Iglesias celebra que Sánchez haya "elegido" y cree más cerca un Gobierno con el PSOE

Pablo Iglesias interpreta que Pedro Sánchez ha "elegido" ya. Y que ha optado por él, por un Gobierno de izquierdas, "plural". Saca esa conclusión porque el secretario general ha aceptado la reunión a cuatro bandas -PSOE, Podemos, Compromís e Izquierda Unida- que puso el jueves sobre el tapete Alberto Garzón. Así que ahora se "abren expectativas para gobernar juntos". Más aún: "Hay buenas razones para ser optimista y pensar que pronto España tendrá un Gobierno plural y progresista".

Esa imagen de los cuatro partidos sentados a la mesa, para Iglesias, "revela la foto del nuevo Gobierno de España". Y que Sánchez haya dicho 'sí' a la idea del portavoz parlamentario de IU-UP no es, para la formación morada, una cortesía. "Para nosotros es un gesto muy claro de que el PSOE no vendrá sólo a que nos hagamos una foto, sino a hablar de Gobierno" y si en lo que piensan los negociadores socialistas es en un Gobierno con Podemos y Ciudadanos, los de Iglesias les dirán que "eso no es posible", porque las dos fuerzas emergentes son incompatibles.

"Estoy convencido de que la presencia del PSOE en esa reunión será una cosa buena, que indicará claramente que ha elegido Gobierno de progreso, que mire a las izquierdas, y eso sería una buena noticia", proclamó. Los morados se sienten "felices" de esa elección, independientemente de que luego el PSOE entable acuerdos con Ciudadanos "que pueden ser de legislatura, pero no de Gobierno, porque no dan los números". "No quiero pensar, porque creo que no va a ocurrir, que el PSOE opte por un acuerdo de legislatura con el PP y C's, que ahí sí darían los números. Creo que preferirá un acuerdo con nosotros", rubricó el líder de la formación morada. Lo hacía en rueda de prensa en el Congreso tras su reunión con la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mònica Oltra, líder de Compromís, y con el portavoz de la coalición en la Cámara Baja, Joan Baldoví. Con ambos despachó para exponerles su documento programático. Una comparecencia que servía para meter más presión a Sánchez, al obligarle a decantarse definitivamente entre la izquierda o C's, pese a que hasta ahora el candidato ha querido jugar a las dos barajas, sin abandonar en ningún momento el diálogo con la fuerza de Albert Rivera.

Sin fecha aún

¿Y cuándo será la cita a cuatro? No hay fecha aún. Garzón, como promotor de la propuesta, es el que está encargándose de hablar con los otros tres partidos para cuadrar agendas, pero en principio se apunta al lunes como día probable. Casi al límite del tiempo que se ha marcado el PSOE, puesto que antes de que Sánchez acuda a la investidura debe reunir a su ejecutiva para que a su vez esta convoque el referéndum a la militancia -que se perfila para el próximo fin de semana- y el comité federal. El líder de la formación morada enviará a una comisión negociadora -de la que no desveló su composición-, aunque en ella no estará él mismo, salvo que Sánchez decidiera acudir.

Iglesias subrayó que es evidente que habrá que "clarificar" los términos del encuentro, pero ya es un hecho "muy significativo" que Sánchez hubiera aceptado la reunión a cuatro -gesto que solemnizó enviándole una carta a Garzón, que colgó en su cuenta de Twitter-. El secretario general de Podemos hacía esa apreciación porque el candidato socialista había escrito, en su misiva al diputado de IU, que estaba dispuesto a que su equipo acudiera a esa 'cumbre' multilateral para "pactar un programa para la investidura, que proyecte en la legislatura la acción de un Gobierno progresista y reformista". Sánchez siempre ha insistido en que las políticas deben ir por delante, y luego vendrán los sillones. Podemos no se levantará de la mesa, pero sí que espera que esa reunión a cuatro bandas sea un "espacio ideal" para hablar "del qué y del quién", porque ambas cosas entiende que son dos caras de la misma moneda.

Podemos condiciona todo apoyo al PSOE a entrar en el Gobierno, mientras que Sánchez acepta una 'cumbre' a cuatro, pero para hablar sólo de la investidura

O sea, que donde el PSOE ve una reunión diseñada para "pactar un programa", Podemos percibe "la foto del nuevo Gobierno de España". De nuevo, lecturas contrapuestas de las intenciones y de los objetivos.

La "imposibilidad" de un Ejecutivo monocolor

En ese argumento abundó Oltra, aplicando su experiencia de la negociación del Pacte del Botànica en Valencia, una entente entre socialistas, Compromís y Podemos que culminó en un bipartito entre las dos primeras fuerzas y el apoyo exterior de la formación morada. Contenidos y personas "forman parte de un todo", son "las condiciones de una investidura". Ella fue quien ofreció uno de los titulares de la tarde del viernes, que después reprodujo Iglesias palabra por palabra: "El Gobierno de Pedro Sánchez será plural o no será. Será plural o no será de cambio".

Compromís advierte de que los números no dan para un pacto de legislatura de PSOE y Ciudadanos, y en esa tesitura la coalición no daría su voto 'sí'

El secretario general subrayó que jamás apoyará ni por activa (voto 'sí') ni por pasiva (abstención) un Gobierno en minoría, si eso es lo que quiere el PSOE, porque sería un Ejecutivo inestable y débil. Iglesias recordó que sólo hay dos caminos: o una entente PSOE-Ciudadanos-PP o un Ejecutivo de progreso y compartido, que tenga como base electoral a 11 millones de electores. Y advirtió a Sánchez de que si lo que busca es un Gobierno en solitario con los apoyos externos de C's, Podemos, IU y Compromís, está persiguiendo una quimera, y le demandará que lo aclare: "Cuando uno va a una reunión tiene que ser honesto. Si el PSOE quiere Gobierno en solitario, que lo digan, aunque estarían planteando una imposibilidad". Por tanto, no respaldará ni un Gabinete monocolor ni un acuerdo de legislatura ni un pacto de investidura.

Oltra sintonizó con esa percepción. "Los números no dan para un pacto de legislatura de PSOE [90 escaños] y Ciudadanos [40]", avisó, justo ahora que parece que está cerca la firma de un acuerdo entre socialistas y naranjas, ya que las negociaciones están muy avanzadas. Esa opción es "inverosímil" porque no conseguiría prosperar. Lo cierto es que el PSOE no va a paralizar sus contactos con Rivera. Ni mucho menos.

Si llega la abstención de Rivera, mejor

Fuentes de la coalición valenciana recalcaron tras la comparecencia que Compromís no votará 'sí' a un acuerdo PSOE-C's en ningún caso, pese a que Baldoví había asegurado que no estaba "descartada" ninguna posibilidad, que no hay decisión definitiva sobre las tres fórmulas posibles (respaldo a la investidura, acuerdo de legislatura o entrar en el Gobierno). "Ciudadanos nos quieren echar, nos están 'troleando' -indicaban desde el círculo de la vicepresidenta de la Generalitat-. Que votemos 'sí' a una alianza PSOE-C's no es posible". Una foto en la que tampoco se ve Izquierda Unida, por cierto. Garzón, Oltra e Iglesias coinciden en que si Albert Rivera se abstiene ante un pacto de izquierdas, miel sobre hojuelas. "Si Pedro Sánchez consigue su abstención en un Gobierno de progreso, yo no lo vería mal, no sería una mala noticia", afirmó este viernes Iglesias. Eso sí, "duda" de que se pueda producir, por las manifestaciones hechas por el partido centrista, que se considera incompatible con Podemos.

El PSOE mantendrá reuniones y contactos con C's , con quien el acuerdo está ya maduro, durante todo el fin de semana y este sábado, con Compromís

Si, ante ese Ejecutivo de coalición, C's no se abstuviese, sólo podría salir adelante con la abstención de ERC y Democràcia i Llibertat, que han acordado votar lo mismo en el pleno y que exigen, para saltar de su 'no' inicial, el referéndum de autodeterminación. Iglesias se ofreció a mediar. A dialogar con ambas formaciones para contribuir con "lealtad" a que Sánchez sea presidente. Y, en un futuro Gobierno, tanto Podemos como En Comú Podem, dijo, podrían ocuparse de la cuestión territorial al tener una interlocución "más fluida" con las dos formaciones separatistas.

Con Compromís las negociaciones están bastante avanzadas. El PSOE está dispuesto a asumir la agenda valenciana, que comprende una reforma del sistema de financiación y el pago de la deuda histórica, que está cifrada en unos 16.000 millones de euros. Oltra subrayó que esa reivindicación, que ha generado suspicacias en algunas federaciones socialistas -Andalucía, Aragón o Castilla-La Mancha-, no es de su grupo, sino de toda la sociedad valenciana, y que defiende, "el primero", el Gobierno autonómico, que preside Ximo Puig. La vicepresidenta se ofreció a ayudar a "cocinar" el acuerdo si hace falta. Invitaría a Iglesias y a Sánchez a "pasear" un día soleado por Valencia, mientras ella les guisa un "arroz caldoso".

Pero ese plato no es tan sencillo. Este viernes, el PSOE cerró un acuerdo -el primero de este proceso- con Coalición Canaria, y mantuvo encuentros "discretos" con Ciudadanos. La dirección se cuidó de hacer saber que las reuniones y contactos con la formación naranja "seguirán durante el fin de semana" y este sábado, también con Compromís. A su vez, Rivera pretende fortalecerse como puente entre populares y socialistas: la semana próxima tiene intención de reunirse con el PP para procurar un pacto a tres.

Está previsto que en las próximas horas la dirección socialista envíe a Iglesias un documento con las propuestas de Podemos que acepta y que hace suyas, con el fin de buscar el acuerdo. En principio, obviará toda la parte que hace referencia a la configuración del Ejecutivo, pues insiste en que de eso se dialogará una vez estén claras las políticas.

El PSOE no se quiere cerrar ninguna puerta y, ahora mismo, el final del túnel es impredecible. Algunos veteranos del PSOE consideran que aún hay mucha tela que cortar antes del 5 de marzo, cuando se producirá la segunda votación de investidura, en la que Sánchez sólo necesitaría mayoría simple. Podría pasar desde que C's se descolgara y el PSOE tuviera que intentar cerrar un pacto con Podemos o bien ir a una elección fallida, lo que devolvería la pelota al tejado del Rey. Sánchez se beneficia de la paz interna de las últimas semanas. El partido contiene la respiración y aguarda el tirón final de las negociaciones. Entonces llegará la consulta exprés en la que, previsiblemente, la militancia respaldará la postura de la dirección, aunque los ojos estarán puestos en el nivel de participación.

Negociación de los equipos económicos de PSOE y C's hasta altas horas de la noche

Hay mucha negociación que no se ve. Que no se ve en las fotos ni se anticipa a la prensa. Y en la que no participan los primeros espadas.

Pero ahí está. La prueba, esta misma noche. A las 23 horas este periódico vio salir de su reunión a tres de los negociadores de PSOE y Ciudadanos. O, más precisamente, de uno de sus equipos sectoriales. De un lado, el secretario de Economía de la ejecutiva de Pedro Sánchez, Manuel de la Rocha Vázquez -número 11 de las listas por Madrid el 20-D, aunque no resultó elegido-. De otro, el portavoz económico de la formación naranja, Toni Roldán, y a su adjunto, Francisco de la Torre, diputados por Barcelona y Madrid, respectivamente.

Socialistas y Ciudadanos están rematando las conversaciones en materia económica estos días. Era el fleco que quedaba pendiente, ya que el acercamiento en regeneración democrática ya se había conseguido. Ambas formaciones discrepaban en los temas laborales y fiscales. El partido de Albert Rivera no quiere volver a la legislación del mercado de trabajo de los Gobiernos socialistas ni subir impuestos. El PSOE plantea derogar la reforma laboral del PP y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores y caminar hacia una fiscalidad progresiva y una reforma de la tributación de la riqueza.