Cospedal vuelve a primera línea, en Faes con Aznar y en Toledo frente a García-Page

Mariano Rajoy se centra en reactivar el Partido Popular después de renovar su comité de dirección y mantiene aplazada cualquier remodelación del gabinete. Consumada la semana pasada la crisis de los vicesecretarios, también vuelve a primera línea María Dolores de Cospedal, como su número dos al frente del aparato de Génova. El próximo lunes la secretaria general del PP acude como tal a la inauguración del Campus Faes con José María Aznar y el martes, como presidenta saliente de la Junta de Castilla-La Mancha, dará la réplica en nombre del PP en la investidura del socialista Emiliano García-Page, quien llega al cargo con el apoyo de Podemos.

Cospedal había eludido toda presencia pública en actos de ámbito nacional desde las elecciones locales y autonómicas del 24-M, comicios en los que fue la candidata más votada en Castilla-La Mancha, con el 37,4 por ciento de los sufragios y 16 diputados. Pero se quedó a 800 votos de la mayoría absoluta y la alianza del PSOE (15 escaños) con los dos parlamentarios de Podemos le harán pasar a la oposición el próximo día 1.

La pérdida de apoyos de la presidenta autonómica estuvo por debajo de la media experimentada por el resto de los barones y lideresas del PP. El problema para el PP es que el mantenimiento de esa mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, como el de retener la alcaldía de Madrid, era uno de los objetivos clave que se habían fijado los populares para poder sostener después que habían ganado los comicios: tanto a efectos de imagen como de salvar el grueso de su poder autonómico y local. Los resultados de la noche electoral y luego los pactos superaron los cálculos más pesimistas realizado en la sede de Génova.

La figura de la secretaria general salió tocada de las elecciones, pero Rajoy no querido cargar sobre Cospedal ninguna responsabilidad directa. Había sido ajena a la campaña nacional porque estaba consagrada a la suya como presidenta regional y se había quedado a unas décimas de revalidar la mayoría absoluta. El presidente del PP confirmó a la secretaria general en su cargo en el primer comité ejecutivo del partido celebrado después del 24-M. Las críticas internas a la número dos del partido se concretaban en su doble condición de secretaria general y de presidenta de autonomía, un modelo de gestión incompatible de hecho según los veteranos de Génova pero que Rajoy avala desde 2008.

Desde el mismo día de la debacle electoral sufrida por el PP, en fuentes de la dirección del PP advirtieron que la secretaria general estaba dispuesta a seguir en el cargo para el que fue elegida dentro de la lista de Rajoy por el último congreso del partido y que no aspiraba a entrar en el Ejecutivo, sino a cumplir con sus obligaciones en Castilla-La Mancha. Sin embargo, desde entonces no ha vuelto a tener comparecencia pública alguna, circunstancia que animó a sus detractores a difundir la especie de que el presidente del Gobierno podía “compensarla” ahora con un ministerio, idea que en medios gubernamentales consideran “un disparate”.

Rajoy se pone al frente del partido

Como prueba de la vuelta a la normalidad en la dirección del PP, a la de antes de ganar las elecciones de 2011, Rajoy se pone hoy al frente del aparato del partido tal y como anunció ante el comité ejecutivo de la semana pasada. Presidirá en la sede de Génova la reunión del comité de dirección que tiene que poner en marcha los preparativos de la conferencia política convocada para los días 11 y 12 de julio. Y lo hará acompañado de Cospedal, los nuevos vicesecretarios (Fernando Martínez-Maíllo, Pablo Casado y Andrea Levy), el clásico Javier Arenas y los portavoces parlamentarios: Rafael Hernando, José Manuel Barreiro y Esteban González Pons.

La secretaria general también será la representante de la dirección del PP en la inauguración del Campus Faes de este verano, acto en el que intervendrá junto a José María Aznar. Como es tradicional, será Mariano Rajoy el encargado de la clausura en el fin de semana.