#Elecciones20D

Empleo: Una España se recupera otra España se hunde

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La recuperación va por barrios. En la legislatura que acaba se ha creado empleo en algunas localidades y se ha destruido en otras. Hemos viajado a Puertollano y Badalona, cara y cruz de la evolución de España.
ÁNGEL VILLARINO + JUAN SOTO IVARS
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La Nada
es un polígono

Puertollano
(Ciudad Real)

PPor la periferia de Puertollano, circulando en paralelo a las vías del AVE, aparecen los restos del naufragio: naves abandonadas, el esqueleto de una central térmica, inmensos boquetes de carbón, carreteras que conducen a ninguna parte… Son las heridas abiertas de una de las tres localidades de más de 50.000 habitantes donde más ha aumentado el paro durante esta legislatura, y una de las más afectadas por la desindustrialización.

Aquí ni siquiera se discute sobre la recuperación económica. Si encontrásemos alguien con quien hablarlo, el argumento resultaría insultante en las avenidas del polígono de La Nava (llamado irónicamente “La Nada”), donde no nos cruzamos con un solo vehículo en toda la mañana y donde decenas de paneles fotovoltaicos cubiertos de polvo enmoquetan solares semidesiertos, ofrecidos a un euro el metro cuadrado y regados con jugosas subvenciones públicas del Plan Miner.

En pleno 'boom', entre 2005 y 2007, desembarcaron aquí dos grandes empresas (Silicio Solar y Solaria), que a su vez atrajeron un espeso tejido de proveedores y servicios. Puertollano parecía resurgir sobre las cenizas del viejo carbón, y a lomos de la energía limpia. Con el caramelo de decenas de millones de euros públicos llegó por ejemplo, y desde Ucrania, Silicio Solar, con la misión de fabricar obleas de silicio y emplear a más de 1.000 personas. Y lo hicieron hasta que la legislación cambió y se agotó el maná de las subvenciones.

Entrevista a Mayte Fernández Molina, alcaldesa de Puertollano.

“Se largaron y ni siquiera nos pagaron el finiquito. La verdad es que nos lo olíamos desde el principio porque no tenían planes a largo plazo y solo querían chupar las subvenciones. La maquinaria que instalaron era antigua y no tenían ni un plan de prevención de riesgos laborales. Se forraron y se fueron”, resume Raúl, uno de los miembros del comité de empresa de la fábrica.

"Solo querían chupar las subvenciones, se forraron y se fueron"

En La Nava sobrevive hoy un almacén de jamones y hay planes de abrir una cervecera artesana y una empresa de piensos. También hay un vivero de empresas de la Cámara de Comercio con una ocupación inferior al 22%, una chatarrería, una productora audiovisual y un restaurante con almazara propia levantado en su momento para celebrar la reconversión industrial de la vieja cuenca minera manchega.

Como un espejismo en el desierto aparece Elecnor Deimos. Esta empresa controla dos satélites que dan servicio al Departamento de Agricultura de Estados Unidos y a la Agencia Espacial Europea. Sus imágenes sirvieron por ejemplo para evaluar los daños que sufrió el templo de Palmira, en Siria, durante los bombardeos. También disponen de telescopios para localizar basura espacial y detectar asteroides.

Sala de control, entre pantallas y gráficos

Trabajadores de la empresa Elecnor Deimos.

En la sala de control, entre pantallas y gráficos, encontramos a Rafael Muñoz, un técnico en telecomunicación informática de 24 años. “Para mí, que soy de Puertollano, trabajar aquí me hace sentir muy afortunado. De mis amigos cercanos, ninguno ha conseguido un trabajo estable. O están desempleados o se han marchado fuera”, dice.

La pregunta flota como las maquetas de los satélites que cuelgan del techo. ¿Por qué una empresa aeroespacial puntera se expande precisamente en La Nava? Sus responsables lo resumen hablando de dos motivos: la “generosidad de las administraciones” y la implicación personal en el proyecto de Miguel Belló, director general de Elecnor-Deimos y… natural de Puertollano.

Sol en Badalona
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Del humo
al panel solar

Badalona
(Barcelona)

LLa Transición encontró a Badalona cautiva entre dos monstruos que escupían veneno: la central térmica del Besós, con sus tres chimeneas colosales al sur, y por el norte la fábrica de lejías Conejo, que un antiguo trabajador describe como un estómago gigantesco con mala digestión. Estas dos, y algunas otras fábricas, eran las culpables de que la playa de Badalona apareciera de tarde en tarde cubierta de una espuma blanca con ribetes marrones. Una cala triste e industrial que Sebastián, un obrero jubilado que vino de Almería en los sesenta, dice que dejaba a sus hijos pegotes de alquitrán pegados en los pies: “No se iba ni con friegas de alcohol y era lo más normal en los ochenta. Cada vez que veo un 'hippie' de esos que beben agua de mar, me acuerdo yo de aquella porquería. Hoy cuesta creerlo”.

Sí, cuesta creerlo. Badalona, como toda España, dejó morir su tejido industrial y abrió los brazos al turismo. Cada verano, el mono de bronce que descansa frente a la vieja fábrica de anís, botella en mano, ve llegar a cientos de guiris que huyen en estampida de las playas saturadas de la Barceloneta, al otro lado de las chimeneas apagadas de la térmica. Hoy, el sector servicios es una prioridad en el desarrollo, pero no ha sido el truco que ha convertido a Badalona en uno de los cuatro municipios de más de 50.000 habitantes donde más ha bajado el paro en esta legislatura.

Plan de reindustrialización basado en las tecnologías verdes y energías renovables

Vista de una de las zonas industriales de Badalona.

El nuevo ayuntamiento (una coalición de izquierdas) ha planteado un plan de reindustrialización basado en las tecnologías verdes y la energía renovable que ha puesto de nuevo a Badalona en el mapa empresarial de Europa tras una década muy discreta. Los viejos polígonos industriales, en parte, se han convertido en barrios residenciales o en el centro neurálgico de los vendedores de productos chinos al por mayor, pero el resto de los terrenos se dedicarán a atraer empresas de industria limpia.

Los viejos polígonos industriales se han convertido en barrios residenciales o en el centro neurálgico de los vendedores de productos chinos

El edil de la concejalía que aúna Medio Ambiente y Economía, Àlex Mañas, sabe que el paso de una mano de obra fabril al nuevo obrero formado y dedicado a la industria verde no es milagroso, pero se agarra a la situación excelente de Badalona, con Barcelona a un paso y una red de ferrocarriles y puerto propio, y es como si ya viera las futuras fábricas en el mapa de su despacho. “El triángulo de terreno industrial que rodea la ciudad va a convertirse en nuestra mayor apuesta. Sabemos que el turismo no puede ser la única baza”.

Pero no todo es futuro: la ciudad ya acoge un centro puntero en todo el mundo de lo que Àlex llama “industria del conocimiento”, el complejo hospitalario de Can Ruti, donde además de un hospital público y las instalaciones de la Fundación José Carreras (en la que se investigará la cura del cáncer infantil), funciona desde hace 30 años la Fundación de la Lucha contra el Sida.

La doctora Eugenia Negredo es una de las médicos especialistas. Dice que estamos en “un centro puntero, que cuenta con laboratorios de investigación y departamento clínico, donde acuden enfermos de VIH de toda Cataluña. Se instaló aquí gracias al doctor Bonaventura Clotet, badalonés, y aquí se ha experimentado con pacientes humanos con los tratamientos que han logrado congelar esta enfermedad”.

Así ha variado el paro en la legislatura 2011 - 2015

Mapa de variación de paro
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Los buenos salarios son de otra época

Puertollano
(Ciudad Real)

CCuando a finales del mes pasado se dinamitó la torre de 122 metros, Fausto Fernández estaba allí mirando, a pocos pasos del perímetro de seguridad. “Después de 32 años trabajando en esta central térmica, quería ver la demolición en persona y despedirme. Me quedé viendo flotar el polvo. Para mí ha sido el símbolo del fin de una época mejor y volver aquí es una tristeza”, nos dice frente a la verja, plantado sobre un carril bici donde ya ha empezado a crecer la hierba.

Fausto trabajó durante 32 años. Su último salario, con antigüedad y horas extra, rondaba los 50.000 euros anuales. “Nunca me consideré un privilegiado pero entiendo que son sueldos de otra época. Ahora han caído tanto que en el montaje se paga hoy más o menos lo mismo que hace 30 años”, comenta, asumiendo que será complicado volver a firmar un contrato en toda su vida. “He mandado currículos pero los tipos de trabajo que he hecho en la central son muy específicos y ahora solo quieren gente joven. Yo lo que espero es poder jubilarme, con lo que llegue. Y me preocupan más mis hijos”.

Fausto Fernández extrabajador de la central térmica de E.ON +

Fausto Fernández extrabajador de la central térmica de E.ON.

Sus hijos probablemente lo tendrán difícil, como cualquier joven en busca de empleo en Puertollano. Con el sector industrial en contracción y las deudas acumuladas tras años de políticas expansivas fallidas, las autoridades no cuentan con demasiado margen para crear trabajo. La ciudad carga con una de las mayores deudas vivas de España, y solo el ayuntamiento debe 77,1 millones de euros a cajas y bancos, el equivalente a más de 1.500 euros por habitante.

En el sector servicios les va bien a los comerciantes chinos y a las grandes cadenas de distribución (Lidl y Leclerc acaban de expandirse). Mientras, cientos de pequeños negocios languidecen. “Calculamos que desde 2008 a 2013 el comercio tradicional ha caído en torno al 40% y en muchos sectores las ventas han disminuido del orden del 70%. En las calles comerciales, ya ves, la mitad de las tiendas han cerrado”, nos dice Pedro Adán, coordinador de la Comisión Directiva de la Plataforma Empresarial, una asociación que agrupa a más de 200 pymes y autónomos.

Entrevista a Pedro Adán, presidente de la Plataforma Empresarial de Puertollano.

Raúl, que acaba de tener su segundo hijo, cree que la única opción para su familia es marcharse de Puertollano. “Cuando perdí el empleo en la fábrica, el mensaje era que teníamos que emprender, que no podíamos ser asalariados. Mi mujer y yo lo hicimos. Cogimos un quiosco del ayuntamiento pero no nos daba ni para pagar la hipoteca. Después lo intentamos con una tienda de ropa de bebé, la única de toda la comarca. Tuvimos que cerrar en unos meses y ahora le debo 30.000 euros a mis padres”, recuerda.

Imagen de Badalona - Barcelona
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Dos
velocidades

Badalona
(Barcelona)

PPero las grandes cifras son engañosas. Lo admite el edil de sostenibilidad y lo asegura, de forma mucho más tajante, la psicóloga Mari Luque. En 1998, esta mujer implantó en el barrio de Sant Roc un proyecto que buscaba la integración de niños gitanos. Era una adaptación al caló de un programa de la Universidad de San Diego que perseguía la motivación escolar de hispanos haciendo uso de nuevas tecnologías. Quince años después de la creación de 5D Badalona, una antigua alumna gitana dirige este proyecto, que se ha convertido en un referente educativo.

"En Sant Roc he visto malnutrición infantil, y no son cifras, se ve en los colegios, en la calle"

Sin embargo, Luque alerta: “La macroeconomía puede decir misa, pero hay dos Badalonas y una profunda desigualdad. En los barrios humildes llevan un tiempo rayando la miseria. En Sant Roc he visto malnutrición infantil, y no son cifras, se ve en los colegios, en la calle”. Sant Roc, pegado a Barcelona y a la térmica, es el barrio donde fue a parar la inmigración en los años del 'boom' de la construcción. Después de la explosión de la burbuja, se ha convertido en un campo de batalla en la lucha por los recursos. Rumanos y gitanos a la caza de la chatarra, de la venta ambulante, y toda clase de tensiones vecinales que pueden releerse en las pintadas contra los inmigrantes que tapizan los muros. Curiosamente, aquella campaña tan polémica de Xavier García Albiol, que la izquierda acusó de fascista, pescó votos de los gitanos. A ellos les parecía muy pertinente eso de “limpiar Badalona” de inmigrantes ilegales.

Entrevista a Mari Luque, psicóloga y profesora de la UAB.

Por supuesto que estas diferencias quedan reflejadas en el comercio. El centro de la ciudad es un micropaseo de Gracia plagado de franquicias, algo que resulta llamativo a 30 minutos en metro del centro de Barcelona. Por algún motivo, aquí los cantos de sirena del empedrado hexagonal, de las farolas de Gaudí y de los escaparates tipo Gran Manzana no se oyen: los badaloneses van de compras en su ciudad, y la calle del Mar está tan abarrotada de tiendas y compradores como el Portal del Ángel de Barcelona. Salpicada de cafeterías donde las señoras con abrigo soplan el chocolate, es un ir de las bolsas contra el venir de adolescentes que corren a descambiar prendas del Bershka al H&M. Una postal de vida de provincias que ni siquiera los centros comerciales han doblegado: el escritor y periodista Álex Hinojo dice que el gran centro comercial Magic, el clásico pegote a las afueras, con cines, tiendas y bares, fue una ruina total.

Pero al otro lado de Badalona, lejos de la ciudad próspera y provinciana, en Sant Roc, encontramos bajo la autopista del Maresme un mercadillo colosal. La carretera se convierte en puente y pasa a la altura del tercer piso de los bloques de viviendas, y bajo el asfalto, entre pilares de hormigón, prolifera un mercado digno del cine futurista. Gitanas que pregonan las bragas a un euro se mezclan con puestos de alpiste y jaulas para el jilguero y el verderón, cachivaches como el cuchillo Guinsu anunciado en televisión y moras que compran especias. Es un mercadillo enorme, populoso, festivo, que se reúne una vez por semana debajo de la autopista. Dicen las malas lenguas que allí se encuentran zapatillas Nike a precio de regateo... siempre que antes haya desaparecido un contenedor del puerto.

No al cierre de Elcogas en Puertollano
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Un único partido y el parque de carbón

Puertollano
(Ciudad Real)

LLa tasa oficial de paro de Puertollano supera hoy el 33% y no es ni de lejos la más alta del país. Por poner el desempleo español en perspectiva, cabe recordar que en la ciudad símbolo de la desindustrialización estadounidense, en Detroit, nunca se elevó por encima del 30%. Y sin embargo, en el pueblo manchego no hay escenas de pobreza extrema, no arden contenedores, no ha aumentado la violencia, ni se han disparado los robos.

“La masa laboral de grandes empresas que siguen abiertas, como Repsol, Fertiberia y sus contratistas, las familias, las pensiones de los mayores, los planes de empleo público y la red asistencial están sosteniendo las cosas. Es cierto que no pocos jóvenes y desempleados se han ido a otras zonas y, como en toda España, hay gente pasándolo muy mal, pero no se han creado nuevas zonas marginales ni nada parecido”, comenta Santos G. Monroy, veterano periodista y director de uno de los diarios digitales más seguidos, www.miciudadreal.es.

Puertollano es una de las 182 localidades españolas en las que gobierna el mismo partido desde 1979. El PSOE siempre ha ocupado la alcaldía, derramando sobre el pueblo buena parte del dinero que ha ido tributando la industria. Según la oposición, en todos estos años han ido tejiendo una espesa red de clientelismos e intereses creados que explica, nos dicen, por qué la mayoría de las personas que accedieron a hablar para este reportaje lo hiciesen bajo condición de anonimato o con el nombre de pila.

Entrevista a María José Ciudad, presidenta del PP de Puertollano.

Uno de los ejemplos extremos que se suelen utilizar para hablar del despilfarro es el parque del Terri, construido sobre una escombrera de carbón y cenizas con fondos del Plan Miner. Costó seis millones de euros embellecer lo que hoy se extiende ante la vista como una colina pelada que a menudo huele a azufre (sigue en combustión por dentro) y que se visita por un camino en zigzag empinado. En lo alto se instaló una terraza-bar que no tardó en ser desmantelada por falta de clientela. Y acabó desapareciendo hasta el cobre de algunas farolas.

El exalcalde fue imputado por cinco delitos relacionados con la obra pública de la Plaza de Toros

Dentro del propio ayuntamiento, algunos admiten que las obras no salieron como se esperaba pero de lo que se trataba fundamentalmente, dicen, es de aprovechar el dinero de las subvenciones. Mientras duraron las obras, argumentan, hubo gente de Puertollano trabajando, comprando a empresas del pueblo y recibiendo un salario. “Ese dinero no se perdió, revirtió en el pueblo”.

Parte del gasto público realizado ya ha llegado a los tribunales. El exalcalde de la localidad Joaquín Hermoso Murillo fue imputado a finales de noviembre por cinco delitos relacionados con otra obra pública faraónica: la plaza de toros. Junto a él, pasarán por los tribunales el secretario accidental del ayuntamiento Juan Luis Vázquez Calvo y tres técnicos. Los cargos son graves. Se les acusa de prevaricación administrativa, falsedad en documento público, tráfico de influencias, estafa procesal en grado de tentativa e inducción al falso testimonio.

Escola de vela - Club Natació Badalona
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Cine
y jilgueros

Badalona
(Barcelona)

EEn el barrio de la Salud hay una estatua de Manolo Escobar, que vivió en Badalona, y por allí ven pasar a la campeona olímpica Mireia Belmonte. “Es normal encontrársela paseando por el barrio”, explica una señora, que parece un poco perpleja de que la sirena pueda caminar. Son, junto al mono del anís, algunos de los personajes famosos relacionados con la ciudad, aunque Agustí Argelich aluda a la legión de cineastas desconocidos que rodaban y proyectaban en Badalona sus películas durante la dictadura.

Argelich es el director del festival Filmets (algo así como 'peliculillas' en español), que solo proyecta cortos y reúne cada año a unos 16.000 espectadores. El germen está en los cineclubes de finales de los sesenta, donde se programaban 'westerns' pero luego se pasaban películas clandestinas. “Recuerdo que Joan Vidal hizo una película con versos de Brecht y la estrenamos en la sacristía de la iglesia, en plan ilegal, pero en general la Dictadura no prestaba atención al cine 'amateur', lo consideraban poco amenazante, así que nosotros nos poníamos las botas haciendo cine denuncia”.

En Badalona se presentaron unos cortometrajes donde aparecían como ayudantes de dirección unos tipos llamados Spielberg y Lucas

En este ambiente creativo y combativo nació el festival de cortos internacional en 1969, con solo 12 películas, y desde entonces ha ido cambiando de nombre y creciendo en cartel y espectadores. Volviendo a los viejos tiempos, Argelich presume de que en Badalona se presentaron unos cortometrajes extraños, donde aparecían como ayudantes de dirección unos tipos llamados Spielberg y Lucas. “Ahora tenemos cada año cortos premiados en todo el mundo, desde el festival de Cannes a los Oscars, y el nombre de Badalona está viajando por todo el mundo, se ha convertido en uno de los festivales más apreciados por los directores de cortometrajes”.

Barrio de Badalona

Barrio de Badalona.

Cuando le pregunto si los gitanos de Sant Roc han enviado alguna película a la sección oficial del festival, Argelich niega con la cabeza. Allí, en la parte pobre, hay otras aficiones: la más importante, los duelos de canto de jilguero. El chache Bernardo Hernández dice que no entiende de ornitología pero es presidente de la Associació Oceallaire, en la práctica un bar, el suyo, cuya terraza se cubre con toldos rojos para albergar las competiciones de pájaros. Se pasa Bernardo el día muleteando arriba y abajo y está totalmente volcado en su barrio.

“El mayor peligro que tiene la juventud nuestra es que ellos mismos se tienen que cuidar. Aquí droga no hay mucha, pero el gitano tiene que tener sus estudios. Por ahí tiene que venir el cambio. Y por la religión. Si no fuera por el culto evangelista, los gitanos estaríamos todavía perdidos. Y además están los pájaros. Los pájaros hacen bien al barrio, pero el culto mucho más”.

Durante todo el día, se ven por las calles de Sant Roc unos gitanos con jaulas cubiertas en la mano. Se sientan al sol, destapan las jaulas y miran con suma atención a sus pajarillos. Los hacen competir en un juego de trinos complejo, incomprensible para un profano. A las cinco de la tarde, en la terraza de Bernardo, bajo la carpa, una muchedumbre de 80 hombres ocupa las sillas. “Hoy ha venido menos gente”, dice Vicente, el brillador (árbitro) en la competición de hoy.

Desfilan las jaulas y las monedas de un euro para participar en el sorteo de un jamón. Jaulas con la cara de Camarón, otra con el escudo del Barça, un par con pegatinas de Donuts y una con una tarjeta sanitaria pegada en la pared. Mientras la Badalona próspera se reúne para mirar cortos en el teatro Zorrilla, los gitanos de Sant Roc observan a sus verderones en un ambiente de paz, cante y compadreo. Dos Badalonas a dos velocidades donde cada cual pasa la vida a su manera.

Puertollano vs. Badalona en cifras