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Pedro Sánchez: "Si dependo de Iglesias, no seré presidente del Gobierno"
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ANTES DE DESPLAZARSE A GRANADA PARA MITINEAR CON SUSANA DÍAZ

Pedro Sánchez: "Si dependo de Iglesias, no seré presidente del Gobierno"

El candidato socialista insiste en que sale "a ganar" las elecciones y que las encuestas le motivan para pelear. Se compromete a articular un Gobierno "social, dialogante y limpio"

Foto: Pedro Sánchez, durante el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, este 23 de mayo en el hotel Ritz de Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez, durante el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, este 23 de mayo en el hotel Ritz de Madrid. (EFE)

Llamamiento al voto útil. A concentrar las aspiraciones de "cambio" de los ciudadanos. El PSOE juega esa carta para el 26-J con, con total rotundidad, y ello explica los mensajes que su líder, Pedro Sánchez, y el resto de dirigentes lanzan en las últimas semanas. Afinando cada vez más. Si ayer domingo el candidato señalaba que el cambio no tiene "intermediarios", porque no lo aseguran, a su juicio, las formaciones emergentes -especialmente Podemos-, hoy profundizó en ese argumento: si su investidura depende del voto de Pablo Iglesias, como ocurrió tras el 20-D, entonces él no será presidente del Gobierno.

Fue la principal señal que dejó Sánchez en el desayuno informativo que protagonizó este lunes, organizado por Nueva Economía Fórum en el hotel Ritz de Madrid. El mismo escenario en el que intervino Susana Díaz hace menos de una semana. Misma demostración de fuerza de ambos, por cierto: tres salones llenos hasta la bandera. Ejecutiva federal prácticamente al completo, con la presencia del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y los secretarios autonómicos de Madrid, Castilla y León y Euskadi. El líder socialista, que fue presentado por su número dos por Madrid, la magistrada Margarita Robles, entró a la sala principal con su mujer, Begoña Gómez, que ya le acompañó el 14 de mayo en Móstoles, en su proclamación como candidato.

El PSOE es la garantía de cambio y la lección es que si el PSOE no gana, no habrá cambio. Iglesias no aceptará a un presidente socialista

Sánchez ironizó con que Iglesias pasó de hablar de la "cal viva" a regalarle un libro de baloncesto y prometerle "amor eterno" para después darle portazo a la hora de la verdad. "El PSOE es la única garantía de cambio y la lección del 20-D es que si el PSOE no gana, no habrá cambio. Si dependo de los votos de Iglesias, nunca aceptará a un presidente socialista", señaló el secretario general durante el turno de preguntas de los periodistas. Para Sánchez, el problema del líder de Podemos no estuvo en el acuerdo con Ciudadanos, porque había elementos comunes en las tres formaciones que habrían posibilitado el acuerdo, sino en "tener que votar a un candidato socialista". Y zanjó: "Si dependo de Iglesias, no seré presidente del Gobierno".

Pedro Sánchez: "Si dependo de los votos de Iglesias, no seré presidente"

Una afirmación sin matices que pretende pescar voto útil y graban en los electores la idea de que sólo el PSOE puede sacar a Mariano Rajoy de La Moncloa. Para Sánchez, el jefe de Podemos sólo querrá pactar con el PSOE si es él quien gana, lo que demuestra que "no hay nada que ame más que a sí mismo". Latiguillo, por cierto, que ya usó en la anterior campaña.

Más aún, completó su advertencia de ayer de que el cambio no precisa de "intermediarios". Explicó que estos, los intermediarios, suelen "encarecer el precio de las cosas", "y el precio de no aceptar las imposiciones de Iglesias no puede ser que Rajoy siga siendo presidente". Por tanto, la solución que propone a los ciudadanos es que depositen su confianza en él, y si llega a La Moncloa, será "generoso" y no vetará "a ninguna fuerza del cambio", a ninguno de los dos emergentes. "No lo hice ni lo haré, contaré con todos".

Los españoles "dirán sí al cambio"

Sin embargo, las encuestas son adversas, y son varias las que vaticinan que puede producirse el 'sorpasso' de Unidos Podemos. El candidato restó importancia a esos sondeos: recordó que para el 20-D había ya algunos que situaban al PSOE como tercera fuerza -incluso las israelitas de la noche electoral-, así que se toma todos ellos como "motivación".

Está "convencido" de que la mayoría de españoles "dirá sí al cambio" el 26-J, porque además los españoles "ya conocen" a los cuatro candidatos. Saben, adujo, que votar a Iglesias es "votar contra un candidato socialista", que elegir a Rajoy es como apostar "por un callejón sin salida", porque "nadie quiere pactar con él".

"El viejo joven PSOE es el que ha hecho política nueva", presumió. Así que "la solución es que el PSOE sea la primera fuerza política, y en una semana habrá Gobierno", un Ejecutivo, prometió "dialogante, social y limpio". Eso sí, no se comprometió a no gobernar en caso de que no venza el 26-J.

El secretario general se muestra partidario de aumentar el gasto en Defensa, como su 'ministro' Borrell, pero para luchar contra el yihadismo

Lo que sí descarta el secretario general es un entendimiento con el PP o una gran coalición, porque los dos partidos "representan proyectos distintos". ¿Y si los populares cambian de candidato?, se le preguntó. Sánchez aseguró que el próximo presidente del Gobierno ha de estar "votado por los españoles". Recordó que en los meses anteriores Iglesias planteó la posibilidad de un independiente -"con tal de no votarme, le he escuchado todas las excusas posibles"-, como Rivera sugirió la opción de un "tecnócrata". "Pues no", replicó, sorprendiéndose de que dos formaciones que crecieron "al grito del 'no nos representan'" del 15-M sugieran esa alternativa.

Se le preguntó asimismo por los ayuntamientos del cambio, en los que gobiernan alcaldes de las "franquicias de Podemos", como así las definió él mismo. En ciudades gallegas o en Cádiz, alegó, se ha podido ver que domina el "postureo", mientras que donde el regidor es socialista priman las "políticas sociales". El líder aprovechó para zanjar el debate sobre la entrada del PSOE en el Gobierno de Manuela Carmena, en la capital. Ese asunto "no está sobre la mesa". En cualquier caso, "tendrá que ser un debate que plantee el PSOE-M y posteriormente el PSOE federal tomará una decisión". Ferraz, por tanto, no quiere que se cuele en campaña esta cuestión.

Sánchez aludió además a una de las reflexiones de uno de sus ministrables, Josep Borrell. El extitular de Obras Públicas apostó por aumentar el gasto en Defensa para cumplir con su compromiso con la OTAN de dedicar a esta área el 2% del PIB (ahora no llega al 1%). El candidato consideró "acertada" la propuesta de Borrell y reconoció que la Alianza Atlántica ha pedido ese incremento a sus Estados miembros. Sánchez, no obstante, remarcó que la prioridad de su futuro Gobierno será el gasto social. "Pero, en función de las restricciones presupuestarias, fortaleceremos el Ejército". El secretario general recordó que hay un desafío evidente, como es el terrorismo internacional, y aunque este no exige una solución militar, si requiere para su combate dotar de más medios humanos y materiales a los servicios de inteligencia y contrainteligencia. En sus primeros meses como líder del PSOE, en una entrevista informal con 'El Mundo', Sánchez aseguró que, de suprimir algún ministerio, eliminaría Defensa, algo que chocó incluso a los suyos en el partido.

Pedro Sánchez, partidario de subir el gasto en Defensa para combatir el terrorismo internacional

¿Qué hará si no gana? ¿Qué ocurrirá con él? El secretario general tiró de manual: le "preocupa bastante poco" su futuro personal y en todo caso lo decidirán, dijo, los españoles el 26-J y los militantes del PSOE. "Pero cumplo lo que digo y me presentaré al congreso del partido porque la tradición en el PSOE es que el presidente del Gobierno se presente a la Secretaría General", despachó.

Auditoría de gasto público

Pedro Sánchez impondrá un "recargo de solidaridad" para pagar las pensiones

Sánchez salpicó su intervención y el coloquio posterior de la obligada referencia a la carta enviada por el jefe del Ejecutivo en funciones al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la que le promete más ajustes después del 26-J, según desveló este lunes 'El País'. "Los españoles tienen derecho a conocer qué nuevos recortes quiere acometer Rajoy", le apremió. El secretario general le acusó de "mentir sin pudor" por asegurar en España que "quiere bajar impuestos", mientras promete a Bruselas que va a "recortar el gasto público", y garantizó que él va a "decirle la verdad" a los españoles: No podrá reducir los impuestos pero no tocará el Estado del bienestar.

Sánchez acusa a Rajoy de "mentir sin pudor". Se compromete a subir los impuestos a las grandes fortunas y las grandes corporaciones

El líder socialista se comprometió a no tocar "ni un céntimo" los impuestos a la clase media y trabajadora y sí aumentarlos para los grandes patrimonios y las grandes corporaciones y luchar contra el fraude. También adelantó que, si llega a La Monclóa, habrá una auditoría del gasto público para suprimir "cualquier gasto superfluo" y que reconstruirá el Pacto de Toledo con un "recargo de solidaridad" para sostener el sistema público de pensiones. Recordó igualmente que su partido pondrá en marcha una reforma fiscal.

El aspirante presidencial también explicó que si gana implantará un plan de choque de empleo y para la inserción laboral. Así, prometió bonificaciones del 100% de las cotizaciones a la Seguridad Social durante el primer año a las empresas que contraten a parados de larga duración, que pasará a ser del 50% en el segundo año. Este plan se financiaría en parte por los presupuestos, pero también gracias ala supresión de todas las bonificaciones de que disfrutan actualmente las empresas, salvo las que existen para incorporar a colectivos en riesgo de exclusión, víctimas de la violencia machista y discapacitados.

Esta tarde, Sánchez coincidirá de nuevo con Susana Díaz. El acto, que tendrá lugar a partir de las 19.30 horas en el Palacio de Congresos de Granada, será la primera ocasión en que mitineen los dos dirigentes juntos en precampaña y en Andalucía. Previamente, a partir de las 18.45 horas, Díaz y Sánchez realizarán un recorrido por algunas calles del centro de Granada acompañados del nuevo alcalde de la ciudad, Paco Cuenca (PSOE), y de miembros de la candidatura socialista a las elecciones del 26 de junio. Mañana, el líder se moverá a Córdoba y Jaén, pero ya sin la baronesa andaluza.

Exhibición de músculo antes del 26-J

Susana Díaz llenó el Ritz la semana pasada. Y este lunes ocurrió con Pedro Sánchez igual. Incluso de forma más rotunda en los tres salones que empleó el hotel para alojar el desayuno informativo. 

Al lado de tribuna, se dispuso una mesa presidencial alargada, como de banquete de boda. El protagonista, el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, el único presidente autonómico socialista en la sala. A su lado, la presidenta del PSOE, Micaela Navarro; el secretario de Organización, César Luena, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero. A ellos habría que sumar tres barones, aunque sin Gobierno: la líder del PSE, Idoia Mendia, y los secretarios de Madrid y Castilla y León, Sara Hernández y Luis Tudanca.

Sánchez movilizó a prácticamente a toda su ejecutiva y a sus estrechos colaboradores y a los miembros de su Gobierno en la sombra: el portavoz del comité electoral, Antonio Hernando; el responsable de estrategia y comunicación, Óscar López; Rodolfo Ares, encargado de la programación de campaña; los integrantes de la dirección Susana Sumelzo, Luisa Faneca, Iratxe García, Manuel de la Rocha Vázquez y Antonio Pradas; la cabeza de lista por Barcelona y posible 'vicepresidenta', Meritxell Batet; el responsable del comité de expertos, José Enrique Serrano; los ministrables Jordi Sevilla (Economía), Ángel Gabilondo (Educación), Ana García D'Atri (Cultura), María González Veracruz (Ciencia), Núria Parlon (Políticas Sociales), Luc André Diouf (Inmigración), Gregorio Cámara (reforma constitucional) o Carmen Montón (Igualdad). 

También acudieron al desayuno informativo las exministras Elena Salgado y Trinidad Jiménez, la exportavoz del Gobierno de Felipe González Rosa Conde o los número cinco y seis por Madrid, Rafa Simancas y Zaida Cantera

En resumen, oficialismo, muchísimo, y críticos, menos. No estaba allí el siete por la capital, Eduardo Madina, aunque sí la exportavoz en el Congreso y número uno por Valladolid, Soraya Rodríguez.

No acudieron, sin embargo, ninguno de los dos expresidentes socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ni tampoco el antecesor de Sánchez en el cargo, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni Joaquín Almunia. Los tres últimos sí asistieron al mitin central de este domingo en Madrid

Llamamiento al voto útil. A concentrar las aspiraciones de "cambio" de los ciudadanos. El PSOE juega esa carta para el 26-J con, con total rotundidad, y ello explica los mensajes que su líder, Pedro Sánchez, y el resto de dirigentes lanzan en las últimas semanas. Afinando cada vez más. Si ayer domingo el candidato señalaba que el cambio no tiene "intermediarios", porque no lo aseguran, a su juicio, las formaciones emergentes -especialmente Podemos-, hoy profundizó en ese argumento: si su investidura depende del voto de Pablo Iglesias, como ocurrió tras el 20-D, entonces él no será presidente del Gobierno.

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