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¿Dónde está Pedro Sánchez? El líder del PSOE desaparece para esquivar la presión
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LAS CONSECUENCIAS DEL 26-J

¿Dónde está Pedro Sánchez? El líder del PSOE desaparece para esquivar la presión

El secretario general no ha respondido a las preguntas de la prensa tras el 26-J. Ferraz explica que el perfil bajo persigue que el foco se centre en Rajoy porque a él le toca mover ficha

Foto: Pedro Sánchez, durante su breve comparecencia en la noche electoral del 26-J en Ferraz. (Reuters)
Pedro Sánchez, durante su breve comparecencia en la noche electoral del 26-J en Ferraz. (Reuters)

No se sabe su opinión sobre el hecho de que haya conducido al PSOE (por dos veces) a los peores resultados de su historia en democracia, ni se conoce qué cree que pudo explicar una segunda debacle en seis meses solo maquillada por la no materialización del 'sorpasso' de Unidos Podemos que aventuraban todas las encuestas. No ha podido contestar qué hará si la gobernabilidad se torna imposible y Mariano Rajoy no logra sumar los apoyos suficientes para ser investido. No ha sido posible preguntarle cuándo quiere convocar un congreso federal aplazado 'sine die' y si se presentará con seguridad a él. No se le ha escuchado o leído ninguna autocrítica, ni siquiera un mínimo esbozo a través de su cuenta de Twitter. Tampoco se ha pronunciado sobre la exculpación total del defenestrado Tomás Gómez. Nada. Pedro Sánchez ha driblado el escrutinio de los medios y ha optado por desaparecer. Al menos, hasta que pase el fin de semana.

El líder del PSOE ha cambiado su actividad frenética de las últimas semanas e incluso la de los meses que siguieron a la fallida negociación de investidura por el parón y la salida de escena. El mutismo más absoluto como forma (o intento, más bien) de situar la presión en Mariano Rajoy. Pero su silencio es tan clamoroso que al final es imposible no fijarse en él. Tanto que ha dejado perplejo a dirigentes de su partido, que no dan crédito a una calculada huida tras unas elecciones, un vacío que se ha llenado con la cascada de declaraciones de los barones socialistas. Todos los líderes políticos han respondido esta semana a preguntas de los informadores. Menos él.

Sánchez hizo una breve declaración para valorar los resultados la noche electoral, luego viajó a Bruselas pero no respondió a los medios... y se 'evaporó'

Sánchez compareció al filo de las 23.30 del 26-J. Arropado por sus fieles en la dirección y su mujer. Con un rostro que no podía disimular el abatimiento por el pésimo resultado arrojado por las urnas, pese a que había derrotado la amenaza de 'sorpasso'. Esta vez se ahorró un aire triunfalista que el 20-D le reportó numerosas críticas internas. Se felicitó de que el PSOE, pese a las "dificultades extraordinarias" que habían rodeado las elecciones, había conseguido "reafirmar su condición de partido hegemónico de la izquierda" -bajando en cinco escaños (de 90 a 85) y en 120.606 papeletas, aunque subiendo ligeramente en porcentaje de voto, del 22% al 22,66%-, reconoció la victoria de Rajoy y cargó contra Pablo Iglesias por haber dado una segunda vida al líder del PP. Seis minutos de declaraciones [aquí en PDF], ante las decenas de militantes y simpatizantes congregados en Ferraz. Una simple intervención sin preguntas de los medios. Su última entrevista se emitió el día de cierre de campaña, y fue en la Ser.

La valoración de Pedro Sánchez de los resultados del 26-J

Hernando, López, González Veracruz...

El lunes, Sánchez reunió al plenario de su ejecutiva. No compareció posteriormente. Tampoco salió su secretario de Organización y coordinador general de la campaña, César Luena, como ocurrió tras el 20-D. Lo hizo el portavoz del comité electoral, Antonio Hernando, uno de los hombres que ha ido ganando más peso en Ferraz y en el círculo de confianza del secretario general, igual que Óscar López, responsable de estrategia, en detrimento de Luena. El martes, Sánchez viajó a Bruselas pero se limitó a saludar a los periodistas, sin atender sus preguntas. Y desde entonces, nada. Desaparecido. La voz de Ferraz ha recaído en Hernando, López, en la secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red, María González Veracruz, o en el responsable de Cultura y Movimientos Sociales, Ibán García del Blanco. Ellos son los que han trasladado la posición oficial: el PSOE votará en contra y no se abstendrá en la investidura de Rajoy, aunque la hoja de ruta se fijará en el comité federal del 9 de julio. Una fecha extraña en sí misma, ya que las reuniones del máximo órgano de poder del PSOE se suelen producir el sábado siguiente a unos comicios. Ahora, se ha preferido dejar reposar en frío los datos.

No se ha cerrado aún cuándo reaparecerá, y si será antes del decisivo comité federal del 9 de julio. El miércoles vio a González y ahora está "descansando"

En Ferraz escuece que se pregunte dónde está Sánchez. Alegan que ha hecho trabajo de despacho -el miércoles, a su vuelta de Bruselas, se reunió con el expresidente del Gobierno Felipe González en su domicilio de la calle de Velázquez de Madrid-, que está conversando con dirigentes y, en palabras de Veracruz, "madurando" las opciones que tiene ante el endiablado escenario surgido de las urnas. "Es un hombre valiente que ha dado la cara siempre que ha tenido que darla y no le toca a él liderar. Le toca a Rajoy. Pero le vamos a ver y fuerte", avanzó este viernes la dirigente en 'Los desayunos de TVE'.

Sánchez se ha cogido el fin de semana libre para "descansar" con su familia después de la tralla de los últimos meses. No acudirá hoy sábado a la manifestación del Orgullo LGTBI en Madrid, como tampoco se acercó al pregón en la plaza de Pedro Zerolo, cuando el año pasado sí asistió a ambas citas. No se ha cerrado aún cuándo reaparecerá en público. Se baraja incluso que pueda aguantar resguardado hasta el comité federal del próximo 9 de julio, según previene uno de sus colaboradores de confianza. "Ya veremos cuándo sale, pero será cuando queramos nosotros. Rajoy se pasó meses fumándose un puro y nadie se fijó en eso. No vamos a exponer a Pedro ahora. Calma, paciencia. Ahora que se lo coma Rajoy, es él quien tiene que estar en el disparadero. Parece que hay que mirar al PSOE tanto cuando gana como cuando pierde. No, que se lo curre el PP", explica con un punto de malestar esta misma fuente.

'Wait and see'

Está previsto que el secretario general se reúna con los barones antes del comité federal del sábado, pero aún no está cerrado el formato, si los recibirá uno a uno o bien organizará un encuentro con todos ellos a la vez. "Tranquilidad, no hay obligación de responder a nada. El PSOE en estos momentos no emite nada", insisten en el entorno del líder, que se acogen a la doctrina del 'wait and see' (esperar y ver), de "sumergirse" durante unos días.

El número dos, César Luena, también ha pasado a un segundo plano por las diferencias con el líder, que ha situado más cerca a otros portavoces y dirigentes

Ferraz no quiere que su líder se queme en un momento delicadísimo del partido, en el que quiere sacudirse la presión de la investidura a Rajoy. Pero tampoco ha dado la cara su número dos. Pero las razones que explican la 'evaporación' de César Luena son otras, como la "indiferencia" que Sánchez siente hacia él, según describen fuentes socialistas. La fisura entre ambos comenzó a gestarse antes de las generales del 20-D, cuando el líder apreció que el corazón del PSOE era "un desastre" y la maquinaria no estaba engrasada.

El secretario de Organización ha descuidado las relaciones con los territorios, cuando no ha "avivado" los conflictos -es una queja constante de las federaciones críticas- y no ha formado parte de los equipos de confianza que ha ido montando Sánchez en los últimos meses. Luena no estuvo en ninguno de los 'gobiernos en la sombra', ni en el comité negociador. Ha permanecido como número dos de la nomenclatura -y como tal, ha sido teóricamente el coordinador general de las campañas-, pero su visibilidad y peso ha ido menguando, hasta el punto de que se duda de su continuidad en Organización aun cuando Sánchez fuera revalidado en su liderazgo.

Al tiempo, han ganado protagonismo Antonio Hernando, Óscar López, el dirigente vasco Rodolfo Ares -vicecoordinador de programación el 26-J y el 20-D e interlocutor de los territorios-, el exministro Jordi Sevilla y José Enrique Serrano, un experto conocedor de las tripas del Estado y que es el principal 'productor' de papeles para la dirección.

Actitud distinta a la de Rubalcaba

La actitud adoptada por Sánchez tras las generales del domingo exaspera a dirigentes territoriales, que consideran "inédito" su escapismo. Tras los comicios del 20-D, compareció a los tres días para dar cuenta de su entrevista en la Moncloa con Rajoy, y luego intervino ante un crispado comité federal el 28 de diciembre. En la noche de las europeas de 2014, en las que el PSOE firmó el hasta entonces peor resultado (14 parlamentarios, 23% de los votos), compareció en una breve rueda de prensa la candidata, Elena Valenciano -entonces vicesecretaria general del partido-, y al día siguiente, después de la reunión de su ejecutiva, Alfredo Pérez Rubalcaba, que anunció su dimisión como líder del PSOE en el congreso extraordinario de julio. Y aún compareció otra vez esa misma semana de resaca electoral.

Críticos ven "inédito y pintoresco" que Sánchez huya de los focos y no se acaban de fiar; en su equipo defienden que la postura oficial ya es conocida

Fuentes próximas a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, consideran "inédito, pintoresco y difícil de entender" que Sánchez no haya comparecido públicamente aún. "Tras unas elecciones hay que animar a la tropa, salir a la ofensiva. Es en los momentos difíciles cuando hay que demostrar liderazgo... si se tiene", indica un miembro de su Gobierno, dejando ver los recelos obvios que los críticos sienten hacia el secretario general, por mucho que crean que no convenga ahora tumbarlo y esperar, en su caso, a disputarle el poder en el congreso federal. La opinión de Andalucía es compartida, por ejemplo, por otra federación cercana a la baronesa, la valenciana.

Susana Díaz: "No a la gran coalición"

Los colaboradores de Díaz contraponen el silencio de Sánchez con la actividad de su jefa: rueda de prensa el lunes, entrevistas el martes, miércoles y jueves y acto institucional este viernes. Un despliegue que le ha servido para ir atemperando las críticas iniciales hacia el secretario general. Pero no solo ha hablado ella. También otros presidentes autonómicos y líderes territoriales. El más visible y explícito, Guillermo Fernández Vara, que ha apostado por una "abstención mínima", solo de los diputados del PSOE que sean precisos para lograr la reelección del presidente en funciones. "Que digan lo que quieran los barones -disculpan en Ferraz-. Ya veremos cómo se va andando el camino en las siguientes semanas. Pero ya hemos fijado posición: no a la investidura de Rajoy. Y no es no".

Mariano Rajoy "hablará con todos" los partidos con "rigor, seriedad y discreción"

"Nada es descartable"

"El PSOE pidió el voto para cambiar las políticas. Somos la alternativa al PP y a Rajoy. No contemplamos un apoyo y, muchísimo menos, formar parte de un Gobierno de coalición", aseguró en TVE González Veracruz, desechando la 'vía Fernández Vara'. La dirigente consideró "muy difícil" que Sánchez intente formar gobierno con Podemos y Ciudadanos, pero no cerró todas las puertas: "Los ciudadanos nos han puesto en la oposición, aunque nada es descartable porque, en función de la situación, tendríamos que decidir. Ante todo, los intereses del país". Esa posición de Ferraz menos rotunda que la expresada por los barones de mayor peso -que insisten en que el PSOE debe asumir su papel de oposición y punto- es lo que suscita ciertas dudas entre los críticos.

Eduardo Madina: "Es obvio que el PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia"

Sánchez no ha podido disiparlas aún. Sus escuderos subrayan que "no es para nada mala idea" que haya escapado de los fotos y que tiene derecho a la descompresión, a "descansar" tras semanas de mucha presión y una campaña "muy difícil". Y dejan caer que "la ronda de barones ya estaba planeada de antemano, ante la previsión de un escenario peor que el del 26-J".

Lo que ya está asegurada es la máxima expectación ante la próxima convocatoria del secretario general. Mientras, en el PSOE se percibe una sensación de huida (temporal) por vacaciones, de parón estival, de partido muy al ralentí pese a que las aguas políticas (e internas) no bajan nada calmas.

Madina reaparece, carga duramente contra Sánchez y pide "discutir a fondo" qué ha pasado

Eduardo Madina cuida muchísimo cada una de sus intervenciones desde que fue derrotado por Pedro Sánchez en el congreso extraordinario de julio de 2014. Son contadas sus apariciones. Él mismo decidió pasar a un segundo plano, pero todos en el partido conocen su animadversión hacia el secretario general y la reconstrucción de relaciones con Susana Díaz, la misma que apostó por Sánchez y propició su victoria en las primarias internas. 

Este viernes, Madina reapareció. Fue en una mesa redonda organizada por la UNED en Barbastro (Huesca) para analizar los resultados del 26-J, en la que también participó el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Madina, recién elegido diputado por Madrid -concurrió el domingo de número siete de la lista, igual que el 20-D, pero entonces no logró escaño-, respondió, cuando le preguntaron si el liderazgo de Sánchez estaba tocado, que "es una obviedad" que el del 26-J fue "el peor resultado" de la historia del PSOE (aunque no en porcentaje de voto, precisó), por lo que llegará un momento en el que el "itinerario" del PSOE "aparezca" en un congreso federal, aún no convocado. En el cónclave, habrá que "discutir de todo bien a fondo", informa Efe.

El PSOE, defendió, es un partido "que no puede conformarse con 85 diputados. Es un partido inventado para ser el primer partido de España, no el primero de la izquierda", que se conforme con quedar por encima de Podemos, y esa vocación de partido mayoritario es la que, a su juicio, debe recuperar. 

Respecto a la gobernabilidad de España, Madina se alineó con Ferraz y con los barones al insistir en que Mariano Rajoy es el que debe "buscar su acuerdo", y no esperar a que el PSOE "le arregle la vida". El presidente en funciones ha de saber tejer apoyos entre quienes están ideológicamente próximos al PP, porque los socialistas, advirtió, no se van a abstener y van a votar "que no, seguro", a su investidura. 

El diputado electo aseguró que está "absolutamente" descartada la gran coalición con el PP, alternativa que goza de rechazo unánime dentro del partido. Madina recordó que en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero los socialistas disponían de 169 parlamentarios -los que suman ahora populares y Ciudadanos-, "un número con el que se puede gobernar". 

No se sabe su opinión sobre el hecho de que haya conducido al PSOE (por dos veces) a los peores resultados de su historia en democracia, ni se conoce qué cree que pudo explicar una segunda debacle en seis meses solo maquillada por la no materialización del 'sorpasso' de Unidos Podemos que aventuraban todas las encuestas. No ha podido contestar qué hará si la gobernabilidad se torna imposible y Mariano Rajoy no logra sumar los apoyos suficientes para ser investido. No ha sido posible preguntarle cuándo quiere convocar un congreso federal aplazado 'sine die' y si se presentará con seguridad a él. No se le ha escuchado o leído ninguna autocrítica, ni siquiera un mínimo esbozo a través de su cuenta de Twitter. Tampoco se ha pronunciado sobre la exculpación total del defenestrado Tomás Gómez. Nada. Pedro Sánchez ha driblado el escrutinio de los medios y ha optado por desaparecer. Al menos, hasta que pase el fin de semana.

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