Las nuevas claves de Podemos incluyen la familia, 'pacto a la barcelonesa'... y poca riña

Podemos buscará desmarcarse del discurso de sus oponentes en la campaña electoral que arranca el próximo 10 de junio introduciendo una retahíla de elementos novedosos. Mirar al futuro en contraposición a los que miran al pasado revisando el relato sobre el papel de cada cual durante los cuatro meses de legislatura, contrarrestar la “geografía emocional” hosca y enfangada por otra basada en la sonrisa y la ilusión, o aplaudir los gestos del PSOE que consideran positivos para construir un Gobierno de cambio en lugar de bajarse al barro. Estas son algunas de las líneas maestras de la campaña que apunta el secretario político, Íñigo Errejón, en clave retórica, pero que se complementarán con otras claves políticas, como la búsqueda del voto de los padres y abuelos, que rompa la brecha intergeneracional que caracteriza a su electorado, o la defensa de un Gobierno a la barcelonesa (encabezado por los comunes) en superación del Gobierno a la valenciana (encabezado por los socialistas).

La formación liderada por Pablo Iglesias, en su constante afán por tomar la iniciativa, ha diseñado una campaña con la que tratará de evitar que le marquen el terreno y moldear el discurso de sus rivales en la medida de lo posible. Para ello, se han propuesto no bajarse al barro con quienes consideran sus aliados -el PSOE- sin responder a las apelaciones directas ni mucho menos a lo que consideren provocaciones. La clásica campaña en positivo, la campaña en su caso de “la mano tendida”, aunque con el convencimiento esta vez de que, como ha apuntado el responsable de campaña, “el cambio político en estos momentos lo encabezamos nosotros”.

La incorporación de Izquierda Unida a la candidatura ha sido el elemento más novedoso y destabilizador de una campaña que, precisamente por ello, Podemos encara como una segunda vuelta. El propio Errejón explica que se trata de una novedad “que puede desequilibrar la campaña y que obliga a posicionarse al resto de partidos”. La convicción es que el acuerdo no solo suma, sino que multiplica. Con este marco, el número dos de Podemos entiende que “existen las condiciones para dar el empujón definitivo que faltó” el 20-D. De la remontada al desempate, el nuevo grito de guerra de la formación para el 26-J.

Podemos insiste en mirar hacia adelante pero sin olvidarse de sus orígenes con “una campaña que profundice el proceso de cambio iniciado con el 15-M y que ahora puede hacer que haya un Gobierno al servicio del pueblo”. El 'sorpasso' no formará parte de su vocabulario de campaña, a no ser que sea para referirse al PP. Se interpreta como un ataque a sus potenciales aliados. “Ellos intentan enfangar la campaña, volviendo continuamente la vista atrás, nosotros miramos a la creciente ilusión de mucha gente que se quedó cerca de lograr el cambio”, explica el portavoz parlamentario durante la pasada legislatura. “Ganas y sonrisas” frente a los “gestos hoscos de nuestros adversarios”.

Podemos insiste en mirar hacia adelante, pero sin olvidarse de sus orígenes, con “una campaña que profundice el proceso de cambio iniciado con el 15-M"

Esta política de “mano tendida” ha llevado a Podemos a ignorar la gran mayoría de los ataques recibidos en precampaña por Pedro Sánchez. Los pocos deslices cometidos en este sentido han sido respuestas en genérico, sin personalizar ni en el PSOE ni en su candidato. Siguiendo con esta estrategia, Podemos ha aplaudido el programa en materia social presentado por el PSOE porque “se parece mucho al nuestro y esto nos enorgullece”.

Voto intergeneracional

Tampoco se han ahorrado elogios a los socialistas por su reconocimiento de la singularidad de Cataluña. “Se van acercando, es un paso, faltan más en este terreno”, apunta Errejón, quien reconoce que ponerlo ya sobre la mesa ayudará cuando se afronte en unas hipotéticas negociaciones de gobierno el encaje territorial de Cataluña. Podemos mantiene intacta su propuesta plurinacional y el derecho a decidir.

Los votantes mayores de 65 años siguen siendo el principal talón de Aquiles de la formación

El equipo de campaña de Podemos se fija como reto “recuperar la ilusión”, lo que se traduce en atraer a los sectores que, aseguran, “ven el cambio con simpatía pero todavía no han dado el paso, y que ahora gracias a la capacidad de acuerdo [con IU] y a la oportunidad, confían en nosotros”. En palabras de Errejón: aquellos que "todavía votan opciones tradicionales pero que ya se les calienta un poco el corazón para protagonizar la epopeya democrática”. Además de estos sectores, socialistas por definición, la formación emergente pondrá especial atención en el elemento intergeneracional. Esos padres y abuelos que en casa tienen hijos o nietos que votan Podemos: “Esta vez hace falta que los mayores voten con sus hijos”.

Los votantes mayores de 65 años siguen siendo el talón de Aquiles de la formación, mientras que un tercio de sus apoyos proviene de los menores de 35, según datos del último CIS. Para revertir la situación, serán recurrentes los mensajes de campaña emotivos, en los que se aliente el voto en familia con el objetivo de que las generaciones mayores coincidan en su papeleta con las nuevas generaciones.

'Gobierno a la barcelonesa'

El veto al término del 'sorpasso' no impide su presencia indirecta en los juegos de palabras. Este es el caso del 'Gobierno a la barcelonesa', al que ha recurrido Errejón. “Vamos a poner toda la carne en el asador para lograr un 'Gobierno a la valenciana', aunque igual lo que toca es un 'Gobierno a la barcelonesa', que podría ser el ejemplo de lo que puede pasar en toda España". El número dos de Podemos parafraseaba al candidato de En Comú Podem, Xavier Doménech, quien apostó el pasado fin de semana por lograr un Gobierno tras el 26-J a la imagen del recientemente pactado en el Ayuntamiento de la ciudad condal entre Barcelona en Comú y el PSC.

Podemos recurre al Gobierno a la barcelonesa (encabezado por los comunes) en superación del Gobierno a la valenciana (encabezado por el PSOE)

El cabeza de lista de los comunes elogió los logros de la alcaldesa Ada Colau (quien tendrá un gran protagonismo en campaña) durante su primer año de mandato, y mostró su deseo de construir en España “un Gobierno a la barcelonesa en el que el PSOE no se vaya a las nuevas derechas de Ciudadanos, sino que dé apoyo a las nuevas fuerzas”. El acuerdo entre Barcelona en Comú y los socialistas se cerró la pasada semana, suponiendo un balón de oxígeno para el Gobierno municipal, en minoría y con dificultades para sacar adelante los presupuestos.