Rivera sigue en la abstención... pero ya acepta una nueva negociación con Rajoy

El sí de Mariano Rajoy al Rey es la última pieza del endiablado tablero político en el que ya sólo PSOE y Ciudadanos son las piezas cruciales. El candidato del PP anunció que aceptaba el encargo de intentar formar Gobierno para lo que abrirá una ronda de contactos con las formaciones lideradas por Pedro Sánchez y Albert Rivera en la búsqueda de apoyos suficientes para resultar investido presidente. La pelota está en el tejado del dirigente socialista ahora más que nunca porque el partido de centro no dará marcha atrás a la decisión tomada por su ejecutiva naciona: los 32 diputados naranjas se abstendrán en la segunda votación.

El Partido Socialista podría condicionar su abstención a que Rivera y los suyos cambiaran el sentido del voto al sí, escenario que los dirigentes de centro desechan única y exclusivamente por el candidato de Génova: "Nosotros podríamos votar a favor e incluso participar en un Gobierno de coalición si hay renovación de caras y políticas, incluida la del líder", afirmó el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, en la noche del jueves. Horas antes, el presidente de su partido, anunciaba que el mensaje trasladado al Rey era exactamente el mismo: la opción "más deseable" para Ciudadanos es formar parte de un Gobierno "fuerte y de consenso", pero "con un nuevo presidente".

Aún así, Rajoy aseguró que a partir de ahora "redoblará los esfuerzos" en una nueva negociación que podría empezar este mismo viernes encaminada a sumar los apoyos necesarios para conseguir el éxito en una sesión de investidura de la que todavía se desconoce la fecha. Si el presidente en funciones no logra alcanzar un acuerdo amplio con el resto de formaciones, buscará apoyos en los asuntos más importantes para poner en marcha el país: techo de gasto, presupuestos generales y acuerdos en materias fundamentales como el terrorismo o la unidad frente al desafío soberanista. Esta opción consistiría en conformarse con un Gobierno en minoría con el único respaldo de los 137 diputados populares, pero que necesariamente pasaría por obtener la abstención de C's y PSOE en la investidura. Sin Gobierno ninguno de esos pactos arrancará.

Fuentes del partido de centro aseguran que la negociación en sí sobre su voto es "innecesaria" puesto que la formación "ya se movió" y ofrecen abstenerse para contribuir al desbloqueo de España. Aún así, en Ciudadanos ven con buenos ojos el periodo de contactos que abrirá Rajoy en los próximos días y aseguran que acudirán a todas las reuniones en las que sean citados, incluida una negociación bilateral con los populares. Rivera ya manifestó en su cuentro con el jefe de Génova hace dos semanas su intención de hacer "una oposición responsable y conciliadora" para sacar adelante los grandes retos del país. Es decir, se alineó con Rajoy en las urgencias económicas.

Una fecha para la investidura

Todas las fuerzas políticas criticaron de una u otra forma la comparecencia desarrollada por Mariano Rajoy en la que anunció la aceptación del encargo del Rey. "Parece una aceptación condicionada", reprochó Villegas. En linea con lo señalado por el portavoz socialista Antonio Hernando, el número dos de Rivera insistió en que las dudas acerca de la investidura "no caben" ya que están reguladas en la Constitución y el propio Reglamento del Congreso.

Precisamente el partido de centro insistió en que en el "plazo más breve posible" el candidato -Rajoy- debería acabar con todos los interrogantes y fijar una fecha concreta para el debate de investidura, que por otro lado ha de acordarlo con la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor.

En efecto, esa es la responsabilidad del aspirante a la presidencia según lo establecido en el artículo 99 de la Constitución, ya que en su apartado segundo dice "el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara". En cuanto al papel del Rey, queda delimitado en el punto primero del artículo y se corresponde exclusivamente con la designación del candidato tras mantener una ronda de contactos con los representantes de todas las fuerzas parlamentarias.