El PP propone un debate a cuatro y rechaza el cara a cara con Sánchez que pide el PSOE

La campaña del 26-J no traerá un cara a cara de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Hasta ahora, nada se había hablado en público de esa posibilidad, porque los socialistas, los que entienden que salió reforzado su líder en el duelo anterior en televisión, no habían lanzado su órdago. Lo hicieron este miércoles, durante la segunda reunión de su comité electoral. Y el PP se apresuró a decir que no, porque lo que quiere es un debate a cuatro, argumentando que es el que mejor se acomoda a la realidad del Parlamento. Claro que a otro posible cara a cara, el de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, ha sido el PSOE el que ha respondido con una negativa.

César Luena, coordinador general de la campaña socialista y secretario federal de Organización, trasladó la solicitud a los populares en una intervención en abierto para los medios. El número dos del partido reclamó a Rajoy que "acepte los cara a cara porque no se les puede hurtar a los españoles un debate entre quienes ahora gobiernan y entre la alternativa que gobernará a partir del 27 de junio". "Sólo el PSOE puede ganar al PP. Sólo el PSOE tiene una alternativa al PP y sólo Pedro Sánchez puede ganar a Rajoy", alegó Luena para defender su propuesta.

Era la primera vez que Ferraz verbalizaba su deseo de un duelo con Rajoy. Hasta ahora, había metido presión al PP con un debate a cuatro, y había adelantado que Sánchez no acudiría a ningún encuentro televisivo al que no asistiera el presidente del Gobierno en funciones. La voluntad era impedir que Rajoy se escapara esta vez, pero también pesaba el análisis de que al secretario general no le beneficiaron en la pasada campaña los formatos de 'El País' -un debate a tres, con Albert Rivera y Pablo Iglesias- y Atresmedia -uno a cuatro, pero con Soraya Sáenz de Santamaría como 'enviada' del PP-. Pero ahora, explicaban fuentes de la dirección, sí que había una propuesta de cara a cara sobre la mesa, de Antena 3, por lo que era pertinente lanzar el envite a los conservadores, informa Efe.

El PP, como ya intuía Ferraz, dio un no por respuesta. Más de tres semanas después de convocadas las elecciones, los populares propusieron un debate electoral a cuatro, con Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias (y en terreno “neutral”) como plato fuerte de la próxima campaña para el 26-J. Además, el PP descarta un mano a mano con el candidato socialista como el de los anteriores comicios e insinúa que en ese caso habría que ver primero cómo van las encuestas para elegir el rival que debería medirse con el presidente del Gobierno en funciones.

El PSOE defiende que "no se les puede hurtar a los españoles un debate entre quienes ahora gobiernan y entre la alternativa que gobernará a partir del 27-J"

El comité de campaña del Partido Popular, reunido bajo la dirección de su responsable, Jorge Moragas, ha acabado de confirmar la decisión que la mayoría de los principales dirigentes daban por hecho: los resultados del 20-D obligan a que las cuatro principales formaciones contrasten programas y gestión en el debate principal.

¿Y un cara a cara Rajoy-Iglesias?

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, recalcó que ese debate a cuatro debe ser complementado con otros abiertos a más formaciones, más todos los que se consideren oportunos, ya que su partido está dispuesto a concurrir allá donde se le convoque.

Dado que el PSOE había pedido un cara a cara entre Rajoy y Sánchez, Casado recordó que el reparto de fuerzas después de lo visto en las últimas elecciones cambia por completo la situación, que no hay ya sólo dos partidos en liza que se disputen la Presidencia del Gobierno. Un encuentro a cuatro, por tanto, es "el formato más idóneo", porque es "el que mejor representa la pluralidad" del nuevo Parlamento. "Es lo que los votantes están esperando. Rajoy considera que puede ser el mejor servicio de cara a la campaña", aseguró.

Casado deja caer que en lugar de Sánchez el contrincante de Rajoy sea el líder de Podemos, atendiendo a las encuestas previas al 26-J

Y por si los socialistas insisten en esa idea insistió en que tampoco está nada claro, según los últimos sondeos, cuál es la formación que puede estar en segundo puesto: Podemos. O sea, abrió la puerta a que su contrincante sea Pablo Iglesias. "Habría que evaluar quiénes serían esas dos fuerzas que las encuestas reflejan con mayor importancia de cara a los comicios", manifestó.

El PP rechazó también finalmente que Rajoy participe en un debate a cuatro en la Universidad Carlos III de Madrid, organizado por la asociación de estudiantes Demos, que ya se encargó del duelo Rivera-Iglesias para las generales de diciembre. Moragas, en un mail remitido al colectivo y que este transcribió en un comunicado de protesta, alegó que se guían por razones de audiencia, y ofreció otro candidato del PP. Opción que Demos rechaza. La asociación ya tiene confirmados a Rivera, Sánchez e Iglesias, pero dado que los dos primeros han condicionado su presencia en debates a cuatro a la participación del jefe del Ejecutivo en funciones, es previsible que se descuelguen. Hoy mismo, Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo de C's en el Congreso, confirmó que su jefe de filas solo acudirá a aquellos encuentros en los que estén "todos los líderes".

Debates "más justificados que nunca"

El 'tête à tête' de Rajoy y Sánchez, organizado por la Academia de la Televisión y moderado por Manuel Campo Vidal, sirvió al candidato socialista para tomar oxígeno y relanzar su campaña, pese a la polémica por haber llamado al jefe del Ejecutivo político "no decente", expresión de la que se arrepintió, como afirmó recientemente en una entrevista de radio. Pero el líder del PP salió más escaldado.

"¿Por qué debatir con la tercera fuerza y no con la cuarta? Sería un mal precedente", alega el comité socialista para rehusar un Sánchez-Iglesias

Los socialistas están dispuestos a que haya varios debates a cuatro, porque hay varias peticiones formuladas, pero desde el principio Óscar López, vicecoordinador de estrategia y comunicación del comité electoral, se temía que el PP sólo iba a querer uno. Luena, durante su intervención, defendió que en una campaña marcada por la austeridad -Ferraz gastará un 30% menos, pasará de 9 a 6 millones-, los choques en televisión "están más justificados que nunca" para contrastar las ideas y propuestas de cada partido.

Lo que no aceptará Ferraz es un careo entre Sánchez e Iglesias, como sí han demandado ya algunos medios. El comité electoral de los socialistas entienden que un cara a cara han de protagonizarlo "quienes tienen opciones de ser presidente", Rajoy o Sánchez. Una posición congruente con su planteamiento de campaña, que busca confrontar con el PP y azuzar a Podemos por haber impedido el cambio. "¿Por qué debatir con la tercera fuerza y no con la cuarta? Sería un mal precedente. El debate tiene que ser entre los candidatos de los dos principales partidos, como se ha hecho toda la vida", justificaron fuentes del equipo electoral citadas por Efe.

Ya está confirmado un cara a cara: el de Rivera e Iglesias, el 5 de junio en 'Salvados'. Será el 'partido de vuelta' del encuentro que los dos tuvieron en octubre

Sí está confirmado otro cara a cara. Será entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. El 5 de junio, en el programa 'Salvados', que presenta Jordi Évole, según confirmó La Sexta este miércoles. Será la segunda vez que los dos se pongan frente a frente en el espacio de La Sexta. El anterior, en octubre, arrastró una audiencia del 25,2%: 5.214.000 espectadores, cifras que lo convirtieron en la edición más seguida de toda la historia del programa. En este caso, el espacio se emitará muy pocos días antes del arranque de la campaña, el viernes 10 de junio.

Rajoy, un "político de serie B"

César Luena, durante su intervención, aprovechó para arremeter contra el PP por su último escándalo judicial: la fianza de 1,2 millones que le ha sido impuesta a Génova como responsable civil subsidiario del caso Bárcenas. El secretario de Organización puso en cuestión la legitimidad de Mariano Rajoy para seguir al frente del Ejecutivo. 

"Si Rajoy tiene un programa B y una financiación en B, Rajoy es un político de serie B y un político de serie B no puede seguir gobernando España", aseguró. "La palabra de Rajoy está como su partido: bajo fianza". Luena también aludió a la posible sanción de Bruselas a España por incumplimiento de los objetivos de déficit debido a su "desastrosa" gestión. 

Y ahí el PSOE cuela su mensaje: el país demanda de forma "mayoritaria" cambio, un Gobierno "limpio, social y justo", y eso únicamente lo garantiza el voto a Pedro Sánchez, "sin necesidad de intermediarios". Los socialistas representan "el cambio con garantías". "Las soluciones no pasan ni por Panamá ni por Venezuela, sino por la socialdemocracia", liquidó el secretario de Organización. informa Efe.