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Sánchez guarda silencio ante la apuesta de algunos barones de que intente la investidura
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26-J: LA DIFÍCIL FORMACIÓN DE GOBIERNO

Sánchez guarda silencio ante la apuesta de algunos barones de que intente la investidura

El líder socialista pulsa la opinión de los jefes territoriales y solo hará pública su hoja de ruta el sábado ante el comité federal. Francina Armengol y Miquel Iceta abren la espita del debate interno

Foto: Miquel Iceta, primer secretario del PSC, a su llegada a la sede de Ferraz para su reunión con Pedro Sánchez, este 6 de julio. (EFE)
Miquel Iceta, primer secretario del PSC, a su llegada a la sede de Ferraz para su reunión con Pedro Sánchez, este 6 de julio. (EFE)

Un giro imprevisto de guion. Cuando ya se iba aquilatando la impresión, a través de múltiples declaraciones públicas y privadas, de que el PSOE podría mantener en La Moncloa al PP en caso de que no reuniese los apoyos necesarios para la reelección de Mariano Rajoy, facilitándole el Gobierno con una abstención de última hora, las cosas cambiaron. Se destapó un posible plan B del que poco se había hablado tras las elecciones generales del 26-J: la opción de que Pedro Sánchez intente la investidura en caso de que el jefe del Ejecutivo en funciones se estrelle. Una vía por la que apostaron abiertamente la presidenta balear, Francina Armengol, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y que comparten otros barones de la cuerda de Sánchez, como el castellanoleonés Luis Tudanca.

Las evidentes diferencias de criterio se evidenciaron con crudeza este miércoles en cuanto Armengol e Iceta concluyeron su reunión con el secretario general en Ferraz. Ellos rompieron la dinámica que se iba apuntalando en las últimas horas, cuando Sánchez comenzó su ronda de entrevistas con los máximos dirigentes territoriales para preparar el comité federal del PSOE de este sábado, y anticiparon la pugna interna entre quienes creen que el partido, con 85 escaños, cinco menos que en diciembre, debe asumir su papel de oposición y evitar unas terceras elecciones -lo que comportaría el 'sacrificio' de una hipotética abstención si la reelección de Rajoy se encalla-, posición en la que se encuentran, 'grosso modo', seis de los siete presidentes autonómicos, todos ellos críticos con Sánchez, y quienes defienden que de ningún modo cabe facilitar el Gobierno al PP y en consecuencia sostienen que el PSOE puede intentar la investidura al ser la segunda fuerza más votada. La duda es qué hará Sánchez, que permanece mudo 11 días después del 26-J y que no comparecerá hasta la reunión del comité federal.

La mayoría de barones no descarta la abstención futura en la investidura de Rajoy, pero la presidenta balear y el líder del PSC rompen la dinámica

Aunque sí hay miembros de la dirección federal que están de acuerdo con el criterio de Armengol, Iceta o Tudanca, el pronunciamiento oficial siempre ha sido otro. El 27 de junio, tras la reunión de la ejecutiva que esbozó un primer análisis de los resultados electorales, Antonio Hernando, a quien Sánchez encargó dar la cara ante los periodistas, subrayó que el PSOE estará donde le "han puesto los ciudadanos, que es en la oposición, y tendrá que ser Rajoy el que dé el primero y subsiguientes pasos". No se cerró del todo la puerta a un nuevo intento de investidura, pero no se apuntó tampoco que esa podía ser una vía. A Armengol e Iceta se les preguntó cuál había sido la reacción de Sánchez al planteamiento que ambos le hicieron por separado, y los dos comentaron que él simplemente escuchó.

Los barones socialistas coinciden en que tiene que ser Rajoy quien debe formar Gobierno primero

"No hay que correr más que el futuro"

"La ronda de contactos con los secretarios generales territoriales se está realizando con el objetivo preciso de conocer cuál es la opinión y análisis de cada uno de ellos -explicaron posteriormente fuentes del entorno de Sánchez-. Expresamos máximo respeto a la opinión de todos. En el PSOE podemos presumir de ser transparentes, de respetar cada una de las opiniones y la diversidad, de dialogar y encontrar consensos tanto dentro como fuera. Será tras escuchar a los barones y en el marco del comité federal donde Pedro hará una exposición pública y el órgano fijará la posición oficial del partido".

"Será tras escuchar a los barones y en el marco del comité donde Pedro hará una exposición y el órgano fijará la posición", alegan en el entorno de Sánchez

La mayoría de los líderes territoriales, y sobre todo los de mayor peso orgánico, defienden que del comité federal de este sábado salga el no rotundo a Rajoy, pero sí abren la puerta a una abstención posterior. Quien más nítidamente ha apostado por facilitar el Gobierno al PP ha sido el extremeño Guillermo Fernández Vara, pero los demás en privado asumen ese escenario como posible, aunque no deseable. El valenciano Ximo Puig, que se reunió con Sánchez antes de que llegaran a la sede Armengol e Iceta, apuntaló esa línea. "No hay que correr más que el futuro, el futuro llega y cuando llegue será el momento de tomar nuevas decisiones", respondió cuando se le preguntó por una eventual abstención socialista como mecanismo para evitar unas terceras elecciones.

Ximo Puig no descarta "nuevas decisiones" en el PSOE para evitar otras elecciones

Horas antes, el manchego Emiliano García-Page había comentado en la Ser que, llegado "un punto ciego en el que no se ve nada" -o sea, el bloqueo de la investidura de Rajoy-, entonces el PSOE pondrá su confianza "en el conductor", en Pedro Sánchez, para que tome la mejor decisión. Ambos insistieron en que el PSOE debe sentarse en la oposición y no intentar formar Gobierno, por más que Podemos le esté tentando ahora a sacar de La Moncloa al PP y muestre su disposición a asumir el programa socialista.

El aragonés Javier Lambán o la andaluza Susana Díaz no han despachado aún con Sánchez, pero en los últimos días han venido recalcando esa misma idea: el PSOE, a la oposición, y nada de intentar encabezar una alternativa porque no dan los números. Ni siquiera habían descubierto esa carta dos baronesas afines a Sánchez, la vasca Idoia Mendia y la madrileña Sara Hernández, que abrieron la ronda el martes.

Foto: La presidenta balear, Francina Armengol, atiende a los medios de comunicación tras su reunión con Pedro Sánchez en Ferraz. (EFE)

Matices Armengol-Iceta

Armengol e Iceta rompieron ese puzle armónico que comenzaba a dibujarse. "Si Mariano Rajoy no consigue los votos necesarios para ser investido presidente del Gobierno de España, hay otra opción posible, que es que lo intente Pedro Sánchez. Lo lógico es que lo intente, es mi posición y se lo he dicho a Pedro", subrayó sin ambages la presidenta balear, para la que una abstención sería una "traición" a los militantes, los votantes y la historia del partido. Ella explicó que trasladó al jefe de Ferraz su experiencia: no fue primera fuerza en las islas hace un año, era impensable que el PSOE dejase gobernar al PP y comenzó a tejer un acuerdo con Podemos y MÉS que le permitió encabezar un Ejecutivo progresista.

Armengol e Iceta coinciden en que si fracasa Rajoy, "debe intentarlo el segundo", una opción que hasta ahora no había asumido abiertamente Ferraz

Iceta no fue tan taxativo, porque dejó abierta la paleta de opciones. Pero sí subrayó que comparte el planteamiento de Armengol, porque "es la regla en todas las democracias: si quien llega primero no lo consigue, lo ha de intentar el segundo". "No necesariamente" el fracaso de Rajoy debe llevar a Sánchez a buscar su elección a las bravas, como ocurrió tras el 20-D. Es "el conjunto de las fuerzas políticas" el que debe "hacer esa reflexión", si cabe un "Gobierno alternativo". Este "podría ser" una salida, pero "hay otras muchas". Para el primer secretario del PSC, habrá que calibrar en su momento distintas variables, como qué apoyos logra reunir el PP, qué ofrece a cambio de una posible abstención, si surge la idea de un candidato alternativo o si hay consenso para aupar a La Moncloa a Sánchez.

Francina Armengol pide a Pedro Sánchez que intente formar Gobierno si Mariano Rajoy no lo consigue

El punto en común de todos los barones es que es Rajoy quien debe asumir ahora la iniciativa, como fuerza más votada y con más ventaja aún que en diciembre, ya que saca 52 parlamentarios al siguiente, el PSOE, y tiene más a mano componer una mayoría. Sus 137 escaños deberían ser completados con la ayuda de los 32 de Ciudadanos, los cinco de PNV -que ya ha adelantado el no-, el acta de Coalición Canaria e incluso, según vienen repitiendo los dirigentes socialistas, los ocho representantes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), puesto que comparte con el PP espectro ideológico.

¿Una consulta a la militancia?

Ni Armengol ni Iceta avanzaron qué suma alternativa sería posible. PSOE (85) y Podemos (71) agrupan 156 actas. Sánchez necesitaría o bien la complicidad de casi el resto de la oposición -incluyendo fuerzas nacionalistas (PNV, CC) e independentistas (ERC o CDC)- o bien la abstención de Ciudadanos, que en el proceso anterior se demostró cien por cien incompatible con la formación de Pablo Iglesias. Los dos también trasladaron al secretario general que podría activar el resorte de la consulta a la militancia, un arma que él ya empleó para sacudirse las ataduras de los barones críticos. Las bases, presumiblemente, encajarían mal una abstención al PP.

También el líder castellanoleonés ha defendido que pueda optar a la elección Sánchez. El giro de este miércoles comienza a mosquear a los críticos

Será fundamental, por tanto, en qué términos construye su intervención Sánchez el sábado, cuando se cumplirán casi dos semanas del 26-J. Podría esgrimir la necesidad de un nuevo referéndum o no admitir explícitamente que el PSOE ha de estar en la oposición. Siempre partiendo de una base de consenso: el no ahora mismo al presidente en funciones.

Miquel Iceta aboga por "explorar otras posibilidades" si fracasa Mariano Rajoy

Las palabras de Armengol e Iceta llegaron tarde a oídos de los barones, porque las reuniones concluyeron tarde. Pero fuentes próximas a dos de ellos consultadas por El Confidencial despreciaron la vía de una investidura de Sánchez. Catalogaron la visión de los dos dirigentes de "tontería", aunque también mostraron su estupor por el comportamiento del secretario general. El miedo a un regate de última hora reapareció. "Es una trampa lo de Pedro. Barones buenos y malos. No tengo miedo a unas terceras elecciones, sí a que presentemos de nuevo a Pedro. Está claro que es un suicida, que vuelve a generar expectativas para resistir. Si no lo logró con 90 escaños, ¿cómo coño lo va a conseguir con 85? Los españoles le han dicho ya dos veces que no", afirmaba de noche un responsable de Organización de una federación de peso. Él, como otro veterano exdirigente, interpretaron las palabras de la presidenta balear y del líder del PSC -más las de Tudanca, que ya apostó por un Gobierno alternativo en una entrevista en 'León Noticias'- como una "estrategia de dentro", "coordinada", puesto que los tres son muy cercanos a Sánchez.

Las señales que emitan Ferraz y los demás presidentes serán claves y marcarán el flujo del comité federal. Servirán para apreciar si la temperatura sube, como en anteriores reuniones, o se mantiene estable. Como suele decir Iceta, el PSOE es un partido a veces impredecible, con una capacidad asombrosa para enredarse cuando el camino parecía llano.

Susana Díaz aún no tiene fijada cita en Ferraz

Teóricamente, la presidenta de Andalucía también tendrá que entrevistarse con Pedro Sánchez antes del comité federal del sábado. Teóricamente. Porque la cita aún no está fijada, pese a que los barones que faltan por desfilar ya tienen señalada la hora. En principio, la jefa de la Junta tendría que pasar por la sede federal el viernes a última hora, pero todavía no está cerrado porque no han llegado a cuadrar las agendas los directores de Gabinete de ambos. 

Este jueves no habrá 'paseíllo' de barones por Ferraz. Habrá pausa. El viernes, la ronda se reanudará a las 11  con Luis Tudanca (Castilla y León). Y seguirán, por la mañana, Rafa González Tovar (Murcia), Pilar Cancela (presidenta de la gestora de Galicia) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha). Por la tarde, Sánchez se verá con Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Javier Fernández (Asturias), Rosa Eva Díaz Tezanos (Cantabria) y Javier Lambán (Aragón). Esta agenda es la que 'a priori' ya está fijada. 

La cascada de contactos de Sánchez comenzó el martes con las entrevistas con Idoia Mendia (Euskadi) y Sara Hernández (Madrid), y prosiguió el miércoles por la tarde con Ximo Puig (Valencia), Francina Armengol (Baleares) y Miquel Iceta (PSC). Page iba a ser el último, pero aplazó su despacho con el secretario general hasta el viernes a las 13:00. 

Un giro imprevisto de guion. Cuando ya se iba aquilatando la impresión, a través de múltiples declaraciones públicas y privadas, de que el PSOE podría mantener en La Moncloa al PP en caso de que no reuniese los apoyos necesarios para la reelección de Mariano Rajoy, facilitándole el Gobierno con una abstención de última hora, las cosas cambiaron. Se destapó un posible plan B del que poco se había hablado tras las elecciones generales del 26-J: la opción de que Pedro Sánchez intente la investidura en caso de que el jefe del Ejecutivo en funciones se estrelle. Una vía por la que apostaron abiertamente la presidenta balear, Francina Armengol, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y que comparten otros barones de la cuerda de Sánchez, como el castellanoleonés Luis Tudanca.

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