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Sánchez descarta que el PSOE se abstenga y deje gobernar a cualquier candidato del PP
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EN EL foro 'cuatro + uno' del diario 'el mundo'

Sánchez descarta que el PSOE se abstenga y deje gobernar a cualquier candidato del PP

El líder socialista pide al PP que aunque gane en votos no gane al candidato a la investidura que reúna más escaños. Afirma que Rajoy "juega a que el PSOE sea tercera fuerza"

Foto: Pedro Sánchez visita la Feria del Libro de Madrid con su mujer, Begoña Gómez, este 31 de mayo. (EFE)
Pedro Sánchez visita la Feria del Libro de Madrid con su mujer, Begoña Gómez, este 31 de mayo. (EFE)

La especulación había corrido demasiado desde el pasado viernes. Entonces, en Sitges, Pedro Sánchez garantizó que no habría unas terceras elecciones. Y eso daba pie a pensar que el PSOE podría abstenerse y dejar gobernar al PP, al que todas las encuestas siguen situando como primera fuerza. El secretario general no había cerrado explícitamente la puerta porque quiere colocar el mensaje de que sale a ganar las generales, pese a que tiene muy claro (él y su equipo en Ferraz) que no cederá paso a los populares. Hasta este martes.

Sánchez acudió al foro 'Cuatro + Uno' del diario 'El Mundo' -una entrevista a cuatro bandas entre los periodistas Luis Ángel Sanz, Lucía Méndez, Carlos Segovia y Carmen Remírez de Ganuza- y se le preguntó a las claras si descartaba de plano el escenario de una abstención de su partido para que "cualquier candidato" del PP pueda lograr la investidura. "No me lo planteo. Lo descarto". Con esa rotundidad intentaba atajar la confusión de los últimos días.

En cambio, el candidato socialista sí pidió a los populares que, aunque ganen en papeletas el 26-J, "no veten al partido que obtenga más escaños para presentarse a la investidura", porque el español es un sistema parlamentario, y no aquel en el que gobierna la lista más votada. Eso ocurrió en el fallido proceso de negociación: PSOE y Ciudadanos (más Coalición Canaria) sumaron 131 asientos en el Congreso, más que los 123 que conquistó el PP en las generales del 20-D por sí mismo. Sin embargo, Sánchez dijo primero eso y luego una idea contradictoria, puesto que considera "ciencia ficción" que el partido de Mariano Rajoy pueda abstenerse para facilitarle el paso a La Moncloa.

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Segovia le inquirió por las presiones de los poderes económicos a favor de una gran coalición, por la afirmación que él mismo hizo ante el comité federal de su partido el pasado 28 de diciembre: "Los poderes económicos intentaron condicionar y hasta someter al PSOE, y no lo lograron. Yo, personalmente, pasé el Rubicón frente a sus pretensiones cuando declaré la incompatibilidad del PSOE con el PP y su máximo dirigente, Mariano Rajoy. De ahí los duros ataques de la derecha". El jefe de Ferraz no recordaba esa frase suya, e incluso apuntó que si se ha trasladado esa idea "no es cierto" porque "nunca" hubiera "aceptado" que se hubiera sometido al PSOE a tal presión. "No ha habido ningún poder económico que me haya presionado", zanjó. Fuentes próximas al cabeza de lista precisaron que esa afirmación suya, que sí se produjo, fue anterior al proceso de negociación, y a la campaña, y no posterior.

El líder socialista acusa a Rajoy de ser "el mejor jefe de campaña" de Iglesias porque "lo que quiere es que el PSOE deje de ser la alternativa al PP"

El líder socialista dejó durante el foro, moderado por Francisco Rosell, adjunto al presidente de Unidad Editorial, otro mensaje envenenado contra Rajoy. El presidente en funciones, afirmó, "ha jugado a que el PSOE sea tercera fuerza, y juega a eso". "El mejor jefe de campaña de Pablo Iglesias es Mariano Rajoy, porque quiere que el PSOE deje de ser la alternativa". Sánchez argumentó que tras el 20-D "hubo dos candidatos", Rajoy e Iglesias, que "no aceptaron" el resultado de las urnas. El primero, porque no sumó ningún aliado ni los sumará, predijo, tras el 26-J, con lo que mete al PP "en un callejón sin salida". Y el segundo, porque pretendió desde el primer minuto ganar al PSOE. Aunque en este caso, y como vaticinó en una entrevista con El Confidencial, si los socialistas son primera fuerza, "el ala moderada de Podemos se impondrá al ala dura de [Juan Carlos] Monedero y Pablo Iglesias". Ambos, el jefe del Ejecutivo y el responsable de Podemos, son "las dos caras del bloqueo político" a la investidura. Por eso también "el mejor jefe de campaña de Rajoy es Iglesias".

El ala moderada

Tampoco dio demasiados argumentos que avalasen su presunción de que con el sector "más proclive" a entenderse con el PSOE será más fácil dialogar tras las siguientes elecciones. El candidato alegó que en el Congreso su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, pudo pactar casi la totalidad de iniciativas con su homólogo morado, Íñigo Errejón, y que cuando este pilotaba las negociaciones fue posible sostenerlas más en el tiempo, mientras que con Iglesias se acabaron "en doce horas". Como en otras ocasiones, Sánchez aseguró que el jefe de la formación emergente nunca tuvo un "problema" con los contenidos, con el pacto trenzado anteriormente con Ciudadanos, sino que ello le suponía apoyar a un candidato socialista a la investidura.

No vamos a vetar a ninguna fuerza política del cambio y, si el PSOE es primero, los que nos dijeron que no, nos dirán que sí

El secretario general no quiso mojarse cuando se le preguntó si Iglesias no le parecía "de fiar" -"es su interpretación", le dijo a Sanz-, pero sí reiteró que sólo estaba preocupado por los "sillones" y no por las políticas, con el control de los resortes del Estado, con su apuesta por un Gobierno a la valenciana pese a que sabía que "no era posible". Sánchez no se negó a un Ejecutivo de coalición, pero sí le dijo, aseveró, que este no se puede cimentar sobre la "desconfianza". En resumen, el proceso de negociación fue "rocambolesco" e Iglesias no quería de verdad "tender puentes".

Una Vicepresidencia de Sostenibilidad

Esa es la lectura socialista de lo que ocurrió tras el 20-D. ¿Y ahora, después del 26 de junio? "No vamos a vetar a ninguna fuerza política del cambio y, si el PSOE es primero, los que nos dijeron que no, nos dirán que sí". Y si no vence, su partido repetirá estrategia, "intentará propiciar el cambio" al que aspiran siete de cada diez españoles -el 70% que en diciembre no eligió la papeleta del PP-. En definitiva, que tenderá la mano a Podemos y Ciudadanos. ¿En un Gobierno monocolor? ¿Y ve a Iglesias de vicepresidente? El secretario general remarcó que antes de hablar de cargos tocará discutir sobre "políticas", y si se ponen sobre la mesa medias "socialdemócratas", el PSOE podrá "entenderse" con "todas las fuerzas que defiendan esos contenidos".

Pedro Sánchez: "Si yo fuera Albert Rivera, no hubiera ido a Venezuela ahora"

La doctrina de Sánchez no es exactamente la misma que la de Susana Díaz, que sólo quiere ponerse en un escenario, el de "ganar", y que ha advertido en numerosas ocasiones que si el PSOE no vence, no podrá gobernar. Pero la postura de la presidenta andaluza, señaló, es para él más "un acicate" que un aviso por anticipado de las consecuencias.

Pistas sobre la configuración de su Gobierno -aunque estaban presentes varios de sus ministrables, como Margarita Robles, Jordi Sevilla, Magdalena Valerio, José Enrique Serrano, María González Veracruz o Luc André Diouf-, pocas. No suprimiría Defensa -"por supuesto que no", lo contrario de lo que dijo al principio de su mandato en una entrevista informal- y sí incluiría una Vicepresidencia de Sostenibilidad para que coordinase los departamentos relacionados con la energía, el medio ambiente o el transporte y luchar así de forma más efectiva contra el cambio climático.

No hay "discrepancias" entre Zapatero y González

Sánchez tuvo que contestar sobre Venezuela y el reciente viaje del presidente de Ciudadanos a Caracas. "Si hubiera sido Rivera, no hubiera ido a Venezuela ahora", por las "dudas de que ese viaje haya ayudado a la causa" y sobre todo porque "la situación es tan dramática que cualquier riesgo de instrumentalización, aunque sea mínimo, hay que evitarlo". Contó que él también había recibido la invitación para volar hasta el país latinoamericano y la rechazó. "Si uno va a Venezuela es para ayudar". Calificó de "inaudito" y "lamentable" que el PP "instrumentalice para una cuestión absolutamente electoral el Consejo de Seguridad Nacional", que se reunió la pasada semana para abordar la situación.

Pedro Sánchez, sobre su futuro en el PSOE: "Estoy al principio de mi mandato"

Para el secretario general, no es un "debate forzado" que se hable de Venezuela o de Grecia, dado que es Podemos el que "ha importado el régimen chavista y la experiencia de Syriza". Lo que sucede, recalcó es que Hugo Chávez, Nicolás Maduro o Alexis Tsipras son "juguetes rotos" de Iglesias, a quien apremió a aclarar la financiación de su partido y la relación con el país suramericano. Sánchez añadió que no hay "discrepancias" en las posturas de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, puesto que el primero "siempre ha defendido la mediación".

Sánchez advierte a los suyos de que su proyecto necesita "madurar y reposar"

Está claro que en la campaña Pedro Sánchez va a intentar minimizar el ruido interno. Al máximo. Y por eso busca evitar declaraciones polémicas

No obstante, sí lanza algunos avisos a navegantes (o sea, a los críticos de su partido). Por ejemplo, este: "Estoy al principio de mi mandato [como secretario general]. Los proyectos políticos necesitan madurar y reposar". Sánchez subrayó que se siente "muy querido" por los militantes, los cuadros y, "sobre todo", por los votantes, y que su futuro dentro del PSOE, lo decidirán primero "los españoles y luego los militantes". "Aspiro a presentarme a la secretaría general como presidente del Gobierno", contestó cuando se le preguntó si, "pase lo que pase", buscará la reelección como líder del PSOE. Tampoco aclaró si dimitirá el 26-J si saca menos de 90 escaños, porque su objetivo es "gobernar y obtener mejor resultado". 

El candidato subrayó que ha sido avalado en los últimos procesos internos: la consulta por el pacto con Ciudadanos, con casi un 79% de apoyo, o las primarias para elegir candidato a La Moncloa, en las que no encontró rival. Pero no quiso entrar en si ganaría a Susana Díaz en el congreso, porque a quien aspira a vencer "es a Rajoy". 

El secretario general sí hizo autocrítica de una polémica frase dentro de su partido que quedará grabada del 20-D, el "hemos hecho historia", pese a que el PSOE obtuvo el peor resultado en democracia, 90 escaños: "Me arrepiento de aquella afirmación porque no se entendió". Ahora ni tan siquiera quiso calificar de "fracaso" que quede segundo, porque aspira "a la medalla de oro", no la de plata. Y eso que las encuestas no le dan bien, pero como ya sostuvo en su entrevista en este periódico, "los españoles quieren más al PSOE que las empresas demoscópicas". Y el PSOE está ahora en "mejores condiciones" para obtener un mejor resultado que el 20-D, defendió.

La especulación había corrido demasiado desde el pasado viernes. Entonces, en Sitges, Pedro Sánchez garantizó que no habría unas terceras elecciones. Y eso daba pie a pensar que el PSOE podría abstenerse y dejar gobernar al PP, al que todas las encuestas siguen situando como primera fuerza. El secretario general no había cerrado explícitamente la puerta porque quiere colocar el mensaje de que sale a ganar las generales, pese a que tiene muy claro (él y su equipo en Ferraz) que no cederá paso a los populares. Hasta este martes.

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