Es noticia
La sequía acelera la contaminación por CO2: la hidráulica se hunde y el carbón se dispara
  1. Economía
Iberdrola dobla sus emisiones hasta junio

La sequía acelera la contaminación por CO2: la hidráulica se hunde y el carbón se dispara

La falta de agua embalsada en España obliga al sistema eléctrico a tirar de las centrales térmicas de carbón, lo que ha provocado que las emisiones de CO2 aumenten más del 50% en lo que va de año

Foto: Foto de archivo del embalse del Gorg Blau, en la Sierra de Tramuntana, en mínimos de su capacidad. (EFE)
Foto de archivo del embalse del Gorg Blau, en la Sierra de Tramuntana, en mínimos de su capacidad. (EFE)

La sequía que asola España está provocando un aumento de la contaminación debido a las complicaciones que provoca la escasez de lluvia para la generación de electricidad. El bajo nivel de los embalses ha hundido el desempeño de las centrales hidroeléctricas, que no emiten CO2. La producción de energía eléctrica con hidráulica en los primeros seis meses del año ha sido de 13.159 gigawatios/hora, lo que es un 51,7% menos que los 27.260 GWh producidos en 2016, año especialmente bueno para esta renovable, tal y como reflejan los datos de Red Eléctrica de España.

De esta forma, la demanda eléctrica que no es capaz de satisfacerse desembalsando agua se está cubriendo con otras tecnologías más contaminantes como el carbón o el gas. Así, las centrales térmicas que consumen carbón aumentaron su producción hasta el 30 de junio de 2017 un 98,9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, por lo que alcanzaron casi los 20.000 GWh, según REE. Las centrales de ciclo combinado, accionadas por gas, lograron producir 25.185 GWh, más del 33% que en 2016.

Este 'mix' de generación ha llevado las emisiones contaminantes de CO2 a su nivel máximo de los últimos cinco años. Así, el sistema eléctrico emitió 34.153.893 toneladas de dióxido de carbono en lo que va de 2017, un 50% más de los 22.616.298 toneladas emitidas en el mismo periodo del año anterior. El sistema de generación no veía una cifra así desde 2012, pese a que actualmente el peso de las renovables (que no emiten gases de efecto invernadero) es superior al de hace un lustro.

Las centrales térmicas de carbón aumentaron su producción hasta el 30 de junio de 2017 un 98,9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior

Sin embargo, el sistema eléctrico cubre la demanda de electricidad en primer lugar con las tecnologías más verdes y posteriormente van entrando en juego el resto (nuclear, gas, carbón, etc.). La meteorología de este 2017 está siendo especialmente contraproducente para el desempeño de las renovables.

El efecto de menos hidráulica y eólica y más carbón y ciclo combinado no solo es dañino para el medio ambiente sino también para el bolsillo de los contribuyentes. Las renovables entran a un coste cero en la curva de casación entre oferta y demanda denominada 'pool', mientras que el resto de tecnologías tienen unos costes específicos de operación. No obstante, el papel del gas y el carbón es ejercer de respaldo del sistema cuando fallan las renovables para asegurar el suministro en todo momento.

De esta manera, cuanto más peso tienen el carbón y el gas, más alto es el precio mayorista de la electricidad. Este efecto fue especialmente destacado el pasado mes de enero, cuando las renovables apenas ofrecían desempeño. Hasta el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó entonces su preocupación por la incomparecencia de la lluvia. Ahora, la fuerte sequía está volviendo a elevar el precio de la luz, aunque aún no está en los máximos que se tocaron a principios de año. La diferencia está fundamentalmente en el alto precio internacional del gas en enero y la mayor demanda de entonces.

Foto: Foto: Reuters.

Los datos de Red Eléctrica muestran que las reservas hidráulicas totales a 30 de junio de 2017 eran de 7.441 GWh, alrededor del 30% menos que los 12.751 GWh que había en 2016, de los 11.919 GWh de 2015 o de los 13.566 GWh de 2014.

Ahora mismo existen 29.407 hectómetros cúbicos de agua embalsada en España. Aun con las torrenciales lluvias de estos días, los embalses españoles se encuentran al 52% de su capacidad y están lejos de los 38.779 hectómetros cúbicos de la media registrada para esta semana en los últimos 10 años, cuando los pantanos cubren casi el 70% de su capacidad. En ese 70% se encontraban los embalses esta misma semana en 2016, según los datos de Embalses.net. Guadalajara es la provincia de España cuyo nivel de pantanos está más bajo: al 17,4% de su capacidad.

La escasez de lluvia tiene sus consecuencias para las empresas que operan en la generación eléctrica. Así, Iberdrola emitió en los primeros seis meses del año el doble de CO2 que en 2016: pasó de 41 gramos de CO2 por kilowatio hora en 2016 a 82 gramos por kWh en 2017. Según datos de la compañia, sus hidroeléctricas produjeron 5.291 GWh en el primer semestre de este año, un 56,8% menos en lo que va de año que en el mismo periodo del ejercicio anterior. La electricidad que produce Iberdrola con hidráulica en España es casi la mitad del total de lo que se genera en todo el país.

Por suerte para las empresas, los costes por emitir CO2 están alejados de las pretensiones de Bruselas y de lo que se pagaba hace unos años. Según explica Ismael Romeo, director del operador de derechos de emisiones SendeCO2, el precio actual por las emisiones de dióxido de carbono ronda los cinco euros por tonelada. Este precio es muy inferior a los 15 o 20 euros que considera óptimos la Unión Europea para cada tonelada de emisión. Estos derechos para emitir gases de efecto invernadero se compran y venden en el mercado. Las empresas de generación eléctrica no tienen ningún derecho de emisión gratuito, por lo que deben pagar por todo el CO2 que liberan a la atmósfera.

Foto: El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (Reuters)

No obstante, Iberdrola tiene una exposición muy limitada en España a las tecnologías que más CO2 emiten. Casi el 90% de su producción viene de las renovables (42%) y nuclear (45%). El resto se lo reparte en un 5% de cogeneración, el 4% de ciclos combinados de gas y un 4% de carbón, tal y como reflejan sus estadísticas del primer semestre de 2017.

La sequía que asola España está provocando un aumento de la contaminación debido a las complicaciones que provoca la escasez de lluvia para la generación de electricidad. El bajo nivel de los embalses ha hundido el desempeño de las centrales hidroeléctricas, que no emiten CO2. La producción de energía eléctrica con hidráulica en los primeros seis meses del año ha sido de 13.159 gigawatios/hora, lo que es un 51,7% menos que los 27.260 GWh producidos en 2016, año especialmente bueno para esta renovable, tal y como reflejan los datos de Red Eléctrica de España.

Energía Mundo sostenible
El redactor recomienda