Desbandada en el equipo de campaña de Alberto Garzón a un mes del 20-D

A poco más de un mes para las elecciones generales del 20-D, el equipo de campaña del candidato de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, se ha resquebrajado con la marcha de sus principales responsables. Entre ellos destacan los dos coordinadores con los que contaba el equipo de estrategia política, Lara Hernández y Ramón Luque; el coordinador de Relaciones con Ahora en Común, Carlos Martínez Núñez, que también era asesor económico del candidato junto a su hermano, Eduardo Garzón, y Alfredo Almendro, del gabinete de comunicación. Todos ellos formaban parte del núcleo de dirigentes de IU más proclive a la entente con Podemos.

Lara Hernández no abandona, según confirmó ella misma a El Confidencial, sus funciones como responsable de Convergencia de la federación, ni tampoco rompe con IU. Lo mismo ocurre con Ramón Luque, secretario de Acción Electoral. Los dos sólo renuncian, pues, a sus tareas de coordinación de la estrategia del 20-D. Carlos Martínez, que además dirigía el área federal de Jóvenes de IU, sí se ha dado de baja como militante y ha abandonado su carné del PCE. Una desbandada que se suma a la baja, hace escasas semanas, del coordinador federal del Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual (ALEAS) de Izquierda Unida, Pablo Iglesias, para integrarse en las listas de Podemos por Badajoz. Adolfo Barrena, secretario de Organización, ratificó todas las salidas de las últimas horas a este periódico, aunque rehusó hacer "comentarios" sobre ellas.

El abandono del núcleo de personas más cercanas a Garzón tiene que ver con el fracaso de la confluencia y las tensiones con la línea política a seguir. Fuentes de lista de IU-Unidad Popular destacan como último detonante la bronca con el secretario general del PCE, José Luis Centella, aunque entienden que los responsables del equipo de campaña no contemplaban otra hipótesis que no fuese un pacto con Podemos, por lo que el fracaso de la convergencia anticipaba ya este extremo. Con todo, estas mismas fuentes lamentan la “irresponsabilidad” del núcleo duro del equipo de confianza de Garzón, al abandonar el barco a escasas dos semanas del arranque de la campaña electoral.

Ni Hernández ni Luque dejan su carné de IU ni sus responsabilidades orgánicas: se van del comité electoral por discrepancias políticas

“Ellos han sido los gestores que nos han traído a esta situación y ahora dicen que se meten entre el público a ver qué pasa”, lamentan fuentes de la federación. En los próximos días, previsiblemente se materializarán más bajas entre el equipo de campaña del candidato, según anticipan estas mismas fuentes. Hernández y Luque, por su parte, insisten en dejar claro que no han sido ellos quienes han soltado la noticia y no son, en consecuencia, quienes quieren dañar a la federación.

"No me veo siguiendo en la comisión"

De todas las fugas, las más significativas son las de Hernández y la de Luque, porque ambos tenían asiento en la ejecutiva federal, eran muy proclives a la convergencia con Podemos, y los dos eran muy cercanos al candidato, sobre todo la primera, en quien este hizo recaer toda la negociación de la confluencia desde las europeas, cuando IU tuvo que reajustarse internamente tras la eclosión electoral de Podemos. Ella era, en realidad, una persona de su máxima confianza, junto con la responsable de Comunicación, Clara Alonso, ahora su jefa de campaña. Hernández y Luque comunicaron su marcha por mensaje de Telegram en las últimas horas a sus compañeros del comité electoral. "Después de unos días de reflexión, comuniqué a Clara y a Alberto que no me veo siguiendo en la comisión de campaña. Voy a acabar mis trabajos comprometidos y me dedicaré a la campaña en Cataluña, así que no creo conveniente seguir en este grupo", se despidió Luque. En el caso de Hernández, alegó que se iba por disconformidad con el planteamiento de la estrategia y por la política de alianzas.

Uno de los detonantes de la crisis interna, especialmente en el caso de Luque, ha sido, pues, Cataluña y el cierre del acuerdo, in extremis, con Podemos, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Barcelona en Comú. El 4 de noviembre, dos días antes de que se registraran las coaliciones ante la Junta Electoral, la militancia de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) -el partido hermano de IU en la comunidad- se mostró a favor de la confluencia, pero no con las condiciones impuestas por los socios. Amagó con concurrir con IU-Unidad Popular y apoyar a Garzón. Pero el viernes, a última hora, y tras una ardua negociación en la que estuvo implicado Luque, se cerró el acuerdo para entrar en la coalición En Comú Podem, que bendijo el coordinador de EUiA, Joan Josep Nuet. La marca catalana de IU se hacía con el número siete de la lista por Barcelona -puesto para Joan Mena- y la cabecera de cartel para Tarragona.

Pero ese acuerdo no contaba con el plácet de Alberto Garzón y los dos miembros encargados del seguimiento y la concreción de la convergencia, José Luis Centella -coordinador de la Presidencia Federal de IU y líder del PCE- y Adolfo Barrena, secretario de Organización de la federación. En una carta enviada pasadas unas horas a la militancia de EUiA, y a la que ha tenido acceso este diario, los tres advertían, "a fin de evitar malas interpretaciones", de que querían "dejar constancia" de que no habían sido "informados" de los "términos concretos del acuerdo firmado por dirigentes de EUiA para integrarse en la candidatura de En Comú Podem".

La decisión de última hora, sellada por Nuet, ha roto las costuras de EUiA, provocando una fractura interna y la 'rebelión' de algunas agrupaciones contra él, según advierten desde Olimpo, la sede de la federación en la capital. Hasta el punto de que se exploró la posibilidad de que se montase una candidatura ligada a IU-Unidad Popular y con Garzón como referente, pero esa maniobra no cuajó, y la dirección en Madrid consideraba que era "peor el remedio que la enfermedad", que no servía de nada desencadenar una guerra interna en EUiA por unos cuantos votos en Cataluña, según narra uno de los dirigentes con mayor poder dentro de IU.

Tensa ejecutiva en Madrid

La tensión se podía palpar en la ejecutiva federal que se celebró a los pocos días en Madrid. Allí se pudo percibir, según el relato de varios miembros de la dirección consultados, la "posición mayoritaria", contraria al cierre del acuerdo con Podemos, ICV y BComú, también porque al final no se había consultado a la militancia, como era preceptivo. Hernández y Luque, en cambio, sí defendieron que IU no podía ponerse en contra del pacto. Este fue contactado por este diario, pero adelantó que sólo daría a conocer su versión de lo ocurrido en las próximas horas.

Uno de los detonantes de la crisis es el cierre del acuerdo en Cataluña, in extremis, a última hora y sin que estuvieran informados Garzón y Barrena

Fuentes de la cúpula de IU entienden que el pacto para entrar en En Comú Podem es "lesivo" para la federación, puesto que no le garantiza representación en el Congreso -Mena tiene a otros seis candidatos por delante- y el peaje, además, es que Garzón no podrá contar con los votos que se obtengan en Cataluña ni podrá hacer una campaña normal allí. IU, para mantener su grupo en la Cámara baja, necesita recabar un 5% de los sufragios en toda España. Pero no podrá sumar los recabados por las coaliciones en las que participa en Galicia (En Marea) y Cataluña (En Comú Podem), puesto que, a ojos de la Junta Electoral, son alianzas independientes. Eso obliga a Garzón a un esfuerzo extra en el resto de comunidades para poder salvar los muebles y tocar el 5%. Justo ahora cuando las perspectivas no son las mejores. Por eso en la reunión de la ejecutiva de la semana pasada se expresó la queja por el acuerdo, porque se consideraba que para aceptar tales condiciones, mejor era que EUiA fuera sola, aunque se estrellase, porque al menos esas papeletas contarían para la bolsa común.

Así como la marcha de Luque obedece más a la dinámica catalana, la de Hernández responde a otra razón: sus "discrepancias de fondo" con la línea política elegida en campaña, indicaron fuentes de su entorno más directo. La dirigente entiende que debe ser más "renovadora", en sintonía "con el perfil de Alberto", y por tanto chocaba con la estrategia sostenida por otros miembros de la comisión electoral, más próximos a Cayo Lara, y representantes de la vieja guardia. Los nombres citados son los del exeurodiputado Willy Meyer o el secretario de Economía, José Antonio García Rubio.

Distintos miembros de la ejecutiva, de distintas familias, expresaban su malestar por la imprevista salida de Hernández y Luque, a un mes de unas generales en las que IU se juega su supervivencia. "Era la crónica de una marcha anunciada. Pero lo que no se entiende es que se haga ahora", verbalizaba un dirigente. "No se entiende que pongan pegas al asunto de la confluencia, cuando al menos una parte de nosotros sí trabajábamos activamente por él, pero era imposible si Podemos no quería", terciaba otro, cercano a Garzón. De cualquier modo, la renuncia de ambos, así como la de Martínez Núñez, deja inevitablemente tocado al candidato, según el análisis bastante compartido, porque todos ellos "han estado en la pomada de la confluencia y han formado parte de su equipo de confianza". En la federación, son varios los que especulan con que el siguiente paso será el alta en Podemos.

También los colaboradores de Cayo Lara aseguran que le ven "muy preocupado". El coordinador respalda sin fisuras al candidato, aunque cree que debería de haberse rodeado de un equipo "solvente" y maduro. Lara, no obstante, sigue los acontecimientos desde la barrera, porque por voluntad propia dio un paso atrás hace un año, al renunciar a repetir en el Congreso, y cedió el liderazgo de facto al diputado por Málaga.

Martínez Núñez explicó los motivos por los que deja IU y el PCE en su perfil de Facebook. "No comparto la deriva del proyecto político de IU y el PCE en este último año, fundamentalmente en lo que representa a las decisiones tomadas por sus cuadros dirigentes. El nivel de contradicciones asumidas durante todo el último año y medio ha llegado al límite, sobre todo en estas últimas semanas", escribió. "La batalla que llevamos dando y priorizando muchos en este último año ha sido la de precisamente evitar acabar desintegrando a la izquierda en España al estilo Italiano [...]. Desgraciadamente las cosas no han ido como deberían, y creo que es coherente asumirlo y abandonar la organización sin pretender abrir ningún debate ahora mismo ya que estamos en pleno inicio de campaña electoral. Cuando acabe el ciclo electoral será el momento para afrontar los debates con más calma y alturas de miras. Tras el 20-D tocará recomponer espacios", se despidió, convencido de que habrá "reencuentro" de las izquierdas. tras las generales.

El sector de IzAb se va

Izquierda Abierta, el partido encabezado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, comunicó por carta a Garzón su decisión de abandonar la candidatura de Unidad Popular por la circunscripción electoral de Madrid. En el documento, al que ha tenido acceso El Confidencial, y que firman los portavoces de IzAb Madrid, Laura Cruz y Marcos Sanz, se recrimina al candidato su “pasividad y silencio” cuando el pasado 2 de noviembre, relatan, se les "expulsaron de la convocatoria" que el candidato a La Moncloa había "dirigido a la mesa de partidos" que participa en las primarias de Ahora en Común”.

“Tras nuestra expulsión de la mesa de partidos, hemos conocido que también ha saltado por los aires la pluralidad de la lista que, en las primarias de Ahora en Común por Madrid, apoyaste personalmente y con los recursos económicos de toda Izquierda Unida”, añaden en referencia a las marchas del exsocialista y líder de Decide en Común, Alberto Sotillos, y del candidato de Por Un Mundo + Justo, Miguel Ángel Vázquez.

Los portavoces del sector gasparista en Madrid concluyen en la misiva dirigida a Garzón que “ante este cúmulo de errores y despropósitos en la gestión de los conflictos surgidos en la candidatura", los órganos de dirección política de IzAb Madrid han decidido, por mayoría, "abandonar la candidatura de Unidad Poular por esta circunscripción electoral”. Y así ha sido: ni Laura Cruz, ni Marcos Sanz, ni Araceli Adalid, aparecen ya en las listas presentadas ante la Junta Electoral y publicadas en el BOE este 18 de noviembre. A pesar de ello, resaltan que seguirán trabajando por la construcción de un frente amplio de izquierdas, “en sintonía con la demanda de las personas que honestamente sienten y defienden los valores de la izquierda”. IzAb ya salió de los órganos federales de IU semanas atrás, al sentir como una agresión que su coportavoz federal, Montse Muñoz, había sido excluida de la dirección al no darse de alta en la nueva estructura madrileña que sustituyó a la expulsada IUCM.

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