Rajoy ofrece un pacto constitucionalista a PSOE y C's para un "gobierno de estabilidad"

Mariano Rajoy ha obtenido el respaldo de la dirección del PP, incluido el de José María Aznar, a la oferta de formar gobierno que hará a las fuerzas políticas partidarias del consenso constitucional, de consolidar el crecimiento económico y de mantener la posición y los compromisos de España en la UE. Aunque no quiso poner nombres a los partidos a que se va a dirigir, sólo el PSOE, Ciudadanos, Coalición Canaria y el PNV (relativamente) cumplen las condiciones esbozadas.

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El jefe del Ejecutivo en funciones definió esas líneas básicas para las negociaciones que abrirá a partir de ahora con otras fuerzas políticas porque “lo peor para España” en este momento es “que no se pudiera gobernar”. Rajoy insistió en que su partido “debe” hacerlo como formación más votada y que, además, debe tener con un respaldo suficiente que le garantice la estabilidad política. En ese punto detalló que era una cuestión propia del interés general de España, no de partido, porque no se puede tirar por la borda la recuperación económica lograda en los últimos años.

“No se puede gobernar sin apoyos, busco estabilidad”, insistió con vehemencia, aunque no quiso explicar si está pensando en una coalición, pactos escritos o compromisos de abstención. Según la fórmula ya manejada en medios del Gobierno antes de las elecciones a la vista la fragmentación del voto que venía y la exigua minoría con que iba a contar el PP, se trata de ofrecer un pacto de mínimos a Ciudadanos, al PSOE o a ambos, para que un gabinete de gestión pudiera mantener las líneas generales de la política económica y las áreas llamadas de Estado: Asuntos Exteriores, Defensa y lucha contra el terrorismo.

No tiene que ser un Gobierno de gran coalición al estilo alemán, sino un simple entendimiento para que el nuevo Gobierno del PP pudiera desarrollar su labor básica contando con apoyos esporádicos o abstenciones pactadas para evitar la parálisis de la Administración. Es el acuerdo de Estado PP-PSOE-Ciudadanos que ya funciona frente al desafío separatista en Cataluña o el terrorismo local y el yihadista.

Rajoy se comprometió ante su partido a practicar el diálogo con todos, en la generosidad en toda negociación y siempre con la vista puesta en España. “Yo empeñaré todos mis esfuerzos en ello y espero que los demás lo hagan igual”, dijo después de la reunión del comité ejecutivo.

Los límites que el presidente del Gobierno se fija para esas negociaciones con los mismos defendidos durante la campaña electoral: respeto a la unidad nacional, a la Constitución, la soberanía y el principio de la igualdad entre los españoles. Añade ahora el aval a la posición y los compromisos de España con la Unión Europea con la estabilidad financiera por delante.

Sobre su futuro al frente del partido, Rajoy recordó que a principios del próximo año toca convocar el congreso nacional, que será abierto como pidió Aznar en el comité ejecutivo, “porque todos los congresos del PP son abiertos” y que él se presentará para ser reelegido presidente del PP.