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IU y Compromís salen satisfechas tras su primera negociación con el PSOE
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PRIMER DÍA DE NEGOCIACIONES

IU y Compromís salen satisfechas tras su primera negociación con el PSOE

Garzón muestra su "alegría" por propuestas como el plan de choque social, aunque aún existen "diferencias sustanciales". Baldoví cree que el documento presentado por Ferraz es una "buena base"

Foto: Alberto Garzón con Sol Sánchez, Adolfo Barrena y José Luis Centella, a su llegada a la reunión con el PSOE, este 8 de febrero. (EFE)
Alberto Garzón con Sol Sánchez, Adolfo Barrena y José Luis Centella, a su llegada a la reunión con el PSOE, este 8 de febrero. (EFE)

Las conversaciones sobre programa de PSOE con Izquierda Unida-Unidad Popular han comenzado con buen pie. Este lunes se vieron los equipos negociadores de las dos fuerzas, y Alberto Garzón y los suyos se llevaron la impresión de que el acuerdo que le permita apoyar "exclusivamente la investidura" de Pedro Sánchez -por ahora, y sin perjuicio de que el pacto luego se amplíe y quepa la entrada en el Gobierno- es posible, porque hay medidas, en la oferta socialista, que les satisfacen, aunque aún existen puntos de divergencia. En resumidas cuentas, IU-UP acabó su primera negociación con el PSOE con "optimismo moderado". Aunque más positivo aún salió de su encuentro Joan Baldoví, portavoz de Compromís, que calificó el documento extendido por Ferraz por la mañana como una "buena base" para el acuerdo y se mostró convencido de que en los próximos días se producirán acercamientos entre las distintas fuerzas, porque "unos y otros bajarán de las escaleras y escucharán el clamor ciudadano".

El portavoz de la IU-UP en el Congreso compareció tras verse con el equipo capitaneado por Antonio Hernando, horas después de que Ferraz enviara a los partidos interlocutores y a la prensa el programa de Gobierno con el que quiere intentar su investidura. Y le produjo "alegría" encontrar elementos que comparte IU-UP, como el plan de choque de emergencia social o la derogación del artículo 315. 3 del Código Penal, en lo relativo al ejercicio del derecho de huelga. También le satisfizo a la delegación encabezada por Garzón que el PSOE le trasladase que no le "gusta" el contrato único o el complemento salarial, propuestos por Ciudadanos. Y le agradó que los socialistas estén dispuestos a "analizar" la reforma del sistema electoral, para hacerlo más proporcional, o a derogar no sólo la legislación laboral del PP de 2012, sino la que ellos aprobaron en su etapa de Gobierno en 2010.

Alberto Garzón afirma tras reunirse con el PSOE que sólo están hablando de la investidura

¿Qué cuestiones generan discrepancias? Que en el documento no se incluya la modificación del artículo 135 de la Constitución, que la reforma de la Carta Magna sea "de muy poco calado" -IU-UP defiende un proceso constituyente-, que se cree un polo de banca pública a partir de las entidades financieras nacionalizadas y que se paralice la privatización de Bankia. Igualmente, "chirrían" cuestiones de política exterior y europea. O la propia concepción de la Corona, porque la federación es republicana. Pero no pone líneas rojas. La suya es, como dijo Garzón, una "negociación holística", de forma que decidirá su voto en función del conjunto del acuerdo -si se alcanza-, y sin atender a quién más lo firma. Si en la alianza está Ciudadanos, no pondrá pegas, siempre que no incluya "elementos regresivos" o "son lesivos para las clases populares". Si ese fuera el caso, los dos diputados -él y Sol Sánchez- no respaldarían la elección de Sánchez.

No es "un escollo para la investidura"

Dicho de otro modo, si se alcanza un pacto satisfactorio, siempre "sobre programa", se verá "si es posible la investidura", "a pesar de las diferencias" en temas como la banca pública o el proceso constituyente. El PSOE promete, por ejemplo, impulsar el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para transformarlo en un "verdadero banco público de inversiones". Esa salida "puede ser bienvenida", aunque no es el mejor mecanismo para IU-UP. Pero habrá que esperar a ver cómo madura el conjunto de la negociación. Aparte de que, como dijo el diputado, la delegación no había tenido tiempo a analizar en profundidad el texto remitido por el PSOE, de 53 páginas.

La propuesta del PSOE: 40 medidas mirando a izquierda y derecha

Prueba de que la actitud de IU-UP es flexible es que Garzón señaló que aunque reivindica la paralización de la privatización de Bankia y una banca pública, ambos elementos, aun siendo "importantes", no tienen por qué ser "necesariamente un escollo para un acuerdo de investidura".

El diputado precisa que ahora mismo sólo se está negociando la investidura de Sánchez, y que luego se abordará si el pacto va a más o si entra en el Gobierno

El diputado, que en la rueda de prensa estuvo acompañado del resto del equipo negociador -Sol Sánchez, Adolfo Barrena, José Luis Centella y, por parte de Unidad Popular, Isabel Elbal-, hizo hincapié en que lo que se está negociando ahora mismo es un pacto de investidura, no de legislatura y no un Gobierno de coalición. No es esta la fase. Después, cuando se haya cerrado un primer acuerdo, se abrirán etapas posteriores de diálogo "en las que todo se puede discutir", y en cualquier caso toda alianza quedará a expensas de que se pronuncie sobre ella el conjunto de la militancia.

Garzón dejó muy claro que IU-UP no se levanta de la mesa. De hecho, habrá más reuniones entre los dos equipos a lo largo de la semana. No comparte así la postura adoptada por Podemos, que supeditó la continuidad de la negociación a que el PSOE abandonase las conversaciones con Ciudadanos, a lo que Sánchez se negó, insistiendo en que busca un acuerdo "plural". "Es el tiempo del diálogo", enfatizó el diputado. "No es incompatible la coherencia y la radicalidad en el contenido con el diálogo. A nosotros nos gusta hablar con todo el mundo", dijo desde el "respeto" a la decisión de Pablo Iglesias.

La "agenda valenciana"

Por la tarde, la comisión socialista se reunió con la delegación de Compromís. Joan Baldoví calificó de "positivo" el documento, sobre todo en cuestiones sociales, y una primera piedra, un "buen punto de partida" que puede cimentar el acuerdo, aunque la coalición valenciana echa de menos cuestiones relacionadas con la "aganda valenciana", como la financiación, la deuda, las inversiones, o la legislación energética. Igual que pidió mayor concreción en la reforma constitucional. El portavoz apreció, no obstante, un "alto nivel de coincidencia" en la oferta del PSOE con el programa de Compromís y con el Pacte del Botànic, la alianza que suscribieron su formación, el PSPV y Podemos para cambiar el signo de la Generalitat valenciana.

Compromís está convencida de que al final todos cederán: "En el transcurso de los días unos y otros bajarán las escaleras y escucharán el clamor popular"

De hecho, Compromís sigue creyendo que ese modelo de suma de las tres fuerzas de izquierdas que triunfó en la Comunidad y en los ayuntamientos de Valencia y Alicante es el ejemplo a seguir. Y en este caso, dijo, "la aritmética suma", y hay una "oportunidad histórica" de cambio "que no se debería dejar pasar" y que es "exportable" al Ejecutivo central.

Compromís espera Podemos y PSOE acaben "bajando escaleras" y logren acuerdo

Baldoví se declaró "optimista" respecto al avance de las negociaciones. Es uno de los convencidos de que al final todo el mundo cederá. "En el transcurso de los días unos y otros bajarán las escaleras y escucharán el clamor ciudadano", que pide un "Gobierno plural" en el que los políticos no fueran "el problema" y se llegara a un entendimiento lo antes posible, remarcó. "Espero que seamos capaces de tener dosis de generosidad, capaces de ceder un poco [...]. Se van a producir acercamientos [...]. Todos sabremos estar a la altura", auguró. El mensaje iba por el PSOE e, indudablemente, también por Podemos, con quien Compromís mantiene unas relaciones "magníficas", pero con quien no comparte su modo de proceder. "Ellos no nos dicen lo que tenemos que hacer ni nosotros vamos a decirles qué tienen que hacer ellos".

La coalición valenciana tampoco pone vetos. Ni ve pegas a C's si ellos se quieren subir al carro: "Me parece perfecto que fuerzas dispares sean capaces de coincidir en ciertos temas". El portavoz recordó que en Les Corts, por ejemplo, varias medidas del Gobierno valenciano son apoyadas por la formación naranja, y es lo normal. "Es el nuevo tiempo, es la normalidad democrática", concluyó sonriente.

Se agotarán todas las vías para que IU tenga grupo... pero siempre que haya garantías

El pasado sábado, Cayo Lara tuvo que retirar de su informe ante el Consejo Político Federal de IU su exigencia a los tres diputados de la federación integrados en las confluencias y en el grupo confederal de Podemos -la gallega Yolanda Díaz y los catalanes Joan Mena y Félix Alonso- a que añadieran su firma a la de Alberto Garzón y Sol Sánchez para que IU-UP pudiera formar grupo propio, gozar de mayor visibilidad parlamentaria y disponer de más recursos que harían menos traumático el plan de ajuste al que la federación está obligada tras el batacazo del 20-D y la mengua de recursos.

Uno de los que pidió al coordinador que renunciara a ese apremio fue Alberto Garzón, que consideraba una "grave irresponsabilidad" que el todavía líder de IU promoviera la ruptura de las confluencias sin tener todas las garantías de que era posible tener grupo, una vez cerrado el plazo. Al final, la redacción aprobada era más difusa: se pedía a las organizaciones gallega (Esquerda Unida) y catalana (EUiA) de IU que agotaran todas las posibilidades para ayudar a la federación a disponer de grupo propio.

Garzón, preguntado este lunes insistentemente, tampoco se salió mucho de ese guión. Demandó la "complicidad" de sus federaciones y de los que comparten que IU debe gozar de una visibilidad "adecuada", acorde con su casi millón de votos, para tener grupo en el Congreso. El diputado insistió en que buscará "toda la ayuda posible" para ese objetivo y hablará "con todo el mundo".

Pero con una condición: hace falta "claridad", garantías de que a estas alturas, con los grupos constituidos desde finales de enero, se puede hacer, y esa seguridad "ha de proporcionarla la Mesa, no la rumorología". Se refería así Garzón al hecho de que el sábado Lara lanzó ese órdago a sus tres diputados de las confluencias con el compromiso verbal de PSOE y Ciudadanos de facilitarle grupo, pero nada más.

El portavoz de IU-UP quiere "información y garantías jurídicas" y también ese "ejercicio de solidaridad" por parte de los propios y de los demás. Por cierto que haría falta el apoyo de Podemos, porque socialistas y naranjas no tienen mayoría en la Mesa. Pero en ese caso Garzón espera que "nadie ponga impedimentos". Así que "hay que seguir explorando [la posibilidad de que IU tenga grupo], porque el Consejo Político lo aprobó" con casi el 80%.

Las conversaciones sobre programa de PSOE con Izquierda Unida-Unidad Popular han comenzado con buen pie. Este lunes se vieron los equipos negociadores de las dos fuerzas, y Alberto Garzón y los suyos se llevaron la impresión de que el acuerdo que le permita apoyar "exclusivamente la investidura" de Pedro Sánchez -por ahora, y sin perjuicio de que el pacto luego se amplíe y quepa la entrada en el Gobierno- es posible, porque hay medidas, en la oferta socialista, que les satisfacen, aunque aún existen puntos de divergencia. En resumidas cuentas, IU-UP acabó su primera negociación con el PSOE con "optimismo moderado". Aunque más positivo aún salió de su encuentro Joan Baldoví, portavoz de Compromís, que calificó el documento extendido por Ferraz por la mañana como una "buena base" para el acuerdo y se mostró convencido de que en los próximos días se producirán acercamientos entre las distintas fuerzas, porque "unos y otros bajarán de las escaleras y escucharán el clamor ciudadano".

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