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Hacienda asume que perderá una parte de las deudas de los morosos por incobrables
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Más de 1.000 millones están ya en liquidación

Hacienda asume que perderá una parte de las deudas de los morosos por incobrables

La quiebra del sector inmobiliario hace imposible cobrar todas las deudas. El 43% está en manos de compañías en fase de concurso de acreedores que difícilmente se recuperarán

Foto: Imagen: Enrique Villarino.
Imagen: Enrique Villarino.

La lista de morosos de Hacienda es un 'pozo' de 15.400 millones de euros en el que están enterradas las 'ruinas del ladrillo'. Los mayores deudores son empresas del sector inmobiliario y la construcción que en su día fueron los grandes nombres del país y que hoy están señaladas por la ciudadanía por el agujero que han dejado en las arcas públicas. La Agencia Tributaria sabe que una buena parte de esta cuantía nunca se podrá recuperar, ya que se trata de empresas cuyo pasivo supera por mucho el valor de los activos. Cuando una de estas firmas cae en fase de liquidación, el porcentaje de dinero recuperable se reduce al mínimo.

De las cinco empresas que encabezan la lista de morosos por sus deudas a Hacienda, tres están ya en fase de liquidación. Es el caso de Reyal Urbis, Nozar y Aifos Arquitectura y Promoc Inmobiliarias. Solo esas tres compañías suman un impago de 660 millones de euros a las arcas públicas, esto es, en torno a un 5% del total de la lista de morosos. Dinero que será muy difícil que la Agencia Tributaria pueda cobrar. Aunque la AEAT rechaza realizar estimaciones de qué parte no podrá cobrar, asume que es imposible que pueda liquidar toda la deuda porque es incobrable.

En las fases de liquidación, lo habitual es que los bienes se troceen para que la puja sea más accesible y así maximizar los recursos que recupera el liquidador. Sin embargo, en el caso del sector inmobiliario, no existe demanda para todos los terrenos que salen a subasta, lo que hace que se queden desiertas, explican expertos del sector. En ese caso, la única solución es seguir rebajando el precio del activo hasta darle salida, aunque sea a costa de elevar las pérdidas que deja la compañía tras su desaparición.

Para las empresas del sector de la construcción, salir con vida del concurso de acreedores es una tarea más que complicada, dado el deterioro del precio de los activos y el escaso apetito que genera entre los inversores privados. Así, entre los 40 mayores morosos con Hacienda, 13 están ya en fase de liquidación. Entre todos ellos acumulan una deuda a la Agencia Tributaria de 1.130 millones de euros, algo más del 7% del total.

[Consulte la lista de morosos de Hacienda 2017]

La AEAT ha desvelado pocos datos sobre la lista de morosos, ya que los afectados están amparados por el secreto tributario. Sin embargo, uno de los datos que se conocen es que el 43% de la deuda total la soportan contribuyentes en situación concursal. En total son 6.600 millones de euros que, a corto plazo, será complicado que Hacienda pueda cobrar. La mayor esperanza es que estas compañías consigan financiación o una quita de la deuda que las permita salir del concurso y puedan abonar sus deudas, pero este es un escenario ideal que raras veces se cumple.

Cuando una empresa culmina su liquidación y desaparece, la Agencia Tributaria considera esas deudas incobrables y el dinero se da por perdido

El caso de Abengoa es el mejor ejemplo de una empresa morosa con Hacienda (a cierre de 2016 debía más de 3 millones) y al borde de la quiebra que consigue salvarse. Por el momento ha conseguido reestructurar su deuda financiera y evitar la liquidación. Sin embargo, su caso no es representativo del resto de empresas deudoras, ya que Abengoa es una compañía que llegó a tener más de 24.000 trabajadores, lo que la convirtió en 'too big to fail' (demasiado grande para caer). Con tal montante de empleados, automáticamente los políticos buscan una solución y así es más fácil conseguir financiación y evitar el colapso.

Los de siempre

Este es el tercer año que Hacienda publica la lista de morosos y, una vez más, los primeros puestos están ocupados por las mismas compañías. Esto muestra lo difícil que es para la Agencia Tributaria liquidar estas deudas. El primer puesto lo ocupa Reyal Urbis, compañía que acaba de iniciar la fase de liquidación con una deuda que supera los 3.500 millones de euros. Esto significa que los 363 millones que debe a Hacienda son solo el 10% de todo su pasivo.

Aunque la Agencia Tributaria se sitúa en los primeros puestos en el orden de prelación para cobrar las deudas con el dinero que se consiga de la liquidación de activos, con tal cantidad de pasivos por cubrir, es difícil que Hacienda acabe cobrando una cuantía significativa. La mayor parte lo perderá. La exposición del Estado a la liquidación de Reyal Urbis es incluso mayor, ya que la compañía adeuda más de 1.000 millones a la Sareb (el banco malo), lo que también impactará en las cuentas públicas.

La primera gran inmobiliaria que entró en fase de liquidación fue Martinsa-Fadesa, presidida y controlada por el expresidente del Real Madrid, Fernando Martín. Solicitó la liquidación en marzo de 2015 ante la falta de inversores que asumieran el agujero patrimonial de miles de millones de euros. Desde entonces han pasado más de dos años y la compañía todavía no se ha desprendido de todos sus activos, lo que revela que se trata de un proceso muy lento en el caso de las inmobiliarias. El 27 de febrero la compañía inició el ciclo de subastas notariales que se cerrará el próximo 14 de julio y se adjudicarán los activos a la mejor oferta. Esto demuestra que la fase de cobro de las deudas por parte de la Agencia Tributaria se prolonga durante años. A día de hoy todavía debe más de 65,2 millones de euros al Fisco.

Cuando una empresa culmina su liquidación y desaparece, la Agencia Tributaria considera esas deudas incobrables, por lo que ya desparecen del listado de morosos y ese dinero se da por perdido.

Foto: El Elche, en la lista de morosos con 10,5 millones de euros. (EFE)

Es cierto que las grandes deudas que la Agencia Tributaria no va a poder cobrar corresponden a empresas del ladrillo, pero no son las únicas. Un sector en auge, como es el de la tecnología, también ha dejado quiebras sonadas. En su caso, se trata de un negocio en pleno crecimiento pero que cambia muy rápidamente, por lo que las empresas que no consiguen adaptarse, tienen el riesgo de acabar hundiéndose.

Una de las mayores liquidaciones en el sector fue la de Blusens Technology, la filial de compras de la gallega Blusens. La compañía entró en liquidación en julio de 2015 por orden de un juez de A Coruña, después de que fuese incapaz de llegar a un acuerdo con la banca acreedora para reestructurar su deuda. La firma encontró un comprador en el fondo G53, sin embargo, una alegación del Igape, organismo público dependiente de la Consellería de Economía de la Xunta paralizó la operación en septiembre de 2016 y, desde entonces, sigue estancada. Estos procesos son largos y dolorosos, ya que la mayor parte de los acreedores acaban perdiendo dinero. También la Agencia Tributaria.

[Hacienda perderá una parte de las deudas de los morosos por incobrables]

Otras empresas muy reconocidas de España están en fase concursal, pero en una situación tan delicada que podrían caer en liquidación en los próximos años. Un buen ejemplo es el de Comerciadora Mediterránea de Viviendas (Comervi), la inmobiliaria de Marina d'Or. La "ciudad de vacaciones" tiene hoy un futuro complicado cuyo destino son los tribunales. La compañía debía a Hacienda 45,3 millones de euros al cierre de 2016, y la Agencia Tributaria, alertada por la mala gestión de la firma, decició pasar a la acción y embargar al dueño del complejo, Jesús Ger, bienes por 49 millones de euros al inicio del año.

La Agencia Tributaria considera que el equipo directivo realizó un "vaciamiento patrimonial" de la inmobiliaria para así reducir al máximo posible el pago de su deuda tributaria. Ger dividió en cuatro empresas la matriz del grupo Comervi para traspasar activos a las nuevas sociedades y así alejarlos del radar de Hacienda. Una situación que complica el futuro de Marina d'Or y también dificulta que el Fisco llegue a cobrar toda la deuda pendiente.

La lista de morosos de Hacienda es un 'pozo' de 15.400 millones de euros en el que están enterradas las 'ruinas del ladrillo'. Los mayores deudores son empresas del sector inmobiliario y la construcción que en su día fueron los grandes nombres del país y que hoy están señaladas por la ciudadanía por el agujero que han dejado en las arcas públicas. La Agencia Tributaria sabe que una buena parte de esta cuantía nunca se podrá recuperar, ya que se trata de empresas cuyo pasivo supera por mucho el valor de los activos. Cuando una de estas firmas cae en fase de liquidación, el porcentaje de dinero recuperable se reduce al mínimo.

Deudas Marina D'Or
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