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La llegada de Podemos al Congreso: "Hay quien nos mira como si fuésemos intrusos"
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LOS NUEVOS ROSTROS DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA (III)

La llegada de Podemos al Congreso: "Hay quien nos mira como si fuésemos intrusos"

Noelia y Rita son dos de las voces del partido de Iglesias en sede parlamentaria. Conocidas por su activismo, llevan la palabra "cambio" grabada en su mente y escaño

Foto: Las diputadas de Podemos Rita Bosaho (i) y Noelia Vera. (Enrique Villarino)
Las diputadas de Podemos Rita Bosaho (i) y Noelia Vera. (Enrique Villarino)

Podemos irrumpió en el panorama nacional como la tercera fuerza política cuando el 20 de diciembre más de 5 millones de personas se decantaron por la papeleta morada. 69 diputados llegaron a la sede parlamentaria con una palabra grabada en su mente “cambio”. Es el caso de Noelia Vera (Cádiz, 1985), activista y periodista que se cansó de contar historias sin participar en ellas. Tras su paso por 'La Tuerka' de la mano de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, aumentó su presencia en Podemos y terminó siendo la número uno por la provincia gaditana en las elecciones generales. Rita Bosaho (Santa Isabel, Guinea Ecuatorial, 1965) lleva media vida en Alicante y reconoce afrontar esta nueva etapa con ilusión y con el objetivo de trabajar "para recuperar los pilares básicos de la sociedad. Las nuevas diputadas confían en que llegue el Gobierno del cambio para el que, a su juicio, sólo hay una vía: la gran alianza de la izquierda.

Pregunta (P): ¿Cómo ha sido el desembarco en el Congreso de los Diputados?

Rita (R): Nunca te imaginas las cosas hasta que no las vives. Me lo esperaba con mucha ilusión y lo he vivido expectante, viendo lo que estaba pasando. Muy emocionada.

P: ¿Qué cosas le han sorprendido más?

R: Pues me ha sorprendido la mirada de nuestros adversarios políticos. Estar en un espacio en el que hay gente que ve una especie de coto privado donde se ha gestionado el poder de una manera y el resto de personas no estábamos en contacto con él. Hay personas que nos han mirado como intrusos, como que estás entrando en un espacio que no te corresponde o algo así.

P: Es licenciada en Historia y ha trabajado mucho en el ámbito de la sanidad. ¿Qué espera poder cambiar desde la política?

R: Los pilares básicos de nuestra sociedad. Que haya salud en la población y en la medida en la que yo participe para cambiar las leyes, así será. La salud es una cosa fundamental.

P: ¿Cómo se pasa de periodista a diputada?

Noelia (N): No es tan difícil ese cambio, por lo menos en mi caso. Yo siempre me dediqué al periodismo para la defensa de los derechos humanos y sociales. Entonces llegó un momento en el que después de haber contado tantas historias de injusticia, de desigualdad… sientes la necesidad de no sólo contarlas sino de meterte en ellas y ayudar a cambiarlas. Son dos caminos que se han ido solapando de forma natural en mi caso.

Lo que más me ha sorprendido es la falta de respeto en una Cámara en la que se tratan asuntos muy serios

P: Y usted, ¿se imaginaba así el Parlamento?

N: Bueno, me han sorprendido muchas cosas como la cantidad de privilegios que tiene un diputado por hecho de serlo. Me ha sorprendido para bien, por ejemplo, que todos convivamos en el mismo espacio: periodistas, diputados, personal del Congreso… Dentro del hemiciclo también me ha sorprendido la falta de respeto por parte de algunos parlamentarios cuando intervienen adversarios políticos… Eso es quizás lo que más me ha asombrado, la falta de respeto en una Cámara en la que se tratan asuntos muy serios.

P: Presentaba el programa 'La Tuerka'. Imagino que ese es el origen de su relación con Podemos.

N: Es el inicio de mi relación con Podemos pero no es mi origen como activista y militante, que sí que llevo muchos años desde bien pequeñita. Pero quizá el punto de inflexión, como el de mis compañeros casi en su totalidad, fue el 15-M. Sí es cierto que una vez presento ‘La Tuerka’ tomo relación con Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, que en ese momento los dos eran dirigentes de Podemos. Entonces me meto de lleno en la información y activismo político…

P: ¿Cómo es tener a Pablo Iglesias de jefe?

N: Casi casi que no cambia la relación que tuve dentro de ‘La Tuerka’ y la que tengo ahora. Es una relación muy horizontal tanto con Pablo como con Juan Carlos. Lo ha sido desde el principio porque el sistema de trabajo de Podemos es poner las cuestiones en colectivo y decidirlas de forma casi asamblearia. En el programa era algo parecido: todas las decisiones las tomábamos en conjunto, incluso los temas que íbamos a tratar cada día se debatían en un consejo de redacción en el que aportaban ideas desde realizadores y cámaras hasta Pablo Iglesias como director o yo como redactora. Ese sistema se empieza a intensificar cuando Podemos comienza a desarrollarse y por cuestiones de agenda ellos no podían acudir al programa todas las veces que debían y entonces yo pasé a presentar el programa.

P: Y de activista y presentadora de 'La Tuerka' a número 1 por Cádiz. Una provincia y comunidad, la andaluza, en las que Podemos irrumpió con fuerza.

N: La particularidad de Cádiz es que vivimos en una crisis permanente. La crisis económica y política viene de mucho más atrás que el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007. Eso lo que provoca evidentemente es que haya una situación de emergencia social dramática para la mayor parte de las familias gaditanas. Tenemos en toda la provincia casi un 40% de paro, con muchísimos parados de larga duración, teniendo en cuenta la cantidad de desindustrialización con el cierre; y los ERE llevados a cabo... han dejado en la calle a millones de familias. Y todo esto hace que la gente empiece a tomar partido, porque lo que ha quedado claro es que dejando la política en manos de otros al final no se hacía nada a su favor. La gente se empoderó, la bahía de Cádiz ya era una referencia en el activismo y las luchas obreras y eso se intensificó al ver la posibilidad de gobernar las instituciones de una forma diferente con Podemos.

P: Rita, usted lleva cerca de dos décadas en Alicante. ¿Cómo cree que acabará Rita Barberá en la Comunidad Valenciana?

R: Yo, por lo menos, espero que acabe donde debe acabar cualquier persona que comete un delito. Y la Comunidad Valenciana a nivel de corrupción es un escándalo y la ley debe actuar como actuaría como con cualquier persona.

P: Sin embargo, hasta ahora los valencianos respaldaban al PP en las urnas incluso después de conocerse casos de corrupción. ¿Cómo explica esto?

R: Pues es complicado de explicar en una comunidad que durante más de 20 años ha estado envuelta en casos de corrupción, donde el nivel de paro juvenil es altísimo, donde se nos ha ido el valor más importante, que es la gente joven, obligada a emigrar porque en su país no pueden salir adelante. Yo no puedo saber por qué alguien vota a un partido u otro pero sí sélas ilusiones y desilusiones que en un momento dado tiene la población y la situación de crisis que hemos vivido hasta hora, que además es lo que mayoritariamente nos ha hecho reaccionar viendo adónde nos han conducido los políticos.

En política hay que tomar decisiones. Lo estamos aprendiendo a marchas forzadas igual que asumimos disciplinas parlamentarias

P: De hecho, los resultados de Podemos-Compromís en su región fueron espectaculares. ¿Respondió al hartazgo de la gente?

R: Sí, responde totalmente a eso. La gente salió a la calle por lo que estaba sucediendo y la reacción final fue el 20 de diciembre.

P: ¿Qué supuso la división de los diputados de Compromís a la hora de constituir los grupos parlamentarios?

R: Pues lo vivimos mal. Fue una decisión de la Mesa que nos pareció totalmente surrealista. Bueno, lo asumimos, pero seguimos manteniendo el compromiso con el País Valenciano que habíamos adquirido en su momento de responderles en la medida en que podamos y llevar la voz de los valencianos y valencianas al Parlamento. Siendo Podemos, desde luego.

P: Si al final hubiera elecciones anticipadas, ¿creen que Podemos repetiría su candidatura junto a las confluencias en Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana o las cosas serían distintas?

N: En Podemos estamos acostumbrados a los cambios desde que nacimos. Hemos crecido a marchas forzadas en una época electoral que parece no tiene fin todavía, y posiblemente nosotros cada semana demos la impresión de cambiar… pero yo creo que seguimos igual. La gente, por el 'feedback' que nos da, parece estar de acuerdo con nuestra estrategia en las negociaciones y el resultado y nuestra forma de ser no cambiaría demasiado en ese escenario.

R: Yo esa cuestión no te la puedo responder.

P: Para un votante que ha confiado en Podemos, ¿qué es peor, abstenerse en un pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera o que siga el PP gobernando en funciones?

R: Los electores nos han pedido una cosa y es que haya cambio. Eso es mejor que quedarnos sin respuesta. Nosotros estamos apostando por un Gobierno de cambio y es lo que pedimos. Nuestra postura en ese sentido es clara: un Gobierno de cambio con las fuerzas de la izquierda.

N: Eso es. Precisamente los votantes de Podemos han elegido un cambio. Y lo que estaba proponiendo hasta ahora Pedro Sánchez, porque las negociaciones siguen abiertas, no iba a favor de ese cambio. No podemos traicionar a las bases ni a los militantes ni a los que nos han votado. El acuerdo entre el PSOE y C’s era un documento que consideramos que no sirve para poner en práctica políticas que solucionen la emergencia social que hay en este país. Sus medidas económicas no lo permiten.

Vivimos mal la división de los diputados de Compromís. Nos pareció una decisión de la Mesa totalmente surrealista

P: Ahora que se retoman conversaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. ¿Ven realmente factible una coalición de la izquierda?

N: El escenario sigue abierto. Ahora se están normalizando las conversaciones entre ambos, que yo creo que es lo que la gente pedía… y, bueno, seguir trabajando por ese cambio que lleve a cabo el programa para las mayorías sociales.

R: Nosotros apostamos por eso. Está claro que es lo que queremos.

P: Teresa Rodríguez, siendo una de las grandes dirigentes de su formación, ha mostrado discrepancias públicamente con la dirección. Sergio Pascual no lo hizo como ella y sí fue cesado. ¿Cuánto importa la disciplina en un partido nuevo como el suyo?

R: En Podemos se admite la discusión y se admiten los posicionamientos distintos. Pero estamos por cambiar las cosas, somos un partido nuevo en el que el debate es lo que nos enriquece y es parte de nuestro espíritu. Si no estamos de acuerdo, lomostramos a los compañeros y compañeras.

N: Yo creo que no es cuestión de niveles de disciplina. Es cuestión de que la naturaleza misma de Podemos es distinta a la del resto de partidos. Eso provoca que nosotros, como decía antes, tomemos las decisiones de forma diferente. Y que haya muchas formas de pensar distintas dentro de una misma organización y se puedan discutir y poner encima de la mesa. Que Teresa Rodríguez pueda tener una postura y yo pueda tener otra postura, como Íñigo o cualquiera de nosotros. Y se ponen en común. Esa es nuestra naturaleza, ponemos distintas cosas en común en discusión pero con un mismo objetivo: empezar a gobernar y legislar a favor de las mayorías sociales y en contra de la desigualdad, los recortes y la austeridad. Las críticas son positivas en nuestro partido.

P: Pero en el caso de Sergio Pascual, la destitución fue fulminante. ¿La forma es más típica de un partido tradicional o la dirección de los partidos nuevos también deben tomar decisiones?

N: En política hay que tomar decisiones. Esa es una de las cosas que estamos aprendiendo a marchas forzadas. Nosotros venimos sin una tradición parlamentaria, ni autonómica ni en los ayuntamientos ni a nivel nacional, mucho menos. Todo se va aprendiendo sobre la marcha pero en política hay que tomar decisiones, algunas difíciles y algunas menos complicadas. Igual que tenemos que asumir que hay ciertas disciplinas parlamentarias que no son asamblearias o forman parte de una falta de respeto que nosotros no concebimos. Pero las dinámicas del propio juego político te llevan a asumir la toma de ese tipo de decisiones difíciles.

P: Esta legislatura cuenta con más mujeres de las que hubo nunca en política. ¿Creen fundamental la existencia de cuotas o listas cremalleras para fomentar y garantizar la igualdad?

N: Es necesario que las mujeres estemos presentes y por desgracia si no hay mecanismos que lo controlen, al final nos quedamos fuera. Sólo hay que mirar atrás en anteriores legislaturas o ver otros partidos y darse cuenta de que las mujeres no están. No es una situación de la que sentirse orgullosa como mujer pero nos toca estar pendientes, hacer políticas para que nosotras logremos la igualdad en la vida política, laboral y social.

R: Es importante. Sí, obviamente. Cuando hay tantas razones y motivos de discriminación, desgraciadamente tiene que haber cuotas, no tenemos más remedio. No es lo que más nos gusta, pero hay que impulsar este tipo de políticas de igualdad para que sean una realidad social.

Me tomaría una caña con Teófila Martínez, que es mi adversaria política directa y nunca he podido decirle: "¿Qué tal estás?"

P: Rita, ¿cree que la falta de representación institucional de personas inmigrantes o españolas de origen extranjero es casual o responde a una causa?

R: Hay que legislar para favorecer que todos estemos representados en la sociedad. Yo creo que en ese sentido lo que ocurre en España es que no estamos representados a pesar de que España es plurinacional. El hecho de que haya una diputada en el Congreso de otra raza simplemente representa lo que se vive y se ve en la sociedad.

P: Sobre la relación que tienen con otros diputados… ¿Con quién se tomaríanuna caña?

N: Yo creo que me la tomaría con todo el mundo. Pero me gustaría hacerlo especialmente con Teófila Martínez, que es mi adversaria política más directa. Nos hemos visto en debates, en apariciones públicas... pero nunca he tenido una relación personal con ella de preguntarle:“Oye, ¿qué tal estás?”.

R: Mis relaciones son buenas. Creo que soy una persona bastante afable con todo el mundo. Yo me tomaría una caña con todos, la verdad.

P: ¿Y con quién no se la tomarían?

N: Yo lo haría con todo el mundo.

R: Con cualquier persona. No se me ha presentado elegir con quién sí o no me la tomaría. Pero me la tomaría con todos, de verdad.

Podemos irrumpió en el panorama nacional como la tercera fuerza política cuando el 20 de diciembre más de 5 millones de personas se decantaron por la papeleta morada. 69 diputados llegaron a la sede parlamentaria con una palabra grabada en su mente “cambio”. Es el caso de Noelia Vera (Cádiz, 1985), activista y periodista que se cansó de contar historias sin participar en ellas. Tras su paso por 'La Tuerka' de la mano de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, aumentó su presencia en Podemos y terminó siendo la número uno por la provincia gaditana en las elecciones generales. Rita Bosaho (Santa Isabel, Guinea Ecuatorial, 1965) lleva media vida en Alicante y reconoce afrontar esta nueva etapa con ilusión y con el objetivo de trabajar "para recuperar los pilares básicos de la sociedad. Las nuevas diputadas confían en que llegue el Gobierno del cambio para el que, a su juicio, sólo hay una vía: la gran alianza de la izquierda.

Juan Carlos Monedero Íñigo Errejón Teresa Rodríguez Pedro Sánchez
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