Pablo Iglesias pide "perdón" a Izquierda Unida: "Su arrogancia nos llevó muy lejos"

“Me equivoqué en la forma y en el tono, ofendiendo a muchas personas. Les pido perdón”. Con esta frase, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se disculpa (a medias) después de humillar a Izquierda Unida en una entrevista en las que llamaba “cenizos” y conformista a los dirigentes de esta formación y acusarles de retrasar el cambio que necesita España.

“Les pido perdón, pero les pido también que atiendan el contenido que, con mejor tono y forma, expongo aquí”, asegura Iglesias este lunes en El País que comienza con una disculpa y que continúa con el análisis de las razones del enfrentamiento entre Podemos e Izquierda Unida.

Miserias e incapacidades

“Llevo la izquierda tatuada en las entrañas con orgullo y me reconozco en ella pero, quizá por eso, conozco bien sus miserias, y, sobre todo, sus incapacidades”, apunta en el artículo disparando a Izquierda Unida recordando, a suvez, que es “nieto de un condenado a muerte”, que sus padres eran comunistas cuando en España “era un delito serlo” y que con 14 años ingresó en las juventudes comunistas y militó durante años en el movimiento estudiantil y contra la globalización.

Parafraseando al historiador británico Perry Anderson, Pablo Iglesias asegura que “el único punto de partida concebible hoy para una izquierda realista es tomar conciencia de su derrota histórica”. Por ello, dice que “el fracaso de la izquierda comunista” se constató “en la Transición democrática” debido a la realidad socioeconómica de la época, los medios de comunicación y la coyuntura internacional. “Mucho ha llovido desde entonces y hoy asistimos a la posibilidad de alterar el mapa político en España”, dice.

IUno aprovechó su oportunidad

En un dirección “transformadora”, Iglesias insiste en que “la izquierda social está arrinconada” y que la clave está en la “politización de la frustración de las expectativas de los sectores medios” debido a su empobrecimiento. En este sentido, el secretario general de Podemos afirma que el 15-M fue el canal para expresar esa frustración y el rechazo a las élites políticas y económicas, algo que no fue aceptado por “los jefes de la izquierda política”.

“Izquierda Unida tuvo su oportunidad”, confiesa Iglesias remontándose a 2011, cuando el Partido Popular ganó las elecciones en 2011 y se percibía “una disminución de los apoyos electorales al PP y al PSOE”. Sin embargo, la formación “no la aprovechó” dice y se instaló en “la arrogancia” después de que Podemos decidiera tras el 15-M colaborar con IU y otras fuerzas “para hacer unas primarias conjuntas”. “Creíamos que esa metodología podía ser un revulsivo, se trataba de que la izquierda se pareciera un poco más a la gente”, critica Iglesias, que agradece la actitud de IU porque les llevó "muy lejos".

Se alejan de una mayoría que "no es de izquierdas"

Tras el rechazo de IU y no querer “escucharnos”, Pablo Iglesias apunta en el artículo a que aquello fue positivo para Podemos. “Seguimos adelante solos y gracias a a eso no nos vimos obligados a hacer concesiones a las formaciones conservadoras de la izquierda”, dice con orgullo. En esta línea, el líder de la formación enarbola la bandera de la defensa de los derechos humanos y sociales, el debate Monarquía-República así como de las políticas redistributivas.

Como último dardo a Izquierda Unida, Pablo Iglesias asegura que no se situarán en terrenos que les alejen de una mayoría popular que ”no es de izquierdas” pero que quiere un cambio con unas “estrategias precisas” que parece no compartir con el partido de Alberto Garzón. “Nosotros trazamos las nuestras en Vistalegre”, sentencia.