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Garzón avisa a su nueva dirección: "Quien no trabaje, se va fuera, así de sencillo"
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EN LA ASAMBLEA POLÍTICO Y SOCIAL, QUE SUSTITUYE AL CONSEJO POLÍTICO FEDERAL

Garzón avisa a su nueva dirección: "Quien no trabaje, se va fuera, así de sencillo"

El líder de IU se niega a revisar su propuesta de ejecutiva a petición de los críticos, porque estará fiscalizada periódicamente. Integran la comisión colegiada 24 miembros, más Centella como invitado

Foto: Alberto Garzón, durante su intervención en el arranque de la asamblea político y social, este 16 de julio. (EFE)
Alberto Garzón, durante su intervención en el arranque de la asamblea político y social, este 16 de julio. (EFE)

Para prevenir que Izquierda Unida sea una jaula de grillos, y para prevenir también unas ejecutivas gigantescas pero poco operativas, ahí va el aviso: "Quien no trabaje se va a ir fuera, así de sencillo, esto es cultura del trabajo".

El aviso es de Alberto Garzón. Lo lanzó este sábado durante la primera reunión de la asamblea político y social (APS) de IU, el nuevo máximo órgano de poder de la federación que reemplaza al antiguo consejo político federal. La asamblea estaba convocada para hacer balance de las elecciones generales del 26-J, ratificarle como coodinador (y lo hizo por 89 votos a favor y 22 abstenciones) y aprobar definitivamente su propuesta de ejecutiva, rebautizada como comisión colegiada. Ya en la XI Asamblea, el 4 y 5 de junio, se perfilaron los contornos de la dirección, pero quedaban flecos por rematar, como integrar de forma efectiva a las minorías y asignarles tareas, así como configurar los equipos de cada área.

Garzón, tras presentar el informe de evaluación del 26-J [aquí en PDF], presentó el organigrama de la comisión colegiada, "plural", puesto que incorpora a representantes de las dos listas que compitieron contra él en el proceso congresual -la de Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares, encabezada por el dirigente Tasio Oliver, y la de 'IU sí, con más fuerza', capitaneada por la eurodiputada Paloma López-, y con un reparto de resposabilidades "coherente".

El coordinador advirtió, ya en su primera explicación, que la colegiada (o sea, la ejecutiva) es un órgano de trabajo encargado de "desplegar" la estategia votada por la militancia en la XI Asamblea, que es más reducida que las cúpulas anteriores -la última de Cayo Lara incluía a una treintena de miembros- y que se debe primar la "cultura del trabajo" por encima de todo. Hasta el punto de que su labor será fiscalizada y revisada periódicamente por los órganos de dirección superiores: la coordinadora federal (antigua presidencia) y la asamblea política y social. Según su propuesta, la colegiada se compone de 23 miembros más él mismo y José Luis Centella, secretario general del PCE, como invitado permanente.

Foto: Alberto Garzón, junto al grupo de ocho diputados y dos senadores de IU y la secretaria de Institucional de la federación, Amanda Meyer, el pasado 12 de julio en el Congreso. (EFE)

Después del coordinador tomaron la palabra Paloma López y Tasio Oliver, más José Mesa, representante de la CUT del líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo. La primera planteó que no se votara de inmediato la propuesta de dirección, sino en todo caso al final de la jornada, para poder incorporar a una quinta persona de su candidatura en la colegiada. La CUT, que no presentó lista propia en la XI Asamblea, pidió entrar en la ejecutiva. Oliver no ve mal que la CUT esté presente en la cúpula o que el grupo de López disponga de una quinta persona, pero demandó que se explicaran las modificaciones y se permitieran más invitados.

71,19% de apoyo al nuevo organigrama

Garzón cortó de raíz el debate. Recordó que el último congreso de IU cambió los métodos, pues fue la misma militancia la que pudo votar por primera vez tanto equipos como documentos políticos, y apoyaron masivamente tanto su candidatura como su proyecto. En definitiva, que se va a desplegar una "cultura política" distinta a la anterior, y eso incluye que la comisión colegiada no es una "ejecutiva inoperante" y amplísima, ni tampoco obedece a un "reparto de cuotas" entre familias, en función del porcentaje obtenido en la XI Asamblea. La colegiada, en suma, no puede convertirse en un "miniparlamento" de mayorías y minorías, advirtió, ya que es un órgano propuesto por el coordinador -así lo dicen los estatutos [aquí en PDF]-, sometido a fiscalización.

Garzón: "El millón de votos se perdió por la gestión de Podemos de las negociaciones después del 20-D"

El líder de IU pidió que se votase su organigrama tal cual. "No soy dogmático ni sectario, y vamos a hablar con el resto de gente que representa a familias, corrientes, listas, aunque las listas se acabaron en la XI Asamblea", advirtió. Lo que debe actuar como pegamento es la "cultura del trabajo", añadió, "independientemente de la lista que haya venido" el dirigente del que se trate. "Si ha venido de la lista que yo encabecé y no ha trabajado, también se va a ir fuera, así de sencillo. Esto es cultura de trabajo para una organización que tiene unos retos enormes, que no son los de debatir en un miniparlamento", remachó.

Esto es cultura de trabajo para una organización que tiene unos retos enormes, que no son los de debatir en un miniparlamento

Los estatutos aprobados a principios de junio incorporan la figura del revocatorio: un 40% de la afiliación de IU o un 40% de los miembros del órgano superior podrán promover un referéndum para destituir a un miembro de la dirección. Esta consulta sólo se podrá convocar una vez transcurrido un año del mandato del órgano federal, y si la persona cuestionada supera el revocatorio no se podrá pedir otro contra ese mismo dirigente en un plazo de dos años.

La APS pasó a votar entonces su estructura de dirección. Garzón demostró de nuevo que dispone de una abrumadora mayoría: su planteamiento fue apoyado por 84 votos a favor (71,19%), 3 en contra y 31 abstenciones. Estas procedían tanto de Izquierda Abierta como de 'IU sí, con más fuerza'. Durante el debate a puerta cerrada, siguieron las presiones para introducir algunos pequeños cambios, pero no hubo cesiones.

El círculo amplio de Garzón

El organigrama aprobado [lo puedes consultar aquí en PDF] comprende tanto los 25 miembros -incluido Garzón como coordinador y Centella como invitado permanente- de la colegiada más los miembros del órgano superior, la coordinadora federal, que tienen cartera y, por tanto, responsabilidad orgánica. La dirección se compone de siete grandes áreas: Organización y Finanzas -a cuyo frente se pone el número dos de Garzón, Ismael González-, Acción Política -que pilota Ernesto Alba-, Comunicación -Clara Alonso-, Estrategias para el Conflicto -Sira Rego-, Formación (para José Sarrión), Políticas Económicas -que capitanea el edil de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato- y Relaciones Internacionales -que lidera la portavoz de IU en el Parlamento Europeo, Marina Albiol-.

'IU sí, con más fuerza', la corriente más cercana al excoordinador Cayo Lara, pone a cuatro de sus integrantes en la colegiada: la propia Paloma López y el valenciano Amadeu Sanchis como vocales, José Antonio García Rubio como responsable de Empleo y Modelo Productivo -cartera semejante a la que tenía en las ejecutivas de Lara, entre 2008 y 2016-, y Mamen Domínguez como secretaria de Investigación y Universidad. Tasio Oliver, de Izquierda Abierta, asume Servicios Sociales y Consumo. La ejecutiva se reunirá en las tardes de lunes alternos (cada 15 días).

Los miembros de la coordinadora que no pertenecen a la colegiada pero sí tienen cartera son siete, y todos de la confianza de Garzón. Son adjuntos a los responsables de área: Juan Peña (Democracia Participativa Interna), Carlos García (Finanzas), Héctor Sánchez (Organización), Alejo Sanz (Imagen y Agitprop), Miguel Ángel Corregidor (Redes Sociales), Jorge Navas (Comunicación Interna y Web) y Guillermo Ubieto (encargado de la red de activistas). De la colegiada, seis son liberados políticos, a sueldo de IU: Ismael González, Lola Sánchez (responsable de Extensión Organizativa), Ernesto Alba, Clara Alonso, Marga Ferré (encargada de la Fundación Europa de los Ciudadanos) y Fran Pérez (responsable de Extensión Internacional). Todos también pertenecen a la lista mayoritaria, la del coordinador.

Los del 26-J no son unos resultados malos, no son los que esperábamos, pero nos fortalecen para desplegar nuestro proyecto político

Por lo demás, Garzón resumió el informe de evaluación de las generales del 26-J que se conocía desde ayer. Insistió en que los resultados -un millón de votos menos de los que obtuvieron IU y Podemos y sus confluencias en diciembre- no son los esperados, pero no son malos, porque permiten "desplegar" el proyecto político de IU. Explicó que, en un examen preliminar, los sufragios perdidos fueron a la abstención y se agarró a la teoría de la formación morada de que huyeron por la gestión posterior al 20-D que hizo Pablo Iglesias.

Además, los votos perdidos procedieron de electores "moderados" y "poco politizados", se marcharon "en todo el territorio" e influyó a favor del PP la "campaña del miedo" y la "eficacia" del mensaje de la recuperación económica. También fue clave, a su juicio, la conformación "de golpe y de forma rápida" de la coalición de Unidos Podemos, el proceso "caótico" de configuración de las listas, las tensiones entre las dos organizaciones y la "asimetría de las campañas" en algunos territorios: en unos puntos estuvo muy "lubricada" y había "conexión y complicidad" entre Podemos e IU y en otros los actos conjuntos fueron "una excepción".

Ya a puerta cerrada, al final de la APS, sobre las cuatro de la tarde, Garzón recogió e hizo suyas algunas críticas más que se vertieron en el debate. Por ejemplo, las "contradicciones en el discurso" y la estrategia, lo que derivó en una campaña "conservadora", de perfil demasiado bajo. Esas "contradicciones", manifestó, no se dieron tanto entre IU -en la que sí hubo "unidad de discurso" entre los candidatos- y Podemos, sino en el seno de la formación morada.

Además, según relataron distintos asistentes, el coordinador reconoció que Pablo Iglesias había llegado "quemado" a la campaña del 26-J. Un "desgaste evidente", analizó, sobre todo por el "ataque político y mediático" sufrido en los últimos años. Durante el debate, varios dirigentes se quejaron de los "bandazos" del cabeza de cartel de la coalición, al definirse como "socialdemócrata" o abrazar la figura del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Tampoco ayudó la "invisibilización" del programa durante el camino hacia el 26-J.

Garzón reconoce que Iglesias llegó con mucho desgaste a la campaña, aunque lo achaca al "ataque político y mediático" sufrido en los últimos tiempos

El coordinador, en su primera intervención, se felicitó de que la "canalización de la frustración" ciudadana se haya orientado hacia la izquierda, y no hacia la xenofobia, el racismo o la ultraderecha. "No son unos resultados malos, no son los que esperábamos, pero nos fortalecen para desplegar nuestro proyecto político", abundó. El reto que hay por delante es "incorporar a los sectores no politizados", que "no tienen conciencia de clase suficiente".

Se trata de "subordinar el trabajo institucional a esta estrategia", que conecta demás con agrandar IU y hacer de ella un movimiento político y social, dejando su faz de partido al uso. En su resumen final, Garzón hizo hincapié en la necesidad de que la movilización social se convierta en un "elemento estratégico", porque de manera individual implica más a los ciudadanos en la acción política.

El informe del líder sobre el 26-J recibió un aplauso rotundo: 88 votos a favor (75,21%), uno en contra y 28 abstenciones.

Ni el líder ni su número dos, Ismael González, explicaron en abierto, con los medios presentes, la marcha de las conversaciones con Podemos sobre la visibilidad y voz de los ocho diputados y dos senadores de IU en el grupo confederal de Unidos Podemos de Congreso y Senado. Según explicaron fuentes de la dirección, se están cerrando flecos y se dará luz verde al acuerdo en los próximos días. En su intervención de cierre, Garzón remachó esa idea: se ultima esa visibilidad y no se perderá autonomía política dentro del grupo: los parlamentarios de IU funcionarán como una entidad política y podrán apartarse de la disciplina de voto de Podemos cuando quieran.

La primera reunión de la asamblea político social acabó sin tensiones, en un clima tranquilo que reconocían incluso los críticos. IU está instalada en otra fase y las diferencias políticas, aunque las hay, no se traducen en crispación, tal y como relataban diversos dirigentes a la salida. A fin de cuentas, la federación de Garzón está de estreno, el coordinador no está cuestionado y el consenso sobre la idoneidad de la confluencia, la convicción de que es un buen camino, de que "la hoja de ruta es la correcta", es bastante "generalizado".

Garzón, ratificado como líder por el 80,18%

El procedimiento de elección de un coordinador en IU siempre ha sido indirecto. Tradicionalmente, la asamblea federal elegía a los miembros del consejo político y estos, en el mismo cónclave, seleccionaban de entre sus miembros al líder, que posteriormente era ratificado al cabo de aproximadamente un mes por el consejo político al completo, con los integrantes elegidos por los territorios. 

En esta ocasión, todos los militantes de IU pudieron escoger a su dirección. La lista encabezada por Alberto Garzón recibió el apoyo del 73,7% de las bases. En la XI Asamblea, 63 miembros del nuevo consejo (el 77,78%) le auparon como coordinador federal. Este sábado se cumplimentó el último trámite: la ratificación como líder por parte de la asamblea político y social -el órgano que sustituye al consejo-. Se hizo a mano alzada y no en urna, porque nadie pidió voto secreto. Así, Garzón fue confirmado como coordinador federal por 89 votos a favor (80,18%) y 22 abstenciones (las de Izquierda Abierta e 'IU sí, con más fuerza'). 

En el arranque de la APS se votó también el método de deliberación: en lugar de en plenario, a partir de ahora los miembros del órgano se reparten en distintas comisiones de trabajo, y luego unos relatores trasladan las conclusiones de cada una de ellas al plenario, que cierra el coordinador, quien a su vez puede recoger propuestas planteadas durante el debate.

José Antonio García Rubio, mano derecha de Paloma López en 'IU sí, con más fuerza', pidió volver al sistema anterior, porque el propuesto "empobrece el debate". Toni Morillas, secretaria de Democracia Participativa Interna, explicó que el método planteado facilita que dirigentes que no suelen participar lo hagan, que las mujeres se sientan "más cómodas" y que se construyan consensos "más amplios". Así que al menos se podía "experimentar" y si no funciona, cambiarlo en el futuro.

El nuevo sistema -que no obstante se utilizó puntualmente en etapas anteriores- fue avalado por 83 votos a favor (72,80%), 18 en contra y 13 abstenciones. Tras la exposición de Garzón, comenzó la discusión en seis comisiones repartidas en la sede de IU. El debate se prolongó hasta las cuatro de la tarde (la APS empezó a las once de la mañana), y la valoración fue "muy positiva", según diversas fuentes de la cúpula, porque permitió "bajar el tono" y animó la participación. 

La asamblea político y social arrancó con un minuto de silencio por el atentado yihadista de Niza (Francia), el trabajador muerto el pasado jueves al caérsele encima un muro en Cuadros (León) y las víctimas de la violencia machista. 

Por primera vez no se veía en un órgano de dirección de IU a Cayo Lara. El excoordinador podía haber seguido sido miembro, ya que le podría haber propuesto su federación, Castilla-La Mancha. Pero él no quiso. Con 64 años, dejó el cargo, se apuntó a la cola del paro y el año que viene se jubilará

Para prevenir que Izquierda Unida sea una jaula de grillos, y para prevenir también unas ejecutivas gigantescas pero poco operativas, ahí va el aviso: "Quien no trabaje se va a ir fuera, así de sencillo, esto es cultura del trabajo".

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