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El PP da poca vida al dúo Sánchez-Rivera y espera que el socialista vuelva sobre Iglesias
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El PP da poca vida al dúo Sánchez-Rivera y espera que el socialista vuelva sobre Iglesias

Al margen de la guerra de declaraciones, en la dirección del PP no se creen que Rivera siga de pareja de hecho de Sánchez hasta la previsible convocatoria de nuevas elecciones

Foto: Albert Rivera y Pedro Sánchez, en el Congreso. (EFE)
Albert Rivera y Pedro Sánchez, en el Congreso. (EFE)

Al margen de la guerra de declaraciones y citas, en la dirección del PP no se acaban de creer que Albert Rivera siga de 'pareja de hecho' de Pedro Sánchez en las siete semanas que quedan hasta la previsible convocatoria de nuevas elecciones, ni descartan que el dirigente del PSOE intente antes algún acercamiento, aunque sea discreto, a Pablo Iglesias. La principal preocupación de los populares sigue siendo cómo llenar de actividad política el periodo que queda hasta el 2 de mayo, y consideran positiva para su táctica preelectoral que Ciudadanos vaya de la mano de Sánchez.

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"Nos viene bien", repiten en medios del Gobierno y del Partido Popular ante el hermanamiento de Rivera, "el emergente socialista", como le llaman en el Congreso,y del secretario general del PSOE. Durante la campaña electoral, intentaron frenar la fuga de votos de su propioelectorado hacia los 'centristas' de Ciudadanos con el argumento de que no eran de fiar y podían entregar su apoyo a los socialistas, pero fracasaron en el empeño. Hay circunscripciones en las que hasta el 80% de los votantes de Rivera procedede desencantados con el Gobierno.

Además, el empeño del presidente de Ciudadanos en pedir la cabeza de Rajoy y llamar a las bases y dirigentes de los populares a la rebelión internapromueve en el seno del PP el efecto contrario: el cierre de filas. Siempre en clave de cálculos preelectorales, porque su única opción es que el PSOE se avenga a apoyar un Gobierno constitucionalista y Sánchez se niega, en el PP descartan que Rivera prolongue su idilio con Sánchez.

PSOEy Ciudadanos intentan mantener vivo su acuerdo de gobierno, tejido para intentar la investidura del aspirante socialista, pese a que ha sido rechazado por el Congreso (219 votos frente a 131), con nuevas negociaciones pese a que el resto de las formaciones políticas lo dan por muerto igual que la Cámara. Ante esa maniobra de Sánchez, el Partido Popular prefiere dar tiempo al socialista para que "madure" después de su fracaso y a Rivera para que tome nota de las consecuencias de seguir de socio secundario.

Rajoy aplaza su anunciada llamada al secretario general del PSOE para buscar vías de diálogo, mientras desde el partido recuerdan que el documento sobre el que socialistas y Ciudadanos quieren basar todaconversación está ya rechazado por el Congreso y es de imposible negociación para el PP, porque incluye la derogación de las principales reformas acometidas por el Gobierno en la última legislatura: laboral, local, de educación, energética o fiscal.

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Para cubrir la actividad política del partido en las próximas semanas más allá de los aparentes intentos de pacto, la dirección de los populares ha convocado cinco foros de debate sobre los cinco acuerdos de Estadopropuestos en su día al PSOE y a Ciudadanos. Se celebrarán a razón de uno por semana (menos en Semana Santa), reunirán a altos cargos, dirigentes e invitados de la 'sociedad civil' para discutir del crecimiento económico y elempleo, unidad nacional, sostenimiento de los servicios sociales del Estado,reformas institucionales, lucha contra la corrupción o pacto por la educación.

Según el PP, el desarrollo de esos debates servirá para constatar la posibilidad de acuerdo con los socialistas en cuestiones de Estado e incluso en objetivos obvios de gestión económica. En paralelo, en fuentes de los populares dan por hecho que Sánchez procurará después de Semana Santa algún acercamiento a los de Pablo Iglesias. Las presiones internas de los sectores de Podemos menos interesados en que no se repitan las elecciones pueden favorecer esa vuelta a la negociación con el PSOE.

Además, por la revelación de ERC se sabe ahora que la genéricapropuesta dereforma constitucionalde Sánchez puede tener despuésletra pequeña para tentara los nacionalistas catalanes con otro estatuto, de corte ya confederal, queserviríapara cubrir la promesa de una consulta sobre el llamado 'derecho a decidir'. Si el PSOE logra convencer a Iglesias para que ceda en sus aspiraciones de poder, los separatistas aceptarán abstenerse con tal de cambiar a Rajoy por Sánchez en el Ejecutivo, advierten en medios del PP.

Al margen de la guerra de declaraciones y citas, en la dirección del PP no se acaban de creer que Albert Rivera siga de 'pareja de hecho' de Pedro Sánchez en las siete semanas que quedan hasta la previsible convocatoria de nuevas elecciones, ni descartan que el dirigente del PSOE intente antes algún acercamiento, aunque sea discreto, a Pablo Iglesias. La principal preocupación de los populares sigue siendo cómo llenar de actividad política el periodo que queda hasta el 2 de mayo, y consideran positiva para su táctica preelectoral que Ciudadanos vaya de la mano de Sánchez.

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