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La huida de Quiroga deja tocada a Cospedal en un miércoles negro de desunión en el PP
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la secretaria la colocó y no ha podido retenerla

La huida de Quiroga deja tocada a Cospedal en un miércoles negro de desunión en el PP

De la depresión por los resultados del 27-S, el PP ha pasado a un espectáculo de desunión y rencillas internas en la semana que tenía prevista para arrancar el balance de promoción ante el 20-D

Foto: La expresidenta del PP del País Vasco Arantza Quiroga. (EFE)
La expresidenta del PP del País Vasco Arantza Quiroga. (EFE)

El Partido Popular ha pasado de la depresión por los resultados del 27-S al espectáculo de desunión y rencillas internas de esta semana hasta atascarse en una crisis interna a menos de dos meses para que empiece la campaña electoral de las generales. La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, quien será sustituida por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y que fue promocionada en su día por María Dolores de Cospedal, dimite por las presiones del sector alavés de la organización, que encabeza el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Además, el titular de Hacienda carga en público hasta contra José María Aznar pese a las instrucciones de no responder al expresidente. Y todo el mismo día que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, inaugura los actos de balance y promoción de fin de legislatura del Grupo Popular.

Los dirigentes del PP protagonizaron ayer una jornada negra de descoordinación que no ofrecieron ni en los peores días de la recesión en 2012, aunque lo bordearon en el debate sobre la reforma del aborto ideada por Alberto Ruiz-Gallardón, desautorizada por Mariano Rajoy, que terminó con la caída del ministro de Justicia.

En fuentes de la dirección reconocen que lo más grave es la imagen de división interna que ofrece el partido en el País Vasco, pero también el problema de fondo de una organización regional descabezada en la que se confirma que la guipuzcoana Quiroga nunca controló la organización frente a las maniobras de "los alaveses". Y también se entrevén las diferencias entre Génova y algunos ministros.

El apoyo de Cospedal no le sirvió a Quiroga, siempre contestada, para resistir en el cargo durante poco más de dos años. Tampoco logró la secretaria general que la desautorizada presidenta del PP vasco aplazara su dimisión hasta después del 20-D, que es lo único que le pedía la número dos de la dirección nacional.

El capítulo de la ponencia parlamentaria sobre "libertad y convivencia" es la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Quiroga con su oposición interna, según reconocen en medios del PP. Pero también el texto que desbordó el aguante de buena parte del PP vasco y del Gobierno con 'la autonomía' de la dirigente regional a la hora de abordar un asunto tan delicado como el fin de ETA. No es lo mismo la exigencia de rechazar la violencia que la de condenar el terrorismo de la banda.

En los sectores más neutrales de la sede de Génova admiten que Quiroga no ha sabido ganarse el apoyo del partido en el País Vasco, por demérito propio al no contar con todos, pero también por la oposición cerrada que encontró en Álava, feudo de Alfonso Alonso y Javier Maroto. La solución ahora, añaden, es que el ministro de Sanidad se haga con el control de todo el PP vasco ante la inminencia de las elecciones.

Cuando era portavoz del Grupo Popular, Alonso no quiso ocuparse del partido para poder seguir con su carrera en la política nacional. Para afrontar la tarea ahora tendría que postularse directamente ante la junta directiva regional, o bien aupar a un dirigente de su confianza que haga la transición hasta que pueda dejar el Gobierno.

Quiroga fue una apuesta personal de Cospedal, impuesta en mayo de 2013 como presidenta para acabar con los problemas internos del PP vasco, que ahora se recrudecen con la misma virulencia con el choque de alaveses y guipuzcoanos.

Vídeo de miedo y ambiente de UCD

Pero si el Partido Popular se descosía en el País Vasco, la imagen de unidad del Gobierno también quedaba más que en precario en el mismo día por unas declaraciones de Cristóbal Montoro en 'El Mundo' sobre algunos compañeros de gabinete y el 'innombrable' Aznar. El ministro de Hacienda criticaba al titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, por meterse en su terreno al proponer cesiones fiscales a la Generalitat catalana, y al expresidente por dar lecciones al Gobierno mientras se dedica a los negocios. Es lo mismo que siempre dice y repite Montoro sobre ambos, como otros dirigentes del PP, pero no "para publicar". Esta vez el ministro quiso que se supiera.

Más de cara a la galería que de importancia en clave interna fue el anuncio de que Cayetana Álvarez de Toledo, diputada díscola que ha pedido varias veces en los medios de comunicación la marcha de Mariano Rajoy, proclamara que renuncia a repetir como candidata en las listas del PP. Nadie contaba con que se lo fueran a proponer.

Quiroga, Montoro y Álvarez de Toledo dieron la nota precisamente en la jornada en que el Grupo Popular iba a hacer balance de su labor durante la legislatura, sus 100 leyes aprobadas para sacar a España de la crisis. Lo hacía con Soraya Sáenz de Santamaría de maestra de ceremonias, con vídeo de choque tipo propaganda antiaccidentes de la DGT. En las imágenes, un doctor-Rajoy salvaba a una mujer-nación española de la crisis. También tendrá que librar al PP de la postración porque a alguno de los diputados presentes más veteranos la situación del partido le empezaba a recordar a la UCD.

El Partido Popular ha pasado de la depresión por los resultados del 27-S al espectáculo de desunión y rencillas internas de esta semana hasta atascarse en una crisis interna a menos de dos meses para que empiece la campaña electoral de las generales. La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, quien será sustituida por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y que fue promocionada en su día por María Dolores de Cospedal, dimite por las presiones del sector alavés de la organización, que encabeza el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Además, el titular de Hacienda carga en público hasta contra José María Aznar pese a las instrucciones de no responder al expresidente. Y todo el mismo día que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, inaugura los actos de balance y promoción de fin de legislatura del Grupo Popular.

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