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Un Iglesias "decepcionado" dirá no al "pacto inmovilista" de PSOE y Ciudadanos
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Un Iglesias "decepcionado" dirá no al "pacto inmovilista" de PSOE y Ciudadanos

El fantasma de la pinza entre Podemos y PP que han invocado desde las filas socialistas es contrarrestado por Podemos con un efecto bumerán, devolviendo el fantasma de la gran coalición

Foto: Íñigo Errejón y Pablo Iglesias escuchan desde sus escaños el discurso de investidura de Pedro Sánchez. (Reuters)
Íñigo Errejón y Pablo Iglesias escuchan desde sus escaños el discurso de investidura de Pedro Sánchez. (Reuters)

Pablo Iglesias llega al turno de réplica en el debate de investidura con el camino despejado por sus segundas espadas, que se han encargado de fijar los puntos del desacuerdo con el PSOE durante los últimos días. El argumentario paseado por los platós y la pedagogía reflejada en artículos de opinión ha servido para arrinconar en la derecha inmovilista el acuerdo entre socialistas y centristas. El líder de la formación emergente solo tendrá que empujar el balón para que rebase la línea de meta. Unas facilidades a las que, por ende, habría contribuido el discurso de Pedro Sánchez. Al menos, el número dos Íñigo Errejón lo tenía claro tras el debate, cuando fuera de los focos susurró jocoso a Pablo Iglesias: "Nos lo ha dejado fácil". Ambos se han mostrado "decepcionados" con escuchar a Sánchez, aunque la formación ya había adelantado que votaría 'no'.

Si el líder de Podemos construyó el mito de la "remontada" a partir de su éxito en los debates electorales, en su estreno en el Congreso tratará de volver a sorprender. Desde el jueves pasado se ha centrado casi únicamente en la preparación del discurso, que en líneas generales no sufrirá demasiadas modificaciones tras escuchar la intervención de Sánchez. El líder socialista "ha elegido", y no precisamente a Podemos, por lo que nada hace presagiar un tono cordial con el candidato a la investidura, siguiendo la beligerancia creciente entre ambas formaciones durante los últimos días. El fantasma de la pinza entre Podemos y PP que han invocado desde las filas socialistas se contrarresta desde la formación emergente con un efecto bumerán, devolviendo el fantasma de la gran coalición.

Los relatos enfrentados de PSOE y Podemos se centran en acusar al otro de arrimarse a los populares para preservar sus intereses. Desde la formación morada acuden a las “medidas lesivas” del pacto firmado con Ciudadanos para advertir que busca en última instancia la abstención del PP, como anunció el propio Albert Rivera. Pero no solo. Las supuestas contradicciones de un PSOE que no duda en “mirar a izquierda y derecha” son otro de sus platos fuertes.

Pablo Iglesias: "El discurso de Sánchez sabe a más de lo mismo"

Contradicciones que el secretario general de Podemos ya trató de fijar en su primer informe político remitido al Consejo Ciudadano tras el 20-D, cuando se refirió a los dos almas de Ferraz, la progresista, asumida por sus bases y su electorado, y la inmovilista, que representarían varios de los barones, con Susana Díaz a la cabeza. Desde aquel 3 de enero, el secretario general de Podemos lleva arrinconando al PSOE hacia un "bloque inmovilista" junto a PP y Ciudadanos del que responsabiliza al sector encabezado por Susana Díaz, supuestamente valedor de una gran coalición. "Quienes mandan" ahora mismo en las filas socialistas son más partidarios de situar al PSOE en el "bloque de la restauración" junto a PP y Ciudadanos. Han pasado las semanas, se han producido diferentes golpes de efecto, pero el discurso de Podemos no ha variado.

Frente a las contradicciones, defensa de la coherencia ideológica, de los principios con los que nació el partido hace apenas dos años. De la “esencia fundacional”, según las palabras empleadas por el secretario de Organización, Sergio Pascual, en un artículo de opinión publicado este martes en el diario 'El Mundo'. "Si nos abstenemos” en la investidura de Sánchez, concluía el diputado andaluz, “simplemente estaríamos renunciando a nuestro ADN, abdicando de nuestra esencia fundacional, que no es otra que propiciar un cambio político y el fin de la austeridad en nuestro país. Y estaríamos negando la posibilidad esperanzadora de que se abra un tiempo nuevo”.

Pablo Iglesias ya ha explicado el desacuerdo con el PSOE a su electorado y ahora se dirige, principalmente, a los votantes socialistas

El empeño por visibilizar las contradicciones del PSOE se remonta a una estrategia puesta en marcha desde los parlamentos autonómicos. La dirección del partido encomendó a sus líderes territoriales unificar discursos y confrontar la “coherencia política” de los grupos parlamentarios de Podemos frente a las supuestas “contradicciones” del PSOE. “Se niegan a abrir el debate sobre la ley de cuentas abiertas en Andalucía mientras que en Valencia no tienen problema en hacerlo”, manifestaba entonces el secretario de Organización. El último ejemplo a su favor, la ley de emergencia habitacional que Susana Díaz vetó en el Parlamento de Andalucía mientras los diputados del PSC la apoyaron. El discurso que Iglesias sacará hoy a relucir lleva tejiéndose meses. En la tribuna lo arroparán varios de los líderes territoriales que contribuyeron a hacerlo posible.

El PSOE ha advertido a Podemos que tendrá que explicar a sus votantes el bloqueo a una investidura dirigida a echar a Mariano Rajoy de la Moncloa. En su discurso, Sánchez ha sido más comedido al valorar que "no hay mayoría suficiente en este Parlamento para sumar un Gobierno de izquierdas". Sin embargo, el líder de la formación emergente a quien dirige sus explicaciones es sobre todo a los votantes socialistas, como ya hizo durante la campaña erigiéndose en adalid de los verdaderos valores socialdemócratas que el PSOE habría abandonado. "El cambio no es echar a Rajoy sino también a sus políticas", responden desde Podemos. Una vez explicado el desacuerdo a su electorado, el líder de Podemos se dirige principalmente a los votantes socialistas.

Las valoraciones de los grupos políticos al discurso de Sánchez

Como repiten los dirigentes de esta formación, “el PSOE dice una cosa en campaña y luego hace otra”. Podemos, por el contrario, defiende que no se arruga en la defensa "de las mayorías sociales", si bien sus únicas experiencias institucionales se reducen a los denominados "Ayuntamientos del cambio", en los que participa junto a plataformas ciudadanas. Como explicó el líder de los Comunes en el Congreso, Xavier Domènech: "Un Gobierno del bien común no es un Gobierno con el IBEX 35".

Tanto el portavoz de En Comú como su homóloga de En Marea, Alexandra Fernández, se estrenarán también mañana en el primer turno de réplica. Iglesias les cederá, "proporcionalmente" a su representación, diez minutos de los cuarenta con los que cuenta entre réplica y dúplica. Ambos centrarán sus discursos en clave territorial y de gobierno de cambio. Tras la última oferta personalizada que les enviaron los socialistas, ambas confluencias coincidieron en criticar su inconcreción, llegando a considerarla, en caso de los gallegos, “más un chantaje de última hora que una propuesta seria”.

Pablo Iglesias llega al turno de réplica en el debate de investidura con el camino despejado por sus segundas espadas, que se han encargado de fijar los puntos del desacuerdo con el PSOE durante los últimos días. El argumentario paseado por los platós y la pedagogía reflejada en artículos de opinión ha servido para arrinconar en la derecha inmovilista el acuerdo entre socialistas y centristas. El líder de la formación emergente solo tendrá que empujar el balón para que rebase la línea de meta. Unas facilidades a las que, por ende, habría contribuido el discurso de Pedro Sánchez. Al menos, el número dos Íñigo Errejón lo tenía claro tras el debate, cuando fuera de los focos susurró jocoso a Pablo Iglesias: "Nos lo ha dejado fácil". Ambos se han mostrado "decepcionados" con escuchar a Sánchez, aunque la formación ya había adelantado que votaría 'no'.

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