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Barones presionan para que se abra ya el debate sobre el liderazgo de Sánchez
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CITA CLAVE EN FERRAZ

Barones presionan para que se abra ya el debate sobre el liderazgo de Sánchez

El PSOE andaluz quiere que la resolución que apruebe el Comité Federal deje claro cuál es el camino que se debe transitar a partir de ahora y que las decisiones no queden en manos del líder

Foto: Susana Díaz y Pedro Sánchez, durante su primer mitin de campaña del 20-D, el pasado 12 de diciembre en Sevilla. (EFE)
Susana Díaz y Pedro Sánchez, durante su primer mitin de campaña del 20-D, el pasado 12 de diciembre en Sevilla. (EFE)

La batalla dentro del PSOE es evidente. Y el cuestionamiento de Pedro Sánchez como líder, también. La duda es si la guerra final se activará de forma inmediata o si se aplaza unas semanas. Dependerá de si triunfan las posiciones maximalistas de varios barones, encabezadas por Susana Díaz, que quiere que el congreso federal se celebre cuando toca -entre febrero y marzo-, sin más demoras, o si se impone Pedro Sánchez. Eso es lo que está encima de la mesa, junto con el debate sobre cómo entablar las negociaciones postelectorales del 20-D y hasta qué punto cabe el portazo casi total a Podemos.

El PSOE vive horas críticas desde las generales del pasado domingo, y las hostilidades internas han ido en aumento. Con ese clima comenzó este domingo, pasadas las seis de la tarde, la reunión en Ferraz de Sánchez con sus barones, previa al decisivo Comité Federal de mañana. A la cita acudieron todos los secretarios territoriales. Incluido el valenciano Ximo Puig, aunque tarde, ya que anuló su agenda institucional prevista para mañana para viajar hasta Madrid.

Fuentes próximas a Pedro Sánchez insisten en que el secretario general “no va a ceder” en sus posiciones y no aceptará la presión de los barones. El secretario general, insisten fuentes de Ferraz, no permitirá que la resolución incluya la celebración del congreso federal en febrero o marzo y pospondrá cualquier debate interno hasta que se despeje el futuro Gobierno de España. Es una “locura” y “no tiene sentido”, aseguran desde el equipo de Sánchez, abordar ahora el liderazgo del partido. Un asunto que es la clave de fondo en la crisis interna y que los barones, capitaneados por Díaz, no quieren que se posponga. La otra línea roja marcada por el PSOE andaluz y secundada por los barones con más peso interno pasa por la negociación con Podemos. Ante la exigencia de que se dé un portazo al diálogo con el partido de Pablo Iglesias, desde el equipo de Pedro Sánchez insisten en que hay que abrir las negociaciones y aseguran que Podemos ya da síntomas de marcha atrás en la exigencia de que se celebre un referéndum sobre el futuro de Cataluña. El secretario general defenderá hasta el final, aseguran fuentes cercanas a Sánchez, dialogar con Podemos y no renunciará a formar un gobierno “de cambio” con una posible abstención de los nacionalistas.

Sánchez se rodeó de su guardia pretoriana, de los dirigentes que le apoyan sin pestañear en la ejecutiva federal, como César Luena, Patxi López, María González Veracruz, Antonio Hernando y Óscar López, pese a que teóricamente no tendrían en la cita de hoy ningún papel. También se sumó la presidenta del PSOE, la jiennense Micaela Navarro. Los líderes autonómicos entraron en su mayoría a pie y sin lugartenientes. Díaz entró a la sede socialista en coche, con lo que se evitó el paseíllo habitual y las declaraciones ante los periodistas. Pero bajo el brazo traía una hoja de ruta contundente pactada con los principales barones -todos los presidentes autonómicos, a excepción de la balear Francina Armengol-.

Sánchez se rodea en la cita con los barones de sus colaboradores más cercanos, como César Luena, María González Veracruz y Patxi López

El PSOE andaluz quiere que la resolución que apruebe el Comité Federal de este lunes deje claro cuál es el camino que se debe transitar a partir de ahora y que las decisiones no queden en manos de Pedro Sánchez y su núcleo duro. El “cesarismo”, como se refieren al modo de dirigir el partido del secretario de Organización, César Luena, al que critican que se aferre al ordeno y mando y no cuente con los territorios, tiene que llegar a su fin, insisten. Para ello se agarran a los estatutos del partido que dictan que será el Comité Federal el que decida acerca de la política de pactos.

Reflexión "profunda" y "autocrítica"

Sobre la exigencia de que el congreso federal se celebre cuanto antes y no se retrase, como propuso sorpresivamente Sánchez en la ejecutiva del pasado lunes en un gesto que fue entendido como una forma de preservar su liderazgo ante todo, aseguran que toca afrontar “un análisis profundo y con autocrítica” de los peores resultados electorales cosechados por el partido en su historia. Insisten en que cualquier paso que suponga retrasar esta reflexión será una huida hacia delante que pone en riesgo la misma supervivencia del PSOE. Lo que no aclaran es si Susana Díaz daría un paso hacia delante y disputaría la secretaría general a Pedro Sánchez. Aunque en las filas del PSOE andaluz son mayoría los que dan por hecho que la presidenta de la Junta tiene que asumir ese reto y ven escasas las posibilidades de que esta ve no busque ocupar el trono de Ferraz, oficialmente el silencio sobre el futuro de la baronesa andaluza sigue marcando el guión.

Fuentes de los socialistas andaluces aseguran que la posición que defiende Susana Díaz es la misma que ha puesto sobre la mesa desde el primer momento, de forma abierta y clara, y que conlleva una doble negación. Es decir, no a un pacto con Podemos que dependería de los nacionalistas y de la condición de un referéndum sobre Cataluña. Y no a un pacto con el PP que prorrogaría “las políticas de sufrimiento” de Mariano Rajoy. Los socialistas andaluces defienden que el PSOE debe quedarse en la oposición y liderar la izquierda desde la bancada enfrente del Gobierno. Exigen que haya una hoja de ruta clara y que permita al PSOE llevar la voz cantante en un momento muy complicado. Estas condiciones podrían abocar a unas nuevas elecciones. Ante esa posibilidad la respuesta sigue siendo la misma, que la responsabilidad es del Partido Popular y que “si hay que ir a otras elecciones, se irá”.

Díaz cuenta con el apoyo de los principales barones, aunque algunos de ellos median para que no se llegue al estallido total ahora mismo

Los socialistas andaluces defienden además que esto no es un pulso de Susana Díaz o el PSOE andaluz frente a Pedro Sánchez e insisten en que la líder socialista pone voz a una corriente mayoritaria en el partido. Aseguran que los territorios más potentes y los barones “más cualificados” están en estas mismas tesis y que las posiciones de Díaz son “mayoritarias” dentro del partido. Susana Díaz ha amarrado los apoyos de secretarios generales como el valenciano Ximo Puig, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el manchego Emiliano García-Page o el aragonés Javier Lambán, recalcan fuentes cercanas a la presidenta de la Junta.

Si la tensión no se reconduce, se podría llegar a un escenario de votación mañana en el Comité Federal, que visualizaría el choque de trenes entre Díaz y Sánchez y en el que los dos medirían sus fuerzas.

Page: "Todos a una"

El 'hashtag' #YoconPedro inundó esta tarde las redes sociales con mensajes de apoyo al secretario general. A esa exhibición de fuerza orgánica de Pedro Sánchez tampoco le dan mayor importancia desde el entorno de Susana Díaz. Insisten en que la presidenta de la Junta de Andalucía lidera en estos momentos “la posición mayoritaria” dentro del partido. Según la versión oficial, todos esperan que haya un acuerdo que se visualice en el Comité Federal que arrancará el lunes en Ferraz. El problema, admiten desde varios sectores del PSOE consultados por este periódico, no está en lo que pueda aprobarse por escrito. Todos, por ejemplo, asumen que no se puede negociar con ningún partido que ponga en riesgo la unidad de España. El conflicto más de fondo gira sobre el liderazgo de Pedro Sánchez y el futuro a medio plazo del partido. Cerrar en falso la crisis interna aunque pueda ser la posición más cómoda servirá de poco, coinciden varias voces del partido.

Page: “Si la dirección habla de congresos, entonces hablamos. O se plantea que no se respeten esas fechas ordinarias o se debe celebrar, es evidente“

No obstante, algunos barones alineados claramente con Díaz entienden que no es momento de plantear la batalla final tan pronto, sin que se haya resuelto la gobernabilidad del país. Que hay que esperar y evitar el choque de trenes interno. Es el caso del manchego Emiliano García-Page, el único secretario territorial que quiso hablar a la entrada con los periodistas. Él hizo un llamamiento a los dirigentes del PSOE para ir "todos a una" para evitar que el partido se rompa y que se aquilate el mensaje de que a los socialistas les importan más las cuestiones internas que las de los españoles.

Pero Page también admitió que si la dirección de Sánchez pone sobre la mesa la cuestión del cónclave federal, entonces habrá que discutirlo. El secretario general lo hizo al anunciar a su ejecutiva el pasado lunes, con los datos del 20-D aún calientes, que pretendía aplazar el congreso a la primavera, después de que se resolviese la investidura, y que él optaría a la reelección. Una advertencia que molestó sobremanera en los territorios y que activó el movimiento a la contra. "No conozco ninguna resolución [para que el cónclave se atrase], ni tampoco de la dirección. No hay una propuesta como tal de que se retrase. Si la dirección propone hablar de congresos, entonces hablamos. O alguien plantea que no se respeten esas fechas ordinarias o se tiene que celebrar, es evidente", agregó, evitando dar acuse de recibo al planteamiento de Sánchez y verbalizado por César Luena en rueda de prensa en Ferraz. El presidente manchego sostuvo que ni él ni ningún dirigente tiene miedo a ningún congreso, y que es evidente que el resultado de las urnas no es satisfactorio y eso obliga a PSOE "otra vez a reflexionar". La dirección federal, en cambio, consideró los datos del 20-D "aceptables".

El "sudoku electoral"

Page recalcó que lo prioritario, no obstante, es "intentar dar con la tecla que resuelva el sudoku electoral", porque es "muy confuso" y ha generado "muchas dudas". "Y hay que intentar afrontarlas desde la unidad, porque si nos rompemos nosotros mismos, evidentemente no vamos a ningún sitio", alertó. "Vamos a intentar que quede muy claro que al PSOE le importan los problemas del país y que anteponemos la viabilidad del sistema constitucional a todos los demás".

El presidente manchego es de los que cree, como Díaz o el extremeño Guillermo Fernández Vara, que no se puede "gobernar a cualquier precio" y que los ciudadanos han situado al PSOE en la oposición. Sánchez, en cambio, ha reiterado que no "renuncia" a articular un "Gobierno de cambio". Eso sí, unos y otros subrayan que no cederán jamás en una línea roja clarísima: el referéndum de autodeterminación de Cataluña, que Pablo Iglesias ubica como una de sus "prioridades" para negociar, como así le expresó al líder socialista en su conversación telefónica del 24 de diciembre.

Patxi López pide unidad a los barones y conformar un bloque “pro PSOE“ y no un eje contra Sánchez

La obsesión de Page -que gobierna en Castilla-La Mancha con Podemos y tiene una opinión más matizada sobre la formación morada que la de Díaz- es que no se perciba al PSOE como el que rompe la baraja, como el que tiene la mayor culpa en la inestabilidad del país. Por eso añadió ante la prensa que el PSOE "no renuncia a gobernar si se entra en una posición de bloqueo" y el PP no conquista la investidura, pero en ese caso "los espacios de entendimiento van a depender más de los demás que del PSOE". "Realmente, es muy complejo. No sale la cuenta -ni una mayoría de izquierdas ni una de derechas- en ningún sentido", aseguró. Y es que a los socialistas no les bastaría con el apoyo de Podemos, en caso de que lo recabasen, ya que tendrían que cosechar al menos la abstención de nacionalistas e independentistas.

Por parte de la dirección, el único que hizo declaraciones a la entrada fue el secretario de Acción Política, Patxi López, que pidió unidad a los barones y hacer un "frente proPSOE", y no un bloque contra Sánchez, para defender el "proyecto socialista" en caso de que se pueda conformar una mayoría alternativa de gobierno. López aseguró que el partido no va a aceptar propuestas que contravengan su ideario, como la consulta en Cataluña que pide Podemos. "En los principios del PSOE están las líneas rojas", explicó. López restó importancia a las críticas y a la tensión: "Un Comité Federal es un debate interno y siempre es un contraste de ideas, pero los principios básicos están fijados en el proyecto socialista".

La batalla dentro del PSOE es evidente. Y el cuestionamiento de Pedro Sánchez como líder, también. La duda es si la guerra final se activará de forma inmediata o si se aplaza unas semanas. Dependerá de si triunfan las posiciones maximalistas de varios barones, encabezadas por Susana Díaz, que quiere que el congreso federal se celebre cuando toca -entre febrero y marzo-, sin más demoras, o si se impone Pedro Sánchez. Eso es lo que está encima de la mesa, junto con el debate sobre cómo entablar las negociaciones postelectorales del 20-D y hasta qué punto cabe el portazo casi total a Podemos.

Susana Díaz Pedro Sánchez Emiliano García-Page Mariano Rajoy Guillermo Fernández Vara
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