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Los empleados públicos calientan la calle y amenazan la ‘precampaña’ de Susana Díaz
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movilizaciones contra los recortes de la junta

Los empleados públicos calientan la calle y amenazan la ‘precampaña’ de Susana Díaz

Los sindicatos unen sus protestas tras la convocatoria electoral y contra el discurso de la Junta que defiende que la ‘tijera’ no ha entrado en sanidad y educación

En Andalucía no hay mareas blancas ni verdes, es cierto, pero sí existe un profundo descontento mezclado con grandes dosis de indignación en la voluminosa plantilla del sector público. Los principales sindicatos en Andalucía sacarán a los empleados públicos a la calle contra los recortes en las nóminas y el personal de la Administración Pública andaluza. Han pactado unidad sindical, una estrategia unificada, aunque saben que las disputas entre siglas sindicales dificultarán el acuerdo para programar movilizaciones conjuntas.

“Susana, me la debes y lo sabes” y “La Junta nos roba el 25%de la extra de 2012” son los elocuentes lemas que ya han paseado CCOO y CSIF por las calles de la capital andaluza. También UGT anunció que se suma al juego y aprovecharán el terreno de la campaña electoral para elevar el tono y la frecuencia de sus movilizaciones.

Casi a la vez, los trabajadores de la sanidad pública andaluza pactaban un acuerdo con la Consejería de Salud tras varios días de “caos”, según los sindicatos, en la bolsa de contrataciones del Servicio Andaluz de Salud. El anuncio de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, precipitado por la campaña electoral, de que restituirán al cien por cien a partir del 1 de marzo los 8.500 contratos de eventuales que ahora mismo permanecen recortados al 75% ha originado “un pollo de tamaño considerable”, en palabras del portavoz de CSIF, Juan Castillo. Quedarán otros 3.000 profesionales con contratos eventuales y sin cobrar la jornada completa.

Un pacto interno del SAS y los sindicatos ha reconducido días de tensión. Aseguran que ha repercutido directamente en los centros de salud y hospitales públicos andaluces y que ha soliviantado a los quemados profesionales sanitarios, que son los que más han sufrido el peso de los recortes de los últimos años. Era el segundo episodio de enfrentamiento en la sanidad tras el colapso en las urgencias hospitalarias que la Consejería de Salud achacó a la alta incidencia de la gripe. La Junta asegura que han sido “sólo 47 incidencias” en los contratos eventuales renovados. Los sindicatos, al unísono, ponen el grito en el cielo ante esa cifra, que tachan directamente de “mentira”.

El Gobierno andaluz ha adquirido este año 2015 el compromiso de devolver los complementos autonómicos de la paga extra, suspendidos desde 2012, a todos los empleados públicos. También se ha comprometido a mejorar las condiciones de la plantilla sanitaria. Sin embargo, ninguno de estos dos anuncios de Susana Díaz han logrado calmar las revueltas aguas entre los funcionarios y los trabajadores de la Administración andaluza y sus empresas públicas, pese a disponer 430 millones de euros más en el capítulo de personal. Una bolsa de 260.000 trabajadores, según los datos oficiales, cuyo voto se disputan todos los partidos y que en Andalucía siempre ocupan un lugar preferente en las carantoñas que lanzan los partidos políticos.

“Ya se sabe que en Andalucía los empleados públicos somos capaces de quitar y poner Gobiernos”, admiten sotto voce desde uno de los sindicatos para reivindicar la fuerza de sus movilizaciones. PSOE, PP, IU y hasta Podemos han lanzado ya sus redes en la Administración en busca del voto de los descontentos. Y hay muchos. Los funcionarios ya exhibieron su fuerza en la rebelión contra la reordenación del sector público andaluz, aprobada en 2012, que dio entrada en la Administración a muchos empleados de las empresas públicas.

El discurso de Susana Díaz, hasta hace pocos días también el de IU, insiste en el Gobierno “de resistencia”, en que en Andalucía los servicios públicos se han blindado frente a los recortes impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy. Agustín de la Cruz, secretario general de servicios a la ciudadanía de CCOO en Andalucía, asegura que eso es sólo “propaganda” y que en la comunidad andaluza “es cierto que no se ha privatizado como en otras, pero recortes han existido, y graves, que han repercutido en la calidad de los servicios públicos”, asegura.

Desde CSIF animan a realizar esa pregunta a los 90.000 docentes, 80.000 sanitarios o 100.000 empleados de la Administración general de la Junta. “Se han perdido 7.000 empleados en la sanidad y 3.500 interinos docentes en los dos últimos años; los recortes están ahí, como los planes de ajustes aprobados por miles de millones de euros en el Presupuesto desde 2012”, señala Alfonso Sotelo, portavoz de CSIF. La reivindicación que va a unir a todos los sindicatos en los próximos meses se refiere al cobro de la paga extra de 2012. Reclaman los días devengados antes de que se aprobara desde el Gobierno central la norma que eliminó este complemento en el sueldo. Cuentan con el aval de los tribunales de justicia y hasta una sentencia del Supremo.

El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, sostiene que están “haciendo un esfuerzo para la recuperación de derechos de los empleados públicos” y recuerda que se han recortado “600 millones de euros en las transferencias que debían llegar del Estado” para justificar que no se abone esa cantidad. CSIF cuantifica en unos 80 millones de euros lo que necesitaría la Junta para abonar esa parte de la extra de 2012 que avalan los tribunales. El Gobierno andaluz admite que no tiene disponibilidad presupuestaria.

Los sindicatos no le van a poner fácil la campaña electoral a Susana Díaz. Llama la atención este cambio en el escenario político andaluz cuando en las elecciones de 2012, UGT y CCOO fueron, sin duda, los principales agentes electorales del entonces presidente José Antonio Griñán. Pero en estos últimos años las relaciones han dado un giro de 180 grados. En pleno récord de paro, en Andalucía el diálogo social ha estado en barbecho durante meses. Se cortó el grifo de la concertación, que regó con cuantiosas subvenciones a sindicatos y patronal la pasada década.

El fraude de la formación, el de los ERE o las facturas falsas depuradas por la Junta contra UGT han hecho añicos las dulces relaciones entre sindicatos y Junta de Andalucía. Ahora, el escenario es otro. En 2012 existían los mismos recortes, pero sólo CSIF salía a la calle. En esta campaña, todos los sindicatos programan actuaciones conjuntas y habrá mucha pancarta y mucha protesta. O eso esperan.

En Andalucía no hay mareas blancas ni verdes, es cierto, pero sí existe un profundo descontento mezclado con grandes dosis de indignación en la voluminosa plantilla del sector público. Los principales sindicatos en Andalucía sacarán a los empleados públicos a la calle contra los recortes en las nóminas y el personal de la Administración Pública andaluza. Han pactado unidad sindical, una estrategia unificada, aunque saben que las disputas entre siglas sindicales dificultarán el acuerdo para programar movilizaciones conjuntas.

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