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Susana Díaz abre un último intento de acuerdo o habrá elecciones en Andalucía
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Susana Díaz abre un último intento de acuerdo o habrá elecciones en Andalucía

La dirigente socialista ha vuelto a convocar la próxima semana a los líderes de la oposición y desde su equipo avisan de que si no se desbloquea la investidura habrá otros comicios

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía en funciones, Susana Díaz. (EFE)
La presidenta de la Junta de Andalucía en funciones, Susana Díaz. (EFE)

Susana Díaz da un ultimátum. La semana que viene, lunes y martes previsiblemente, ha citado en el Palacio de San Telmo a todos los dirigentes de la oposición. De nuevo pasarán por su despacho los líderes de PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida. Todas las citas están confirmadas excepto la de Teresa Rodríguez, de Podemos, con quien no han podido contactar desde el Gobierno andaluz porque está viajando. “Es el último intento”. Este es el mensaje que precede a la convocatoria desde el equipo de Susana Díaz. Si no hay avances, advierten, dejarán correr el calendario hasta que se disuelva la Cámara y se convoquen nuevas elecciones. Así lo dicta el Estatuto de Autonomía. La fecha límite fijada es el 5 de julio. “Ya hemos hecho muchos esfuerzos negociadores”, aseguran fuentes cercanas a Díaz en una llamada que suena a definitiva.

En los últimos días y tras el escenario de alianzas postelectorales que se ha abierto en toda España, los socialistas confiaban en que se desbloqueara la investidura de Susana Díaz. Sin embargo, nadie de momento ha movido ficha. La dirigente socialista ha conversado con el líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, pero las negociaciones no han ido más allá, según advierten fuentes populares. En la mesa hay un puñado de alcaldías que el PP reclama que quede en sus manos. Ahora todo indica que Díaz ha vuelto a mirar a Ciudadanos, con quien estuvo muy cerca de amarrar su investidura. El sí de los nueve diputados de Albert Rivera en Andalucía le permitirían gobernar. Los socialistas advierten de que el posible apoyo de Ciudadanos a Cristina Cifuentes en Madrid dejaría sin excusas a este partido para mantener bloqueada a Díaz. Sin embargo desde este partido desmienten que ya haya cerrado ningún acuerdo aunque Juan Marín, candidato andaluz de la formación naranja, deja todas las puertas abiertas.Aceptarían uncompromiso público o por escritocon una fecha de salida del expresidente Manuel Chaves enjunio. “Seríamos flexibles”, apuntaron semanas atrás fuentes de este partido.

La candidata socialista ya reunió en su despacho del Gobierno andaluz a todos los líderes de la oposición cuatro días después de las elecciones del 22 de marzo. Dos meses más tarde y tres votaciones fallidas en el Parlamento andaluz, Díaz ha sido incapaz de lograr su investidura. El PSOE abrió el diálogo con todos los grupos políticos. Su estrategia ha sido una negociación a todas las bandas que ha resultado ser un auténtico fracaso. Cada vez que había posibilidad de acuerdo o trasladaban que las negociaciones iban bien todo se desmoronaba. Los negociadores socialistas estuvieron próximos a cerrar un pacto con Ciudadanos. Se anunció hasta la firma de un decálogo anticorrupción que allanaría el camino para que este partido respaldara a la socialista. La operación fue abortada por Albert Rivera, que volvió a exigir las dimisiones de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el caso ERE. Las elecciones del pasado 24 de mayo han colaborado a dificultar el acuerdo. Ninguno de los nuevos partidos se ha querido retratar antes de esa cita electoral por el coste que pudiera tener en las urnas un acuerdo con el PSOE en Andalucía tras 33 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas en esta comunidad.

Con Podemos tampoco ha existido sintonía. Desde el primer minuto la secretaria general, Teresa Rodríguez, impuso tres condiciones. El anuncio de la retirada de la vida pública de Chaves y Griñán, aún sin concretarse fechas y aunque siguen manteniendo sus actas de diputado y senador respectivamente, fue aceptado por Podemos. Sobre la mesa quedan dos asuntos. Exigen que se retiren las cuentas públicas de los bancos que sigan desahuciando y reclaman un listado de altos cargos y directivos en empresas públicas para recortar este personal a dedo. A lo primero, los socialistas replicaron que era una medida ilegal y desplegaron una batería de medidas contra los desahucios sin el castigo directo y ejemplarizante a la banca que exige Podemos. A lo segundo, Díaz se ha comprometido a una reducción del 10% de altos cargos pero sigue sin conocerse cuántos hay, sobre todo en las empresas públicas. Es llamativo que no se brinde el dato cuando la ley andaluza de transparencia obliga a que todos esos números estén colgados en la red este mismo mes de junio.

Con el Partido Popular el diálogo se retomó tras las elecciones municipales de mayo. Antes, los populares prácticamente habían estado ausentes de las mesas políticas abiertas en el Parlamento. Una conversación telefónica entre Díaz y Moreno Bonilla la pasada semana desbloqueó el diálogo. La socialista además advirtió, en contra del criterio de la dirección del PSOE y de Pedro Sánchez, de que en Andalucía sí mantendrían negociaciones con el PP. La investidura se mezcla ahora con las alianzas en marcha para los ayuntamientos andaluces. El mapa señala que el PP podría mantener gracias a acuerdos con Ciudadanos las alcaldías de Almería, Jaén, Málaga y Granada. Los socialistas gobernarían, con alianzas con las candidaturas avaladas por Podemos, en Huelva, Sevilla y Córdoba. En la mano de Susana Díaz está entregar Cádiz a Podemos o al PP. Igualmente están en juego otras grandes ciudades clave como Jerez y Marbella, que dejarían de tener alcaldes populares si los socialistas promueven tripartitos o cuatripartitos de izquierda. Aunque todos sostengan en su discurso público que no habrá cambio de cromos la realidad del reparto de poder es incuestionable e influirá de forma decisiva en el desenlace final del Gobierno andaluz.

Susana Díaz puede llegar a ver, si no tiene éxito en esta nueva ronda, como otras comunidades que acudieron a las urnas dos meses después que Andalucía logran antes formar gobiernos. El PSOE asume que habrá que esperar a que pase la fecha de constitución de los ayuntamientos, el 13 de junio. Pero ahora juega al todo o nada con una advertencia clara y respaldados por sondeos como el último CIS. El mensaje del equipo de Susana Díaz no deja lugar a dudas. O acuerdo o elecciones. Claro que Díaz está en funciones y no las puede convocar. Dependeré de que se agote el tiempo y nadie mucha ficha. Ningún partido quiere repetir los comicios y todos asumen que antes o después se desbloqueará la situación. Díaz había hablado con los líderes nacionales, Rajoy, Iglesias o Rivera, pero eludía el diálogo con sus homólogos andaluces. La socialista, con 47 diputados, necesita 16 abstenciones para poder dejar su interinidad. En la Cámara andaluza el PP tiene 33 diputados, Podemos 15, Ciudadanos 9 e Izquierda Unida cinco.

Susana Díaz da un ultimátum. La semana que viene, lunes y martes previsiblemente, ha citado en el Palacio de San Telmo a todos los dirigentes de la oposición. De nuevo pasarán por su despacho los líderes de PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida. Todas las citas están confirmadas excepto la de Teresa Rodríguez, de Podemos, con quien no han podido contactar desde el Gobierno andaluz porque está viajando. “Es el último intento”. Este es el mensaje que precede a la convocatoria desde el equipo de Susana Díaz. Si no hay avances, advierten, dejarán correr el calendario hasta que se disuelva la Cámara y se convoquen nuevas elecciones. Así lo dicta el Estatuto de Autonomía. La fecha límite fijada es el 5 de julio. “Ya hemos hecho muchos esfuerzos negociadores”, aseguran fuentes cercanas a Díaz en una llamada que suena a definitiva.

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