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Messi compró al día siguiente de pillarle Hacienda una firma offshore que está activa
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Messi compró al día siguiente de pillarle Hacienda una firma offshore que está activa

La estrella del FC Barcelona adquirió la sociedad panameña Mega Star Enterprises a través de un bufete uruguayo horas después de que Hacienda le imputara un fraude de 4,1 millones

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Leo Messi va camino de conseguir que su carrera como defraudador alcance la fama de sus extraordinarios méritos deportivos. La estrella del FC Barcelona sólo tardó unas horas en poner en marcha un nuevo entramado de fraude fiscal después de que la Agencia Tributaria española descubriera que había diseñado una red societaria para ocultar sus ingresos por derechos de imagen y evitar de ese modo los impuestos correspondientes que debía abonar a Hacienda. El 13 de junio de 2013, apenas un día después de saberse que había evadido 4,1 millones de euros, el jugador y su padre, Jorge Horacio Messi, utilizaron un despacho uruguayo para constituir una sociedad panameña con la que habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria.

[Lea aquí: Así evadía su dinero la familia Messi: de Belice a suiza pasando por Uruguay]

El descubrimiento de esta nueva sociedad controlada por Messi, que se encuentra activa y ha logrado escapar hasta ahora de las inspecciones de las autoridades españolas, ha sido posible gracias a la investigación conjunta y exclusiva de El Confidencial y La Sexta 'Los Papeles de Panamá' en el marco de un trabajo liderado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán 'Süddeutsche Zeitung'.

Messi y su padre reprodujeron el patrón de las grandes redes de blanqueo. Documentos a los que ha tenido acceso este diario prueban que el bufete uruguayo Abreu, Abreu & Ferres inició el mismo 13 de junio de 2013 los trámites para adquirir la sociedad panameña Mega Star Entreprises Inc. La mercantil había sido creada el 8 de febrero de 2012 por el despacho del país centroamericano Guardia & Co. pero no tenía ninguna actividad, así que el bufete uruguayo puso en marcha los mecanismos necesarios para adquirirla y colocar al frente de la sociedad a presuntos testaferros con la intención de emplearla para ocultar bienes o capitales de uno de sus clientes.

Los servicios de Mossack Fonseca

Según consta en correos electrónicos detectados por esta investigación, Abreu, Abreu & Ferres realizó la compra de Mega Star Entreprises Inc. a través de la sucursal en Montevideo de la firma Mossack Fonseca, un bufete panameño con presencia en los principales paraísos fiscales del mundo que goza de fama entre las grandes fortunas internacionales por su capacidad para crear estructuras 'offshore' especializadas en la evasión de impuestos.

Los correos prueban que, tras recibir la solicitud de Abreu, Abreu & Ferres, la filial uruguaya de Mossack Fonseca se puso en contacto a su vez con su matriz en Ciudad de Panamá para cerrar la adquisición. Los trámites se completaron el 3 de diciembre de 2013 con el pago de Abreu, Abreu & Ferres a Mossack Fonseca de la minuta por la adquisición y toma de control de Mega Star Enterprises Inc.

Previamente, el 20 de noviembre, Mossack Fonseca había acudido al Registro Mercantil panameño para oficializar la compra de la sociedad a los que habían sido hasta ese momento sus supuestos propietarios. El despacho centroamericano colocó al frente de Mega Star Enterprises Inc., en connivencia con su cliente uruguayo, a cinco testaferros para que fueran los únicos rostros visibles de la compañía. Según consta en las escrituras de la mercantil, sus supuestos responsables serían Ricardo Samaniego (presidente), Yadira de Boutaud (secretaria), Yakeline Pérez (vicepresidenta y tesorera), Yenny Martínez (subsecretaria) y Hercibelle González (subsecretaria). Los cinco siguen ocupando esos puestos en la actualidad.

Los Messi, verdaderos propietarios

Ni la Agencia Tributaria ni la Justicia españolas habrían podido averiguar sin datos previos quién se oculta en realidad tras esa sociedad panameña. Pero la investigación ha permitido descubrir que los verdaderos propietarios de Mega Star Enterprises Inc. no son ninguno de los teóricos directivos que figuran en el consejo de administración de la firma, sino Messi y su padre. Así consta en un documento interno que Abreu, Abreu & Ferres envió a Mossack Fonseca el 23 de junio de 2013, en pleno proceso de adquisición de la sociedad, y al que ha tenido acceso El Confidencial.

En la carta, el jugador del FC Barcelona y su padre admiten su relación con Mega Star Enterprises Inc. y se comprometen a sufragar los costes en los que pudiera incurrir Mossack Fonseca por cualquier proceso judicial derivado del uso de la compañía, un trámite habitual en la constitución de mercantiles opacas. Con todo, lo relevante del documento es que permite establecer la conexión de la estrella del fútbol con esa empresa.

“Nosotros, Jorge Horacio y Lionel Andrés Messi, por este medio les manifestamos que, en virtud que ustedes proporcionan directores/dignatarios [es decir, testaferros] para la compañía Mega Star Enterprises Inc. convenimos en indemnizarlos con respecto a todos los reclamos, requerimientos, acciones, litigios, procesos, costos y gastos, cualesquiera que fueren, que sean incurridos o pagaderos por parte de ustedes respecto a o como resultado del hecho de que cualquier miembro o empleado o asociado de su compañía, o por motivo o como consecuencia de cualquier acto o decisión tomada por cualquier de dichas personas o compañías en relación con el manejo y/o administración de la citada compañía”, recoge el documento.

La firma del futbolista

La misiva incorpora al final una cláusula de confidencialidad que condiciona su revelación a la existencia de un proceso judicial en Panamá, algo casi imposible en un país que sigue disfrutando de una legislación laxa en materia de blanqueo. “Toda la información que aparece en este documento deberá reposar en expediente de la sociedad y ser utilizada únicamente y exclusivamente para el otorgamiento de este poder y podrá ser revelada a las autoridades reguladoras de la jurisdicción de la sociedad, en caso de recibir una solicitud escrita y en cumplimiento con el debido proceso para tales servicios judiciales”. El documento concluye con las firmas de Messi y de su padre en tinta azul.

Los Messi aparecen de nuevo en documentos de esta compañía aún más recientes, probando que su vinculación con la sociedad sigue vigente en estos momentos. Por cambios cosméticos en la legislación panameña contra el lavado de capitales, todas las sociedades opacas se vieron obligadas en 2015 a convertir sus acciones al portador en acciones nominativas. La familia Messi aprovechó esa obligación para transferir todas las participaciones de Mega Star Enterprises Inc. al progenitor. Según consta en correos electrónicos, el 1 de diciembre de ese mes, es decir, hace sólo cuatro meses, el despacho uruguayo pidió a Mossack Fonseca que asignara el 100% de las acciones a Jorge Messi, pero sólo después de garantizarse que el célebre apellido seguiría sin aparecer en el Registro Mercantil panameño.

Ni el futbolista ni su progenitor han querido hacer comentarios a esta información. Tampoco Sergio Juan Abreu Muxí, el responsable del despacho Abreu, Abreu & Ferres que inició los trámites para que el futbolista pudiera comprar y controlar Mega Star Enterprises Inc. En un correo electrónico, el letrado ha asegurado que “desconoce absolutamente” estos hechos y ha alegado que, además, en Uruguay “rige el Estado de Derecho, que impone entre las garantías y derechos la obligación de reserva y secreto profesional al obrar de los abogados y procuradores”.

La aparición de esta nueva sociedad de Messi se produce antes de que el astro argentino tenga que sentarse en el banquillo junto a su padre por haber defraudado a Hacienda 4.164.675 euros entre 2007 y 2009 con la ocultación en paraísos fiscales de los 10.174.486 euros que recibió en total durante ese periodo por derechos de imagen de marcas como Adidas, Danone, Banco Sabadell, Konami, Air Europa, Telefónica y Pepsi, entre otras multinacionales.

El jugador había culpado a su progenitor de la creación de ese entramado pero el juez ha decidido procesarlo tras asumir la acusación de la Abogacía del Estado, que pide para el futbolista 22 meses y medio de prisión por tres delitos fiscales además de una multa económica. El juicio arrancará el próximo 31 de mayo, casi tres años después de que se detectara el fraude. La investigación de la Agencia Tributaria descubrió que Messi utilizó más de una decena de sociedades de Uruguay, Belice, Suiza y Reino Unido para ocultar sus ingresos pero en el sumario del caso no hay ninguna mención a la panameña descubierta ahora Mega Star Enterprises Inc.

La sociedad tampoco ha sido detectada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la investigación que está realizando para aclarar el presunto blanqueo de dinero procedente del narcotráfico en varios partidos supuestamente benéficos jugados por la estrella del FC Barcelona en 2012 y 2013. Los expertos en delitos económicos del Instituto Armado rastrean cinco transferencias sospechosas que suman más de un millón de euros y que también habrían terminado en paraísos fiscales.

Leo Messi va camino de conseguir que su carrera como defraudador alcance la fama de sus extraordinarios méritos deportivos. La estrella del FC Barcelona sólo tardó unas horas en poner en marcha un nuevo entramado de fraude fiscal después de que la Agencia Tributaria española descubriera que había diseñado una red societaria para ocultar sus ingresos por derechos de imagen y evitar de ese modo los impuestos correspondientes que debía abonar a Hacienda. El 13 de junio de 2013, apenas un día después de saberse que había evadido 4,1 millones de euros, el jugador y su padre, Jorge Horacio Messi, utilizaron un despacho uruguayo para constituir una sociedad panameña con la que habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria.

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