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La Navidad convierte en un suplicio el voto por correo para el 20-D
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OSERVADORES DE LA OSCE señalan DEFICIENCIAS

La Navidad convierte en un suplicio el voto por correo para el 20-D

Depositar el voto en el correo, sobre todo en las grandes ciudades, ha vuelto a convertirse en una odisea para más de uno. El pico se alcanzó durante la mañana del miércoles

Foto: Llegada del voto por correo en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Madrid, durante los pasados comicios municipales y autonómicos. (EFE)
Llegada del voto por correo en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Madrid, durante los pasados comicios municipales y autonómicos. (EFE)

El aumento de las solicitudes del voto por correo para el 20-D, en torno a un 14% con respecto a 2011, unido al incremento de envíos postales propio del periodo navideño, ha generado complicaciones hasta el último momento, tanto para los solicitantes como para Correos. Los primeros han sufrido retrasos impropios de un envío “certificado urgente” e incluso se han visto obligados a acudir a recoger su voto a la propia oficina, mientras que los segundos han tenido que afrontar la avalancha de peticiones reforzando su plantilla con 2.000 trabajadores más y solicitando al Ministerio de Interior hasta dos ampliaciones del plazo estipulado.

Depositar el voto en el correo, sobre todo en las grandes ciudades, ha vuelto a convertirse en una odisea para más de uno. El pico se alcanzó durante la mañana del miércoles, cuando una decena de estafetas en Madrid registraron colas hasta la calle. Edurne, alavesa, prefirió esperar a la tarde del jueves para acercarse a votar en la calle Maudes: "Ayer vine y fue imposible. Estaba tan lleno que daban números con 100 ó 150 turnos de antelación", dice a este periódico.Aun así, ha tenido que esperar media hora para enviar su voto, más o menos el tiempo promedio en los últimos días de la semana.

El miércoles no pocos aguardaron más de una hora en el centro de Madrid. Desde Correos reconocen que ha habido picos en las primeras y las últimas horas del martes y el miércoles, si bien apuntan a que se ha solventado mejor que en anteriores ocasiones.

“Solicité mi voto el día 7 de diciembre y no me llegó hasta el 15. Ya había votado por correo en otras ocasiones y nunca había tardado tanto”, explica Zuriñe. En cambio, añade que a la hora de enviarlo el proceso ha sido más rápido: “En mi oficina había una cola específica para el voto por correo y solo tuve que esperar cuatro turnos”. Una facilidad que contrasta con las largas colas hasta la calle registradas en otras oficinas de la capital. Esta misma mañana, una buena parte de los clientes que acudían a Correos lo hacían para enviar su voto, apurando el plazo hasta el último momento, que se acababa a las 14:00 horas.

“Mañana, que es el último día, me voy a trabajar y no estoy en casa para recibir el voto. ¿Qué hago?“

Desde Correos aseguran con rotundidad que todos los votos remitidos hasta este mediodía estarán en sus correspondientes urnas el próximo domingo. “A las doce se cierre el plazo y a las 15:00 horas todos los votos que haya estarán ya en el camión con dirección a su destino”, afirma el responsable de una oficina madrileña. Una seguridad quedifiere con el tiempo medio que han tardado los envíos, a pesar de estar en la categoría de urgentes.

Julio y Lorena, un matrimonio de Jaén, llegaron a las cinco a la oficina de Orense y veinte minutos más tarde lo tenían todo cerrado. "Ya hemos pasado por esto otros años, por eso intentamos coincidir a primera hora de la tarde, porque luego se llena", explican. Pasan todos los días por delante de la oficina y conocen bien la situación: "Somos españoles, ¿no? Hemos tenido un mes, pero venimos todos al final, porque decidimos al final. Y para nosotros, que vivimos a quince metros de Correos, pues aún peor", dice entre risas.

Uno de los motivos por los que se han generado colas estos días es porque muchos ciudadanos no han recibido sus papeletas en casa y se presentan en Correos para pedirlas. Los funcionarios no pueden entregarlas a no serque hayan sido devueltas por no encontrarse en el domicilio, lo que ha generado algunos momentos de tensión. Julia María nació en Cabezón de la Sal, en Cantabria, y pidió el voto el lunes 14. Aún no le ha llegado y ha decidido pasar todas las tardes a quejarse: "Mañana, que es el último día, me voy a trabajar y no estoy en casa para recibir el voto. ¿Qué hago? ¿Me voy del trabajo a la una para ver si, con suerte, mi voto ha sido devuelto? Es un desastre, ya he asumido que no voy a poder votar".

“Ya había votado por correo en otras ocasiones y nunca había tardado tanto en llegar”

En el caso de Sandra, que se estrena en el voto por correo, la espera fue de cinco días, del 11 al 16 de diciembre. El mayor inconveniente, señala, es que tuvo que pedir permiso para retrasar su llegada al trabajo para poder ir a recogerlo en persona, ya que no se encontraba en su domicilio cuando le llegó. Con todo, explica que tampoco se topó con demasiada cola al acudir a las 08:30 horas de la mañana.

La mayor parte de las protestas vertidas en redes sociales se centraban en el hecho de que los votos no habían sido recibidos en la dirección indicada. Los propios responsables de comunicación de Correos recomendaban a través de su cuenta oficialacudir directamente “a tu oficina de referencia”para recoger el voto. Pocas horas antes de que se cerrase el plazo este mediodía, no eran pocos los votos sin recoger que se acumulaban en varias de las oficinas visitadas. Una cuestión que desde el equipo de comunicación dibujan como habitual, pues “siempre hay gente que solicita su voto y luego no lo remite”.

Observadores internacionales vendeficiencias

La Misión de Evaluación Electoral (EAM, por sus siglas en inglés) de la OSCE que se encarga de velar específicamente por el cumplimiento del marco legal, la financiación de los partidos políticos durante la campaña, el buen funcionamiento la independencia en la cobertura mediática y del voto por correo, ha señalado deficiencias en estas dos últimas cuestiones.

Los observadores se centran el voto desde el extranjero, lamentando que la única opción para ejercer este derecho sea por correo. Además indican que la dificultad de las gestiones desincentivan al electorado y añaden que el sistema del voto rogado no convence ni a la Junta Electoral Central.

El aumento de las solicitudes del voto por correo para el 20-D, en torno a un 14% con respecto a 2011, unido al incremento de envíos postales propio del periodo navideño, ha generado complicaciones hasta el último momento, tanto para los solicitantes como para Correos. Los primeros han sufrido retrasos impropios de un envío “certificado urgente” e incluso se han visto obligados a acudir a recoger su voto a la propia oficina, mientras que los segundos han tenido que afrontar la avalancha de peticiones reforzando su plantilla con 2.000 trabajadores más y solicitando al Ministerio de Interior hasta dos ampliaciones del plazo estipulado.

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