Sólo una "investidura técnica" con falso candidato puede adelantar las elecciones

El Gobierno en funciones pasa la pelota al Congreso por si hay que estudiar alguna vía para repetir elecciones sin que haya antes una votación de investidura, pero en la Cámara ven poca materia para hacer un informe. "La Constitución no puede ser más clara y no hay ningún atajo", advierten en fuentes de los servicios jurídicos, aunque en alguna Asamblea autonómica como la de Madrid hayan especulado con la posibilidad de abreviar plazos amparados en su normativa. Si ningún candidato quisiera optar al cargo, la única salida sería lo que los letrados llaman "una investidura técnica", que alguien (que no tiene que ser ni diputado) se sometiera a la votación pertinente y una vez rechazado empezara a correr el plazo de dos meses preceptivo para convocar nuevas elecciones.

La Constitución puede ofrecer un vacío al no tasar el tiempo que el Rey tiene para hacer consultas, proponer candidato y que ese aspirante se someta a la investidura, pero la amenaza de bloqueo viene dada por el rechazo de los grupos políticos a negociar y el rechazo de los líderes a presentarse. Los ponentes no contaron con ello en 1978. Mariano Rajoy sólo puede buscar un pacto de gobierno con el PSOE (Ciudadanos es un complemento), pero Pedro Sánchez se niega hasta a hablar con él.

El secretario general de los socialistas está dispuesto a entenderse con todos los grupos de izquierda y separatistas, pero no con el PP. Al mismo tiempo, exige que Rajoy se presente primero para que sea derrotado y hasta entonces no quiere presentarse a su propia investidura, aunque él sí tiene ofertas de apoyo de otros grupos, con Podemos e IU por delante, y margen de negociación con partidos separatistas.

Ante ese panorama, y como la sombra de la repetición de las elecciones está presente desde la misma noche del 20-D, la cuestión es que si Sánchez insiste en bloquear la investidura de Rajoy y tampoco le sale la carambola del gobierno de frente popular para presentarse a la investidura, el periodo de consultas del Rey tampoco se podría eternizar sin que ni siquiera empezaran a correr los plazos para repetir los comicios. Don Felipe no puede obligar a nadie a presentar su candidatura, aunque sí tramitar sucesivas propuestas a partir de la primera votación.

El punto cinco del artículo 99 de la Constitución no puede ser más claro: "Si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación de investidura ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Gobierno".

Según fuentes parlamentarias consultadas por El Confidencial, la única salida para que corran los plazos ante de la hipótesis de que ni Rajoy ni Sánchez se sometan a votación en la Cámara sería un pacto previo entre los grupos parlamentarios para convocar un pleno de "investidura técnica" con otro candidato 'falso' (sin aspiraciones) que sería rechazado pero cuyo servicio serviría para empezar a contar los dos meses de rigor previos a la nueva convocatoria de elecciones.

El Gobierno en funciones no tiene competencias para tomar la iniciativa en la búsqueda de alternativas jurídico-políticas para abreviar los plazos que establece la Constitución, según reconoció la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. Además, la Mesa del Congreso que preside el socialista Patxi López, tampoco tiene previsto, de momento, pedir a los servicios jurídicos un informe sobre el asunto.

El precedente de lo ocurrido en la Asamblea de Madrid en 2003 a raíz del 'Tamayazo' no vale para este caso. El informe de los letrados admitía la disolución automática en caso de no haber investidura. Pero en el Congreso es el Rey el que propone candidato y disuelve las Cámaras. Además, Esperanza Aguirre se sometió a la investidura después de la fallida de Rafael Simancas y convocó automáticamente nuevas elecciones

En el fondo del presunto debate sobre la interpretación del artículo 99 de la Constitución está el juego de los partidos para culpar al adversario de una repetición de las elecciones que todos dicen que quieren eludir pero que parecen inevitables. El PSOE y Ciudadanos son los partidos con más miedo a repetir comicios.