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El acuerdo con C's sigue cegando al PSOE las opciones de pacto con la izquierda y el PNV
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El acuerdo con C's sigue cegando al PSOE las opciones de pacto con la izquierda y el PNV

Las reuniones con los nacionalistas vascos e IU acaban con buen clima, pero arrojan pocos frutos por el rechazo del PSOE a cancelar su entente con Rivera. Sánchez acude sin éxito a Tsipras

Foto: Meritxell Batet y Alberto Garzón se dirigen hacia la reunión de las comisiones negociadoras de PSOE e Izquierda Unida, este 17 de marzo en el Congreso. (EFE)
Meritxell Batet y Alberto Garzón se dirigen hacia la reunión de las comisiones negociadoras de PSOE e Izquierda Unida, este 17 de marzo en el Congreso. (EFE)

De nuevo, los partidos parecen estar atrapados en un laberinto, si es que alguna vez salieron de él. Se suceden los movimientos, los gestos de cara a la galería. Pero frutos, aún escasos. La investidura de Pedro Sánchez, el candidato que aún mantiene más opciones vivas, está lejos de prosperar, y eso que ya han pasado justo dos semanas de su fracaso en el Congreso. El secretario general acude a la mediación de Alexis Tsipras para que hable con Podemos, y sin éxito, y el PSOE se reúne a solas con Izquierda Unida y en compañía de Ciudadanos con el PNV, y también sin avances palpables. Los socialistas no se resignan, pero la cuesta sigue igual de empinada. Y el pacto con la formación de Albert Rivera, que se reivindica como inamovible, actúa de tapón con sus potenciales socios. Al menos, si se mantiene como está y no se modifica "sustancialmente". Los dos aliados están dispuestos a "enriquecer" y completar el acuerdo de gobierno, pero no a desarbolarlo, a desnaturalizarlo.

La atención se centra ahora en la entrevista entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, prevista para comienzos de la semana próxima, antes de las vacaciones. Pero las expectativas son templadas, y el PSOE ni siquiera cree que puedan producirse demasiados avances, ya que interpreta que la defenestración del número tres de Podemos, Sergio Pascual, hombre de la confianza de Íñigo Errejón, ha roto el equilibrio de poder interno y ha fortalecido al sector más duro y menos proclive al entendimiento. Iglesias ha ganado más poder y Ferraz entiende que él y la corriente anticapitalista buscan en realidad nuevas elecciones, y no un pacto. Pero ese análisis y esa preocupación de la dirección no es el que se verbaliza en las declaraciones públicas. El mensaje hacia fuera sigue siendo el de la presión, la apelación a la formación morada para que no bloquee un "Gobierno de cambio en España, progresista y reformista".

Sánchez reiteró ese llamamiento a Iglesias desde Bruselas, adonde se desplazó para participar en la reunión de líderes socialdemócratas europeos previa al Consejo Europeo. El secretario general se buscó una celestina: el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que acudió por primera vez a esta cita como observador, un dato muy relevante para el PSOE, que no dejaba de recordar que Syriza era el espejo en el que se miraba Podemos hasta hace nada. El secretario general anticipó a los periodistas que pediría a Tsipras que reclamara a Iglesias que "deje de hacer el juego a la derecha". Sánchez lo hizo. Las cámaras captaron a ambos charlando en inglés, y se oye cómo el jefe socialista le dice al jefe del Ejecutivo heleno que Iglesias representa "la línea dura en la negociación" y le comenta que Podemos sufre "una lucha interna de poder". La prueba palmaria de que la dirección ve poca voluntad de diálogo en los emergentes.

Pedro Sánchez pide a Alexis Tsipras en Bruselas que interceda para que Pablo Iglesias facilite su investidura

El primer ministro griego prefiere no interceder

Pero Tsipras no intercederá. "Alexis no va a llamar a Pablo para pedirle que haga cosas que no quiera hacer. No es nuestro trabajo ni nos compete convencer a nadie para que participe en un Gobierno o no", explicaron fuentes próximas al primer ministro griego consultadas por Europa Press, que añadieron que aún ven "posible" un Gobierno progresista de PSOE y Podemos. Syriza, por tanto, no interferirá en la negociación de investidura. Tampoco para convencer a Sánchez de que acepte los planteamientos de Podemos. Desde el entorno del líder, no se dieron por derrotados: pusieron el acento en que Sánchez y Tsipras acordaron mantener el contacto y se intercambiaron teléfonos.

El líder socialista demanda al líder de Syriza que interceda ante Iglesias. Podemos se burla: "No hace falta ir a Grecia para lograr un Gobierno de España"

La formación morada y sus aliados territoriales vieron casi como una broma el requerimiento de mediación al primer ministro heleno. El portavoz de En Comú Podem, Xavi Domènech, recordó que "no hace falta ir a Grecia para conseguir un Gobierno de España" y bastaría con que el PSOE asumiera que hay una mayoría de izquierdas que "no pasa por el pacto con Ciudadanos". Misma tesis la de Irene Montero, jefa de Gabinete de Iglesias y valor al alza en la cúpula: el encuentro de los dos líderes ha de servir para ver si "por fin" los socialistas se inclinan por un Ejecutivo "a la valenciana" con IU y Compromís. Y lo que "entorpece" el entendimiento, abundó, es el acuerdo con Rivera, "absolutamente regresivo para los derechos de la mayoría social".

Íñigo Errejón se aparta de la escena pública tras el cese de Sergio Pascual

Sin embargo, si algo tiene la dirección del PSOE claro a día de hoy -así lo proclama- es que el pacto con la formación naranja "es sólido" y es la base para negociar, sin que sufra un desmontaje. Lo reafirmó Sánchez con Rivera este miércoles en una reunión improvisada entre ambos, convocada para limar fricciones después de que se conociera la próxima cita con Iglesias y el encuentro bilateral con IU, en ambos casos sin el concurso de C's.

"Rezuma neocentralismo"

La jornada, además de Tsipras, estuvo marcada por otras dos reuniones. De PSOE y C's con PNV, no anunciada previamente, y del PSOE con el equipo negociador encabezado por Alberto Garzón. La lectura de Ferraz fue optimista en los dos casos, aunque los frutos concretos no eran tan apreciables, más allá del compromiso de seguir hablando y explorando vías de acercamiento.

El PNV traslada la "imposibilidad" de mantener cualquier tipo de negociación "sobre la base del documento" suscrito por Sánchez y Rivera

La lectura del PNV de su encuentro con PSOE y C's fue radicalmente distinta. Para empezar, porque lo calificó de una "reunión de cortesía", de apenas media hora, hasta tal punto que acudió sólo su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, y no la comisión designada por los nacionalistas. Este trasladó a las dos fuerzas la "imposibilidad de abrir cualquier tipo de negociación" con su partido "sobre la base del documento" suscrito por Sánchez y Rivera el pasado 24 de febrero. Ese texto "aparca un elemento fundamental" para el PNV, como es el derecho a decidir, y "rezuma una neocentralización en todas sus disposiciones administrativas". Esteban les entregó a sus interlocutores un documento en el que razonaba por qué es inviable el entendimiento y reafirmó su disposición al diálogo y a entablar cualquier contacto con el PSOE "sobre unas nuevas bases, partiendo de cero".

Los comunicados posteriores de PSOE y C's, sin embargo, se quedaron con la interpretación positiva de la reunión: la actitud constructiva del PNV, que no ponga "vetos" y que se seguirá trabajando en las próximas semanas "analizando las propuestas" incluidas en el texto facilitado por Esteban.

Que la economía no recaiga en C's

Por la tarde, a las cinco, reunión de una hora entre PSOE e IU-Unidad Popular. Con ella se reanudaron las negociaciones entre los dos actores, y sin C's, como ponía como requisito la federación. La comisión socialista reiteró que el acuerdo firmado con los de Rivera sigue totalmente en pie, aunque está abierta a "modificaciones". Pero IU advierte de que no aceptará meros retoques estéticos. "Nos gustaría que el PSOE rompiera el pacto con C's y empezáramos de cero, pero también podría ser lo mismo modificarlo sustancialmente hasta que no parezca el acuerdo con C's", dijo gráficamente. Una pequeña concesión, no obstante, ya que IU admite que la base sobre la que se discuta es el texto ya cerrado con la formación emergente. A lo que no está dispuesta es que la economía sea gestionada desde el prisma de Ciudadanos y la agenda social quede para la izquierda. Y si el documento se queda "como está", IU seguirá votando en contra. Una "hipótesis" factible, planteó el diputado, es que se cierre un texto con una parte económica con acento de izquierdas que contenga un capítulo de regeneración democrática "transversal" y que por tanto permita la abstención de Rivera.

Los socialistas valoran los encuentros con otras fuerzas e insisten en que si hay voluntad se puede lograr, aunque siguen recelando de Iglesias

Garzón no pone pegas a que el PSOE siga hablando con C's. La propia IU está dispuesta a conversar "con todo el mundo", incluso con el partido naranja, pero entiende que ahora no tiene "sentido político", pues el "centro de la cuestión" es el acercamiento entre socialistas y Podemos, pues de lo contrario "todo lo que hagan lo demás" no será suficiente para evitar la repetición de las generales el 26 de junio. De ahí que el portavoz lanzara un "llamamiento" a las dos fuerzas para que se pongan de acuerdo y sean "responsables". Y que "no sigan mareando la perdiz". Si alguno de los dos quiere ir a nuevas elecciones "que lo digan", para que el resto de formaciones y los ciudadanos sepan a qué atenerse. Más allá de la mediación -"se llame Tsipras, Garzón o WhatsApp", bromeó-, IU considera que lo fundamental es que PSOE y Podemos dialoguen. El diputado también cursó el martes una petición de reunión con la formación morada, pero su portavoz parlamentario y jefe de los negociadores, Íñigo Errejón, está desaparecido desde la destitución de Pascual.

IU mantiene una reunión bilateral con el PSOE para trabajar en un "acuerdo de izquierdas"

Los socialistas calificaron "muy positivamente" el encuentro con IU-UP y agradecieron "la voluntad de diálogo mostrada una vez más" por la federación para procurar un "Gobierno progresista y reformista". Fuentes del partido insistían en que había que ver la botella medio llena, porque se había logrado "lo que parecía imposible", que era sentar en una misma mesa a Compromís -el miércoles- y sobre todo el PNV -ayer jueves- con Ciudadanos, y que se reanudaran las conversaciones con IU. "Al final, si hay voluntad política, se consigue", subrayaban, apuntando a Podemos, del que desconfían que quiera el pacto. La situación sigue encallada. A la espera de que sigan corriendo más los plazos y se acerque el 2 de mayo. La fecha tope antes de la convocatoria de nuevas generales.

De nuevo, los partidos parecen estar atrapados en un laberinto, si es que alguna vez salieron de él. Se suceden los movimientos, los gestos de cara a la galería. Pero frutos, aún escasos. La investidura de Pedro Sánchez, el candidato que aún mantiene más opciones vivas, está lejos de prosperar, y eso que ya han pasado justo dos semanas de su fracaso en el Congreso. El secretario general acude a la mediación de Alexis Tsipras para que hable con Podemos, y sin éxito, y el PSOE se reúne a solas con Izquierda Unida y en compañía de Ciudadanos con el PNV, y también sin avances palpables. Los socialistas no se resignan, pero la cuesta sigue igual de empinada. Y el pacto con la formación de Albert Rivera, que se reivindica como inamovible, actúa de tapón con sus potenciales socios. Al menos, si se mantiene como está y no se modifica "sustancialmente". Los dos aliados están dispuestos a "enriquecer" y completar el acuerdo de gobierno, pero no a desarbolarlo, a desnaturalizarlo.

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