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¿Y ahora? El Rey esperará y no arriesgará con otro candidato sin apoyos suficientes
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podría no proponer a nadie más

¿Y ahora? El Rey esperará y no arriesgará con otro candidato sin apoyos suficientes

Según lo previsto, la investidura de Sánchez fracasó. El Rey deberá volver a nombrar un candidato: el mismo o uno distinto. Pero no lo hará sin la certeza de que tiene apoyos

Foto: Felipe VI saluda a Pedro Sánchez en el Palacio de la Zarzuela. (EFE)
Felipe VI saluda a Pedro Sánchez en el Palacio de la Zarzuela. (EFE)

Se cumplió el guion previsto y la votación para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno resultó fallida. El segundo candidato propuesto por Felipe VI -Rajoy declinó- no consiguió convencer a la Cámara con su proyecto de Gobierno tras firmar un pacto con Ciudadanos y ahora el reloj electoral está en marcha y funcionará como máximo hasta el 26 de junio, fecha prevista para que se celebren unas nuevas elecciones si no surge un acuerdo en este periodo de dos meses tras la segunda votación. ¿Cuál es el papel del Rey ahora? ¿Podría volver a presentar a Sánchez o se decantará nuevamente por Mariano Rajoy? ¿Es posible que no haya una nueva sesión de investidura? De momento, el Monarca recibirá el lunes al presidente del Congreso, Patxi López, que le comunicará formalmente el resultado de la votación (131 a favor, 219 en contra).

Preguntas sin respuesta para una situación anómala e inédita en la democracia española, ya que nunca antes un candidato propuesto por el Monarca fracasó en su búsqueda de apoyos en el Congreso. Desde un punto de vista estrictamente jurídico, la Constitución señala en su artículo 99.4 que, si en las votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, "se tramitarán sucesivas propuestas". Sin embargo, todos los expertos constitucionalistas consultados por este diario coinciden en que Felipe VI no volverá a proponer a un candidato que no cuente con los apoyos necesarios.

"Ahí está el dilema. El Rey es quien debe hacer las propuestas. Pero volver a hacer una sin fuste no tiene sentido y podría pasar factura en la opinión pública", explica el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, Miguel Ángel Valencia. De hecho, Felipe VI podría incluso no proponer a ningún otro candidato si no estuviera seguro de que fuera a lograr una mayoría suficiente para ser investido pero, "lo normal y más razonable", continúa el profesor Valencia, sería que emplazara a dialogar a las distintas fuerzas políticas para que negociaran antes de tomar una nueva decisión. "Esta vez deben llegar con los deberes hechos. El Rey podría esperar 15 o 20 días mientras los partidos se sientan en una mesa de negociación. Hay dos meses y es mejor ir sin prisas. Entonces podría nombrar un candidato teniendo la suficiente información", explica.

En todo caso, la decisión recae exclusivamente en el Monarca. No hay soluciones preceptivas en la Constitución y hay que tener en cuenta que el rechazo de Rajoy también fue un acontecimiento anómalo y sorprendente. El espíritu de la Constitución pasa por que el Rey proponga un candidato a tenor de las reuniones celebradas previamente y éste en principio debe "asumir la carga" del encargo acudiendo a la votación, incluso a sabiendas de que no tenga avales suficientes, haciendo "un sacrificio" para terminar con el bloqueo institucional y que los tiempos comiencen a correr. Una norma no escrita que el candidato popular y jefe de Génova se saltó, alterando el orden formal de los acontecimientos.

Para que se produzca una nueva votación, el Rey debe volver a proponer un candidato -aunque repitiera Sánchez- y Patxi López, refrendar la decisión

Aun así, Felipe VI no está obligado a nombrar un candidato distinto al que ha fracasado por primera vez. Si el Rey decide volver a poner en marcha un pleno de investidura deberá proponer formalmente un nombre, sea el de Pedro Sánchez de nuevo o el de otro líder político. El procedimiento en el caso de la presidencia del Gobierno es muy distinto al que rige las presidencias autonómicas. Por eso un acuerdo 'a la catalana' es inviable en el plano nacional. No tanto por que haya un entendimiento 'in extremis', sino más bien porque para que se produzca otra votación es necesario que el Rey proponga un aspirante y el presidente del Congreso, Patxi López, vuelva a refrendar la decisión, que saldría publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Después se abriría un plazo concreto de tiempo antes de fijar una fecha para el debate de investidura, por lo que una convocatoria de un día para otro como sucedió en Cataluña queda fuera de toda posibilidad.

En la misma línea, Javier Tajadura, experto constitucionalista y docente de la Universidad del País Vasco, considera improbable que el Rey proponga "a sucesivos perdedores", aunque algún líder pida ser propuesto. "El Rey actúa con firmeza y sólo debe encargárselo al líder que tenga apoyos suficientes" o, por lo menos, esté cerca de conseguirlo. Y más allá del fracaso de Sánchez, el profesor Tajadura insiste en que el monarca "ha cumplido con su papel" proponiendo un candidato y desbloqueando la situación. "Que no ha servido para nada es incorrecto. Ha servido para desbloquear el reloj porque si no hay acuerdo, el 2 de mayo se disolverán las Cortes para convocar nuevas elecciones", insiste, como también afirma que al menos dos formaciones han llegado a un acuerdo demostrando también que el entendimiento es posible. "Suman 130 escaños y es insuficiente. Pero dos partidos se han puesto de acuerdo, de manera que ya no se puede decir que un pacto sea imposible", matiza.

Sánchez fracasa en su segundo intento de ser investido presidente.

Sin embargo, el primer debate de investidura de la XI Legislatura subió la tensión considerablemente entre las cuatro principales fuerzas, llamadas precisamente a llegar a un entendimiento. El órdago dialéctico de Pablo Iglesias, reclamando al PSOE un "acuerdo a la valenciana" con el apoyo parlamentario de los nacionalistas, indignó a un amplio sector de los socialistas, que ve cada vez con más recelo la posibilidad de un acercamiento. De la misma forma, el PP liderado por Mariano Rajoy quedó sorprendido ante un durísimo Albert Rivera -considerado el socio natural de los populares en el origen- que 'machacó' al jefe de Génova insistiendo en que no podrá liderar la nueva etapa política de España. Es decir, se abre el segundo periodo de negociación de forma exacta a cómo se cerró el primero: PSOE y Ciudadanos caminan juntos, pero solos. Son 130 más uno, el que aportó Coalición Canaria el viernes por la noche.

El artículo 99 de la Constitución

1. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.

2. El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.

3. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.

4. Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores.

5. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso.

Se cumplió el guion previsto y la votación para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno resultó fallida. El segundo candidato propuesto por Felipe VI -Rajoy declinó- no consiguió convencer a la Cámara con su proyecto de Gobierno tras firmar un pacto con Ciudadanos y ahora el reloj electoral está en marcha y funcionará como máximo hasta el 26 de junio, fecha prevista para que se celebren unas nuevas elecciones si no surge un acuerdo en este periodo de dos meses tras la segunda votación. ¿Cuál es el papel del Rey ahora? ¿Podría volver a presentar a Sánchez o se decantará nuevamente por Mariano Rajoy? ¿Es posible que no haya una nueva sesión de investidura? De momento, el Monarca recibirá el lunes al presidente del Congreso, Patxi López, que le comunicará formalmente el resultado de la votación (131 a favor, 219 en contra).

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