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El empresariado planta a Pablo Iglesias en el Foro ABC, que aplaude su moderación
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El empresariado planta a Pablo Iglesias en el Foro ABC, que aplaude su moderación

Ni siquiera la carta de moderación otorgada a Iglesias por la presidenta y editoria del diario, Catalina Luca de Tena, sirvió para atraer a una mínima parte de los empresarios que sí acompañaron a Rivera

Foto: El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en un desayuno informativo organizado por el Foro ABC-Deloitte. (EFE)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en un desayuno informativo organizado por el Foro ABC-Deloitte. (EFE)

El discurso de Podemos sigue generando el mismo repudio que el primer día entre los empresarios. Este martes, se han confabulado para dar plantón a Pablo Iglesias en el Foro ABC, evitando así cualquier instantánea con el candidato a La Moncloa que pudiese generar dudas. Ni siquiera la carta de moderación otorgada a Iglesias por la presidenta y editoria del diario, Catalina Luca de Tena, quien convenientemente subrayó el giro ideológico experimentado por la formación y dio cuenta del alejamiento de su radicalidad inicial y “excesos”, sirvió para atraer a una mínima parte de los empresarios, que dos semanas antes habían acompañado en masa al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en la misma plaza: el Casino de Madrid.

Pablo Iglesias trató de romper el hielo con la 'casta' acudiendo al Salón Real arropado por el ex jefe de Estado Mayor de la Defensa José Julio Rodríguez, pero se quedó en un intento. El alto número de empresarios habituales en el foro que excusaron su ausencia fue suplido por invitaciones que cursaron desde el propio partido, incluyendo a representantes de organizaciones de la sociedad civil como Unicef, Oxfam, Economistas frente a la Crisis, Plataforma Víctimas del Alvia o Ciencia con Futuro. Un total de 168 invitados ocuparon un Salón Real que se quedó grande.

La incapacidad para encontrar a patrocinadores del foro con Pablo Iglesias ya anticipaba el plantón. Esta falta de patrocinio ha sido un problema al que la consultora Deloitte solo se había enfrentado este año en una ocasión: cuando acudió la alcaldesa Manuela Carmena. Las empresas del Ibex, en cambio, no tuvieron ningún problema en patrocinar a Rivera.

El discurso del candidato de Podemos no dejó mal a Luca de Tena y tuvo pocos 'excesos'. No hubo recados a la casta, no se mencionó la creación de un impuesto especial para las grandes fortunas ni se fue más allá de pedir a las entidades bancarias rescatadas con dinero público que no cerrasen el grifo crediticio a los emprendedores. El impuesto de solidaridad a la banca rescatada o los cambios en el modelo de sicav quedan para quien quiera leerse las más de 500 medidas del programa para las generales. Corrección también sobre Cataluña y ninguna mención a la “caverna mediática” que en su día se encargó de censurar, como le recordaron algunos de los aludidos durante el espacio para las preguntas del público.

Borrón y cuenta nueva. Tanto, que el abrazo más efusivo que se dio Pablo Iglesias en la moqueta fue con un viejo enemigo de tertulias, situado “al otro lado de la trinchera”: el jefe de Opinión del diario 'ABC', Jaime González. Menos caluroso fue el saludo con Isabel San Sebastián, y muy agradecidas fueron las fotos que tampoco dudaron en realizar algunos de los camareros de la sala, aunque sin llegar a atreverse a pedir un 'selfie' al líder de la formación morada, rodeado de un séquito demasiado numeroso y un protocolo demasiado controlado como para saltárselo.

El candidato de Podemos no se achica en territorio hostil, y mucho menos se impresiona ante gruesas alfombras o apellidos ilustres. Incluso tuvo tiempo para arrancar medias sonrisas a sus comensales más cercanos. Cualquier periodista extranjero presente en la sala hasta podría entrever cierto 'feeling' entre el líder de Podemos y Hermann Tertsch.

El secretario general de la formación morada ha demostrado desde los inicios del partido que sabe adaptarse a los auditorios, moldeando los discursos y las formas a gusto del consumidor. Una capacidad de adaptación que se ahonda en la estrategia de fichajes, con vistas a neutralizar las críticas de “antisistema” y revestirse de un caparazón constitucionalista, y que tiene su máxima expresión en campaña electoral.

Todo vale en campaña. El lunes, Pablo Iglesias había trasnochado para hablar de fútbol en 'El Larguero' de la cadena Ser. Unos días antes, se había convertido en cantautor en el programa de entretenimiento 'El Hormiguero'. Este martes, en el Salón Real del elitista Casino de Madrid, se enfundó el traje de la “responsabilidad de Estado” y evitó cualquier referencia que justificase la espantada de los empresarios. La única pena es que estos decidieron no ir a escucharlo.

El discurso de Podemos sigue generando el mismo repudio que el primer día entre los empresarios. Este martes, se han confabulado para dar plantón a Pablo Iglesias en el Foro ABC, evitando así cualquier instantánea con el candidato a La Moncloa que pudiese generar dudas. Ni siquiera la carta de moderación otorgada a Iglesias por la presidenta y editoria del diario, Catalina Luca de Tena, quien convenientemente subrayó el giro ideológico experimentado por la formación y dio cuenta del alejamiento de su radicalidad inicial y “excesos”, sirvió para atraer a una mínima parte de los empresarios, que dos semanas antes habían acompañado en masa al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en la misma plaza: el Casino de Madrid.

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