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Podemos blinda su alianza con IU y critica los "ataques" del PSOE por "engordar al PP"
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Podemos blinda su alianza con IU y critica los "ataques" del PSOE por "engordar al PP"

Los reproches a la línea dura de los socialistas no han impedido que la dirección del partido haya decidido "mostrarse abierta a conformar un Gobierno progresista"

Foto: El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, durante su comparecencia posterior a la reunión que el Consejo de Coordinación. (EFE)
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, durante su comparecencia posterior a la reunión que el Consejo de Coordinación. (EFE)

El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, ha sido el encargado de dar la cara tras la reunión del consejo de coordinación celebrada esta mañana para analizar los "insatisfactorios" resultados en las elecciones generales. Sin apenas autocrítica, pues aseguran desconocer los datos necesarios para apuntar las causas del millón de apoyos perdidos, la principal conclusión es que la hoja de ruta de la confluencia no tiene vuelta atrás. Al margen de lo electoral, la alianza de las principales fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, bajo el paraguas común de Unidos Podemos, no está en cuestión. Al menos esta es la conclusión que el secretario de organización ha transmitido tras la finalización de la ejecutiva del partido, en la línea con lo ya expresado en la noche de ayer por el secretario general Pablo Iglesias.

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El espacio que representa Unidos Podemos se ha quedado muy lejos de las expectativas, haciendo realidad los peores presagios del sector, cercano a Íñigo Errejón, que desde una defensa de la transversalidad advertía que la confluencia no solo no multiplicaría, sino que podría restar. Las heridas abiertas en el transcurso de las negociaciones para la confluencia, y que tienen su origen en las diferencias tácticas entre pablistas y errojonistas, corren el riesgo de volver a abrirse. El liderazgo de Pablo Iglesias, incuestionable hasta estas elecciones, se queda tocado, mientras que el de Errejón se refuerza a marchas forzadas. El debate interno no ha hecho más que empezar, aunque parte de premisas ya conocidas.

El número dos del partido, menos triunfal con la idea de la casa común de la izquierda que Iglesias y Echenique se resisten a desmantelar, se ha limitado a afirmar por twitter que "lo fundamental son los que faltan. No somos una fuerza política de resistencia, no basta con los imprescindibles". Una apreciación que refuerza la idea de no encasillarse en la izquierda y continuar el proyecto inicial de convertirse en una fuerza transversal apelando a sectores que incluso se han identificado con fuerzas antógonicas como el PP. El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha mandado el mismo mensaje que Pablo Iglesias, al defender que la confluencia con Podemos "es el único camino posible".

Con la evidencia de la pérdida de apoyos, Echenique ha argumentado que el espacio de Unidos Podemos se ha consolidado porque "esos cinco millones de votos no van a ir a ninguna parte por una cuestión demográfica e histórica". Este espacio, ha continuado el político aragonés, "va a seguir creciendo, es una cuestión fundamentalmente de tiempo. Nos gustaría que llegase más más rápido, pero vemos que es estable en el tiempo". Acallando a las voces que internamente apuntan como errores, desde un lado a la confluencia en sí misma, y desde otro a la forma en la que se construyó (con acuerdos entre cúpulas y sin primarias), Echenique se ha referido a la "robustez del bloque de cambio de Unidos Podemos".

Pablo Iglesias: "Vamos a tender siempre la mano a todas las fuerzas políticas y en especial a las progresistas"

Más crítico ha sido con las encuestas, que los situaban desde la publicación del CIS preelectoral como segunda fuerza: Nadie sabe en este momento por qué el resultado no ha sido el que daban las encuestas". Echando balones fuera también ha orientado sus críticas hacia el PSOE. De hecho, ha afeado a Pedro Sánchez su "campaña de ataques" porque entiende que ésta ha podido "engordar a la derecha". La autocrítica respecto al conservador diseño de la campaña, orientada a mantenerse en la segunda tratando de no cometer errores y evitando cualquier tipo de riesgos, también ha sido la gran ausente, en contraposición a los primeros análisis que ya han realizado entre una parte de las bases del partido o el propio Juan Carlos Monedero.

"No basta con hacer un discurso hueco, adornada de una labia simpar y emebellecido con el oropel de las televisiones", ha criticado el exdirigente, que ha mantenido un activo papel en la pasda campaña electoral. Con todo, cree que ni Pablo Iglesias ni Íñigo Errejón deben dimitir como los "paniaguados del bipartidismo piden porque saben que Podemos es la única fuerza que va a hacer valer los intereses de la mayoría". El secretario de organización ha subrayado en este sentido que el diseño de a campaña se realizó de forma consensuada. La posibilidad de que se produzcan dimisiones también ha sido descartada en esta primera reunión de la ejecutiva.

Los reproches a la línea dura de los socialistas durante la campaña no han impedido que la dirección del partido haya decidido "mostrarse abiertos a la posibilidad de conformar un Gobierno progresista". El mensaje que el secretario general de Podemos envió anoche a Pedro Sánchez para entablar diálogo todavía no ha obtenido respuesta, según han recalcado. Pablo Iglesias ha explicado a la prensa tras abandonar el encuentro que van a "tender siempre la mano a todas las fuerzas políticas y en especial a las progresistas", dejando abiertas todas las posibilidades.

Desde Podemos son conscientes de que, como tercera fuerza, "la iniciativa de formar Gobierno no nos corresponde a nosotros", por lo que esperan la respuesta de Ferraz abrir canales de comunicación. Además, el secretario de organización no ha escondido su desconfianza porque "parece que se está apostando por la otra vía", en referencia a una gran coalición (por activa o por pasiva).

El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, ha sido el encargado de dar la cara tras la reunión del consejo de coordinación celebrada esta mañana para analizar los "insatisfactorios" resultados en las elecciones generales. Sin apenas autocrítica, pues aseguran desconocer los datos necesarios para apuntar las causas del millón de apoyos perdidos, la principal conclusión es que la hoja de ruta de la confluencia no tiene vuelta atrás. Al margen de lo electoral, la alianza de las principales fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, bajo el paraguas común de Unidos Podemos, no está en cuestión. Al menos esta es la conclusión que el secretario de organización ha transmitido tras la finalización de la ejecutiva del partido, en la línea con lo ya expresado en la noche de ayer por el secretario general Pablo Iglesias.

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