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Rivera acepta la 'deslealtad' de Sánchez para poder salvaguardar su pacto de Gobierno
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EL OBJETIVO DE C'S: AISLAR A PODEMOS

Rivera acepta la 'deslealtad' de Sánchez para poder salvaguardar su pacto de Gobierno

La actitud 'desleal' de Sánchez cerrando una cita con Iglesias sin su socio de Gobierno sentó mal en C's. Aún así, Rivera lo acepta para mantener fuerte el pacto firmado

Foto: Pedro Sánchez y Albert Rivera se dan la mano tras firmar su pacto de Gobierno. (Reuters)
Pedro Sánchez y Albert Rivera se dan la mano tras firmar su pacto de Gobierno. (Reuters)

Esta semana Pedro Sánchez se reunirá a solas con Pablo Iglesias. También en los pasados días el equipo negociador del PSOE mantuvo un encuentro de trabajo con Izquierda Unida, en un nuevo intento por desbloquear el diálogo con las fuerzas de la izquierda tras fracasar en la investidura el candidato socialista. El proceso de deshielo se produce apartando a un lado a Albert Rivera pese a que la formación de centro tenía un acuerdo con el PSOE para acudir juntos a todas las citas con otros dirigentes, en aras de buscar apoyos suficientes para sacar adelante su plan de Gobierno conjunto. Tarea complicada teniendo en cuenta que Alberto Garzón vetó la presencia de los naranjas y que la cita de PSOE-C's con PNV, por ejemplo, resultó completamente improductiva ya que los nacionalistas vascos se oponen a lograr cualquier acuerdo sobre el texto elaborado por los dos socios.

La 'soledad' de Rivera en estos días, con un Partido Popular que antepone un cara a cara entre Rajoy y Sánchez antes de cualquier mesa de trabajo en la que esté Ciudadanos, y con el PSOE acordando citas con otras fuerzas a sus espaldas, deja a la formación nacida en Barcelona en una posición complicada. Con todo, el partido negó que la reunión entre Iglesias y el dirigente socialista incumpliera el pacto establecido y restó importancia a la futura cita. El motivo, según explican fuentes internas, es la necesidad de poner a salvo el pacto de Gobierno que ya cuenta con la firma y sello de Sánchez y Rivera.

En Ciudadanos son conscientes de la importancia que tiene mantener una relación fuerte con el equipo socialista y no romperán de ninguna de las maneras la negociación, al considerar que podría dar la puntilla final al desbloqueo del diálogo de la izquierda. Por eso, Rivera –que sí mostró cierto malestar en la reunión mantenida con Sánchez el mismo día en que saltó la noticia del acercamiento a Iglesias antes de Semana Santa– no quiso entrar en valoraciones públicamente y sus principales portavoces mostraron indiferencia ante los encuentros de la izquierda sin su presencia. De hecho, ese mismo día anunciaron que las mesas de trabajo entre los equipos socialista y naranja continuarán durante las próximas semanas para poner en común los avances registrados.

El partido que lidera el barcelonés está satisfecho con el trabajo realizado hasta ahora, que ha permitido a través de sus 40 escaños, y siendo la cuarta fuerza más votada, firmar un acuerdo de Gobierno dando cumplimiento a su reto más inmediato tras el 20-D: aislar a Podemos de toda posibilidad para gobernar España. Al menos hasta ahora. En la ejecutiva nacional de este lunes, los principales dirigentes de Ciudadanos abordarán los próximos pasos a seguir en el nuevo escenario en el que el partido de Iglesias ha vuelto a la primera línea de la negociación política.

El objetivo sigue siendo que la formación morada se quede fuera de toda posibilidad. Confían en que Iglesias siga por la senda de peticiones inasumibles –entrar en el futuro Gobierno, la vicepresidencia y varias carteras ministeriales– y los socialistas vean el fin de la vía de la izquierda. Tampoco en Ferraz están seguros de si encontrarán el enésimo portazo de Podemos o un cambio realtivo de actitud. Tanto socialistas como naranjas insisten por otro lado en la "solidez" de su pacto que, sin embargo, sigue siendo insuficiente artiméticamente. Ciudadanos prefiere no contemplar la posibilidad de que Podemos pueda abstenerse en un hipotético segundo debate de investidura de Sánchez para evitar nuevas elecciones, según explican miembros de la ejecutiva, a sabiendas de que las condiciones que pondrían Iglesias y los suyos sobre la mesa atentarían contra la esencia del partido naranja.

Precisamente los costes electorales que puedan tener los distintos giros que se puedan ir produciendo en las negociaciones será otro de los temas que la cúpula naranja abordará en su ejecutiva. Aún así, el pensamiento de Ciudadanos sigue pasando por intentar un acercamiento con el PP porque un pacto constitucionalista es a sus ojos "lo mejor para el futuro de España", tal y como explican las mismas fuentes a este diario. "Nosotros podríamos pensar como hacen otros en clave electoral, pero no es nuestra línea. Seguiremos trabajando por llegar a un acuerdo", afirman. Con todo, la pretensión no es sencilla en absoluto, más teniendo en cuenta el último rechazo de Génova, que no sólo insistió en que no habrá reunión a tres sin previa cita de los dos principales líderes, sino que ahora también pide que sea Ciudadanos quien medie para que se produzca tal encuentro.

Rivera seguirá defendiendo la hoja de ruta acordada con el PSOE como base de cualquier futuro Gobierno que, en vista de los impedimentos y vetos, pasa por lograr la abstención de uno de los dos grandes partidos. El dirigente barcelonés abordará con sus dirigentes territoriales este lunes todos los puntos de la estrategia y los motivos por los que se hace necesario 'aguantar' los últimos comportamiento de Sánchez, en cierto modo "desleales", como aseguran miembros de la cúpula naranja, para seguir avanzando en la línea trazada y desarticular la opción rival de Podemos.

Esta semana Pedro Sánchez se reunirá a solas con Pablo Iglesias. También en los pasados días el equipo negociador del PSOE mantuvo un encuentro de trabajo con Izquierda Unida, en un nuevo intento por desbloquear el diálogo con las fuerzas de la izquierda tras fracasar en la investidura el candidato socialista. El proceso de deshielo se produce apartando a un lado a Albert Rivera pese a que la formación de centro tenía un acuerdo con el PSOE para acudir juntos a todas las citas con otros dirigentes, en aras de buscar apoyos suficientes para sacar adelante su plan de Gobierno conjunto. Tarea complicada teniendo en cuenta que Alberto Garzón vetó la presencia de los naranjas y que la cita de PSOE-C's con PNV, por ejemplo, resultó completamente improductiva ya que los nacionalistas vascos se oponen a lograr cualquier acuerdo sobre el texto elaborado por los dos socios.

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