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Optimismo tras la primera ronda negociadora... aunque los vetos continúan
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"AVANCES" TRAS LA PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTO SOCIALISTA

Optimismo tras la primera ronda negociadora... aunque los vetos continúan

Ciudadanos, IU y Compromís creen que el texto ofrecido por el PSOE es un buen punto de partida para seguir hablando y el PSOE no aprecia piedras insalvables. Podemos mantiene su 'no' al diálogo con C's

Foto: Pedro Sánchez, este 8 de febrero, durante su reunión con la Asociación Española de StartUps. (EFE)
Pedro Sánchez, este 8 de febrero, durante su reunión con la Asociación Española de StartUps. (EFE)

"En el transcurso de los días, unos y otros acabarán bajando las escaleras y escucharán el clamor popular" que pide un cambio. La expresión no es de un dirigente del PSOE, imbuido del lógico optimismo con el que la dirección encara el proceso de negociación de la investidura de Pedro Sánchez. Es de Joan Baldoví, portavoz de Compromís en Congreso. Era él al que se le veía exultante tras su reunión con los socialistas -a ellos también, claro-, y también convencido de que antes o después unos y otros (lo decía por PSOE y Podemos), todos, acabarían cediendo, bajando "las escaleras" hacia el acuerdo, porque siempre será mejor remedio que conducir al país a nuevas elecciones.

Baldoví se define como "optimista por naturaleza", pero lo cierto es que algo de fundamento tenía su afirmación tras escuchar sus impresiones y las de las otras dos delegaciones que este lunes se sentaron con el equipo designado por Sánchez, la de Izquierda Unida-Unidad Popular y la de Ciudadanos. Todo eran buenas palabras y disposición al entendimiento, elogios al texto que por la mañana les había remitido Ferraz y que podía ser una "buena base" para construir un pacto. "Avances" que también reconocía la contraparte socialista. Pero los vetos, el de Podemos a Ciudadanos y el del PP al PSOE seguían ahí. Y mientras no decaigan, la investidura seguirá siendo una entelequia.

Sensaciones positivas en la reunión del PSOE con Ciudadanos, Compromís e IU

"Esto va bien", resumía Antonio Hernando, el portavoz de la comisión negociadora del PSOE, al término de la intensa agenda de reuniones del día, tras recibir a IU-UP, C's y Compromís. Retomaba el "esto empieza bien" de su jefe, cuando comenzó los contactos hace menos de una semana. El PSOE quiere proyectar una imagen de que el sueño que persigue Sánchez se puede materializar, y que las conversaciones no sólo no han descarrilado, sino que avanzan bien, aunque quede camino. El texto de 53 páginas que remitieron los socialistas a todas las formaciones que pueden facilitar la elección del secretario general como presidente del Gobierno -C's, Podemos, IU-UP, PNV, Compromís, Coalición Canaria y Nueva Canarias-, no despertó suspicacias entre los primeros interlocutores. Ni siquiera Podemos, que mantiene su negativa a sentarse a la mesa mientras Sánchez no cierre la puerta a Albert Rivera.

[Consulta en PDF el 'Programa para un Gobierno progresista y reformista' del PSOE y aquí sus 43 medidas principales]

Iglesias quiere "garantías" y estar en el Gobierno

"Nos alegra que el PSOE se inspire en nuestras propuestas, pero para nosotros también son muy importantes las garantías y estamos encantados y dispuestos a negociar con el PSOE desde ya un Gobierno de progreso", aseguró Pablo Iglesias en el Congreso. El líder de la formación morada mantuvo que aunque sea una "buena noticia" que medidas suyas aparezcan en el programa de Gobierno de Sánchez, este debe abandonar el diálogo con C's para armar ese Ejecutivo del cambio al que quiere incorporarse como vicepresidente.

El PSOE no aprecia "ningún obstáculo" para alcanzar un acuerdo con IU, C's y Compromís, tiende la mano a Podemos y le emplaza a que baje de la escalera

Hernando celebró la actitud de Iglesias, el reconocimiento de una "amplísima coincidencia con el PSOE". Una "excelente noticia". "Cuando nos sentemos a hablar, quizá haya un ensamblaje", auguró. Porque eso es lo que cree el PSOE, que Podemos se acabará sumando al diálogo para no verse arrinconado con el PP. De ahí que no sea muy beligerante en sus declaraciones, aunque de vez en cuanto le meta presión agitando el fantasma de la pinza.

Antonio Hernando no ve "ningún obstáculo" para un acuerdo con C's, IU y Compromís

"Elegimos una comisión para hablar con C's, pero el programa que hemos hecho es para atraer a Podemos", resumía gráficamente una integrante de la ejecutiva socialista para sintetizar la estrategia del partido: un equipo moderado capitaneado por Hernando y bregado en las negociaciones, y a la vez un texto que extracta la esencia del programa socialista del 20-D, que rebaja algunas pretensiones para no perder a C's pero que no renuncia al aspecto más social para seducir a la izquierda. De ahí las reacciones que se produjeron durante la jornada. Todas positivas, en líneas generales. Y ello permitió sostener a Hernando que no ve "ningún obstáculo" para llegar a un acuerdo con IU-UP, Compromís y C's. A falta de que mueva ficha Podemos, a quien también mandó el 'dossier'. El PNV, por su parte, se sentará a la mesa mañana miércoles.

El PSOE agregará cambios

De "optimismo moderado" habló Alberto Garzón, que se sintió satisfecho con el plan de choque social, con la mejora de la regulación del derecho de huelga, el rechazo al contrato único propuesto por C's, la derogación de la reforma laboral o la garantía que Hernando le dio de que se analizaría una reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional. El diputado de IU vio carencias en la propuesta de modificación constitucional -el original socialista apenas lo detalla- o en la creación de un polo de banca pública. Pero la delegación socialista se comprometió a estudiar sus demandas y concretar su oferta. Es previsible que reintroduzca una cuestión que estaba contenida en su programa del 20-D y no aparecía explícitamente en el documento remitido a los grupos este lunes: el cambio del artículo 135 de la Constitución, para complementar el equilibrio presupuestario con la garantía de dotación del Estado del bienestar. Hernando aseguró que esa demanda seguía viva para su formación.

C's considera que si acerca posiciones con el PSOE, va a ser "muy difícil" que se puedan sumar otras fuerzas, y recuerda que los emergentes son "incompatibles"

Con Ciudadanos las coincidencias se dan sobre todo en materia económica y de regeneración democrática, y también en política europea. El portavoz del equipo naranja, José Manuel Villegas, destacó que no aprecia "obstáculos insalvables" con el PSOE. Pero si siguen acercando ambas formaciones posturas en estos asuntos, "va a ser muy difícil que se sumen otras formaciones como Podemos, Compromís o IU", señaló. Claro que el viernes pasado creía esa entente a varias bandas "imposible". No es un veto a Iglesias explícito el de C's, pero sí el subrayado de que los dos emergentes defienden postulados "incompatibles".

Los socialistas prevén incorporar la agenda valenciana al documento, como la revisión de la financiación autonómica o una mayor inversión, para así sumar a Compromís. A Hernando le gustó el símil de la escalera empleado por Joan Baldoví, aunque no para equipararse con Podemos. "Nosotros ya estamos abajo. Pedro Sánchez no subió en ningún momento", apuntó, emplazando a Iglesias a bajar de su montaña. Entretanto, los socialistas seguirán "con la mano tendida" y confiados en que la formación morada cederá y se sentará, porque de lo contrario los ciudadanos no lo "perdonarían".

La opinión discrepante vino del PP, que tuvo acceso al documento socialista por los medios, porque Ferraz no se lo envió, al no considerarlo un interlocutor que pueda ayudar a la elección de Sánchez. El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Casado, proyectó una imagen negra del texto, la "vuelta al zapaterismo más radical y pernicioso para España" y una "enmienda a la totalidad" a la pasada legislatura "para volver a la quiebra y la bancarrota", informa Efe.

Con Rajoy, el miércoles... ¿y en el Congreso?

El portavoz socialista se felicitó de la posición de "centralidad en la vida política española" en la que se ha situado Sánchez, al asumir la responsabilidad de intentar gobernar "por encargo del Rey". Cosa que no hizo Mariano Rajoy, recalcó. "El secretario general, en cuatro días, ha hablado con más partidos e interlocutores sociales que el presidente en cuatro años -ironizó-. Y lo vamos a seguir haciendo". Hernando elogiaba así los contactos de su jefe con las formaciones políticas y también los que desarrolla estos días con distintos colectivos y entidades. Este lunes se vio con jóvenes emprendedores y representantes de la economía social, y este martes le tocan referentes de la cultura y la comunidad educativa.

Pedro Sánchez se reúne este martes con representantes de la cultura y la enseñanza

El miércoles, previsiblemente, el candidato se entrevistará con Rajoy. Sánchez quiere que sea en el Congreso y no en La Moncloa, pues a la cita el presidente acudirá como líder del PP y no como jefe del Ejecutivo en funciones. "Respetemos el terreno que es de todos", sentenció el portavoz. Para finales de semana, se verá, por separado, con ERC y Democràcia i Llibertat (DiL, la heredera de Convergència), pero para recordarles que no comparte en absoluto sus puntos de vista y que no quiere negociar con ellos su investidura ni desea sus apoyos.

Las negociaciones han arrancado con buen pie, pero el camino será largo. El portavoz no quiso anticipar plazos, ni si todo irá más rápido de lo previsto. El calendario inicial se mantiene: que el debate de investidura se celebre a principios de marzo, un mes después de la encomienda de Felipe VI. Aunque el PSOE desea que "cuanto antes" se celebre, "mejor".

Una reforma constitucional muy resumida, aunque de la "máxima relevancia"

Fue uno de los aspectos más llamativos del texto de 53 páginas enviado por los socialistas al PSOE. La reforma de la Constitución se ventilaba en dos páginas, que no albergaban muchas concreciones y que despachaban el problema territorial en apenas una línea: "Desarrollo del concepto de Estado federal".

La redacción, tan escueta, fue buscada. La reforma de la Carta Magna es "el cierre de todo el proceso", "que hay que negociar ampliamente", también incluso con el PP. Todas las fuerzas han de delimitar "el perímetro y los contenidos de la reforma". "Esto nos va a llevar más tiempo y esfuerzo. Tenemos una propuesta, pero no hemos querido que ese sea el punto de partida. Por eso hemos preferido un enunciado corto, pero en el que se establecen muy bien los temas a tratar", alegó en rueda de prensaAntonio Hernando, el portavoz socialista.

El documento ofrece algunas líneas de trabajo, como el blindaje de derechos, la revisión del Senado y de los aforamientos, la supresión de la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona o la inclusión de los principios del nuevo sistema federal. En una primera versión, se hablaba de desarrollar el concepto de Estado federal "siquiera mínimamente". Apostilla de dos palabras que desapareció en una versión posterior porque era una simple errata, "una frase que ni siquiera era de ese epígrafe".

Que no se amplíe este capítulo no obedece, según Hernando, a que se quiera soslayar. El PSOE cree que la tensión Cataluña es uno de los principales políticos del país, a la que da "máxima relevancia". Pero esta cuestión es de "tanta trascendencia" que necesita tiempo de maduración y el trabajo "de todos". El texto propone que se constituya la subcomisión parlamentariapara que acudan en audiencia expertos al Congreso y que entregue su informe a su vez ala ponencia constitucional, a fin de que esta inicie sus labores de redacción del nuevo texto desde comienzos de 2017.

"En el transcurso de los días, unos y otros acabarán bajando las escaleras y escucharán el clamor popular" que pide un cambio. La expresión no es de un dirigente del PSOE, imbuido del lógico optimismo con el que la dirección encara el proceso de negociación de la investidura de Pedro Sánchez. Es de Joan Baldoví, portavoz de Compromís en Congreso. Era él al que se le veía exultante tras su reunión con los socialistas -a ellos también, claro-, y también convencido de que antes o después unos y otros (lo decía por PSOE y Podemos), todos, acabarían cediendo, bajando "las escaleras" hacia el acuerdo, porque siempre será mejor remedio que conducir al país a nuevas elecciones.

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