, reitera que no obrará como hizo el PP con Patxi López, pero no dejará pasar la ocasión de recordarlo.

El secretario general también le preguntará si está "abierto a alcanzar acuerdos" con PNV y CDC, como ocurrió con el pacto encubierto para la Mesa

Quinta cuestión: ¿está "abierto a alcanzar acuerdos con los partidos nacionalistas conservadores" para conseguir su reelección, "tal y como ha hecho para la constitución de la Mesa del Congreso"? Este es uno de los puntos fundamentales en los que más está insistiendo el PSOE desde el pasado 19 de julio, cuando se constituyeron las Cortes y el PP se 'encontró' con el regalo de diez apoyos extra en la votación de los vicepresidentes de la Cámara Baja: el representante de Ciudadanos, Nacho Prendes -nuevo vicepresidente primero-, y la diputada popular Rosa Romero -vicepresidenta tercera- obtuvieron en conjunto 179 papeletas, 10 más que las que sumaban por sí mismos el PP (137) y el partido de Albert Rivera (32). Aunque su paternidad no ha sido confesada, las cuentas apuntaban a una cesión de PNV y la antigua Convergència, partidos con los que Sánchez quiere que negocie el jefe del PP porque entiende que son sus aliados "naturales", porque se sitúan en el espectro del centro derecha. Claro que ahora los nacionalistas vascos están ahora fuera de juego porque su prioridad es seguir en el Gobierno de Euskadi a partir de las elecciones autonómicas del 25 de septiembre, convocadas por el lehendakari, Iñigo Urkullu, el viernes pasado. Y el actual Partit Demòcrata Català sigue zambullido en su hoja de ruta soberanista, acorralado por el Gobierno central y por el Tribunal Constitucional.

Foto: Pedro Sánchez y Felipe González, en el penúltimo mitin de campaña del 26-J, el pasado 24 de junio en el distrito madrileño de Villaverde. (Reuters)

¿Comisión de investigación sí o no?

La sexta pregunta que Sánchez formulará a Rajoy es si permitirá que el Parlamento controle la gestión del Ejecutivo en funciones, tarea a la que se negó en la breve y pasada XI Legislatura. Las últimas dos cuestiones, la séptima y la octava, también están conectadas: el secretario general le inquirirá si comparecerá en el Congreso, como le ha solicitado su grupo, una vez que sea firme el auto de procesamiento del PP por el borrado de los discos duros del extesorero Luis Bárcenas, y también si los populares permitirán la creación de una comisión de investigación en la Cámara Baja sobre el 'caso Jorge Fernández Díaz', por las grabaciones en el despacho del ministro del Interior con el ya exjefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso.

Sánchez preguntará sobre el control al Gobierno: si lo permitirá, si acudirá al Congreso por el borrado de discos duros y si aceptará investigar a Fernández Díaz

Ocho preguntas, por tanto, con las que Sánchez quiere arrancar de Rajoy, en síntesis, el compromiso de que irá con seguridad a la investidura. Porque sobre la firmeza del no a la investidura no hay novedad. Por mucho que un referente (y apoyo del secretario general) como Felipe González predique a favor de la abstención, incluso asumiendo que el presidente en funciones "no se la merece".

Este lunes dos portavoces del partido ratificaron ese voto contrario. Por la mañana, en la Ser, Óscar López. "El comité federal [del 9 de julio] fue muy claro: hablaron todos los dirigentes del PSOE y todos dijeron lo mismo, que el PSOE debería votar que no a la investidura de Rajoy", aseguró el portavoz en el Senado, uno de los hombres de la máxima confianza del líder. Después, en la Cámara Baja, lo hizo la diputada manchega Isabel Rodríguez: el PSOE, "en ningún caso" apoyará la reelección de Rajoy, aunque obviamente "respeta" y "valora" la opinión del expresidente del Gobierno. El exministro Jordi Sevilla, el principal asesor económico de Sánchez, recordaba en Twitter que González nunca se abstuvo con las investiduras de Adolfo Suárez y José María Aznar. Ni con la de Leopoldo Calvo-Sotelo, pese a que fue precedida por la conmoción del golpe de Estado del 23-F.

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Sánchez, que llegará a la reunión en el Congreso tras pasar unos días de descanso en Mojácar (Almería), se opondrá a abrir una mesa de diálogo con el PP. Sí mostrará su disposición a hablar sobre cuestiones de Estado, como la respuesta al desafío soberanista en Cataluña -ha respaldado todas las acciones del Ejecutivo en funciones, de hecho, también el último recurso al Tribunal Constitucional-, o al terrorismo yihadista, pero nada más.

Foto: Pedro Sánchez se dirige con su número dos, César Luena, a la sala de prensa del Congreso tras la audiencia con el rey Felipe VI, este 28 de julio. (EFE)

A los socialistas, de hecho, les ha molestado que Rajoy pretenda acudir a la cita de este martes pertrechado con un documento de coincidencias del programa del PP con el acuerdo de PSOE y Ciudadanos, al que "despreció" y "ridiculizó". "Si tan bueno era, que se hubiera abstenido en marzo y ya estaría aplicándose con un presidente socialista al frente", recuerdan en Ferraz. Desde luego, Rajoy no ahorró descalificaciones para el texto: lo llamó "curalotodo", "bálsamo de Fierabrás", "bluf". "Para gobernar -espetó a Sánchez- no basta con amontonar unas cuantas ideas que suenen bien, como quien adorna un escaparate o el árbol de Navidad; es preciso que las ideas sean coherentes con lo que es necesario y lo que es posible hacer, y además que se puedan pagar, y lo contrario es pura palabrería publicitaria".

No va a negociar. Nada. Ni llevará ningún documento por delante. Pedro Sánchez acudirá a la reunión de este martes con Mariano Rajoy, la segunda desde las últimas elecciones generales, con la intención de escuchar. Y más en concreto, con la idea de obtener respuestas "claras, comprensibles y directas" a ocho preguntas. Entre ellas, si irá sí o sí al debate de investidura, qué plazos maneja y si tiene previsto someterse al control de la Cámara.

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