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Bruselas prevé que España se quedará al filo de cumplir su objetivo de déficit este año
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crecimiento mayor del que espera el gobierno

Bruselas prevé que España se quedará al filo de cumplir su objetivo de déficit este año

Eleva su previsión de crecimiento por encima de la del Gobierno, hasta el 2,8%. Estima que los salarios perderán poder adquisitivo durante los dos próximos años

Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE)
El ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE)

España se va a quedar este año a un paso de cumplir sus objetivos de disciplina fiscal. Así lo afirma la Comisión Europea en las nuevas previsiones macroeconómicas que publicará mañana, según ha podido saber El Confidencial. Así que aunque hace tres meses las cosas pintaban peor para España, Bruselas no pedirá más ajustes salvo que haya una “mala sorpresa”.

Los cálculos comunitarios estiman que el país cerrará 2017 con un déficit del 3,2 % del PIB, tres décimas menos de lo estimado en febrero. Es decir, se quedará a una décima del 3,1 % que se exige al país. El desfase se reduce así a 1.100 millones, en lugar de los 4.400 millones inicialmente estimados.

En plenas negociaciones presupuestarias, los datos de Bruselas son una buena noticia para el Gobierno español, que el año pasado logró eludir en el último minuto una multa multimillonaria por incumplir sus compromisos fiscales durante el año electoral.

El análisis moderadamente optimista de la Comisión se asienta en varios factores. Por una parte, recalca que España va a ver reducida la carga de los intereses que debe paga, gracias a una mejora de las condiciones de financiación. Pero además, un mejor crecimiento de lo esperado -hasta el 2,8 % este año- “debería respaldar los ingresos fiscales” del Gobierno, un elemento que en otros ejercicios ha sido clave en las discrepancias entre Bruselas y Madrid.

La reducción del paro también supondrá un alivio para las arcas públicas, que tendrán que hacer frente a menores prestaciones por desempleo. Y, además, las comunidades autónomas ya no preocupan en Bruselas. Durante los últimos años, la Comisión había presionado al Gobierno español para que pusiera coto al gasto de las regiones, pero los últimos datos de las comunidades son buenos.

No obstante, Bruselas avisa de que la situación fiscal podría verse afectada por la “incertidumbre respecto al impacto de lasrecientes medidas fiscales” y al de los “pasivos contingentes”, es decir, al lastre que podría suponer un tropiezo en las autopistas y los bancos.

2018, el año de volver al redil fiscal

Si los cálculos de Bruselas se cumplen, España tendrá que reducir aún su desvío en al menos 2.200 millones el próximo año para regresar al grupo de países cumplidores con las normas europeas de disciplina fiscal, algo que no ocurre desde inicios de la crisis.

De cara a 2018, si no se introducen nuevas políticas de ajuste, pero tampoco de gasto, el déficit se quedará en un 2,6 %. Esto es cuatro décimas por encima de el objetivo que España debería alcanzar, pero de nuevo tres menos de lo que estimaba en febrero. Así, el país cerraría el próximo ejercicio por debajo del tope que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento -el citado 3 %-, con lo que de todos modos cumpliría y saldría de la zona de riesgo. Esto podría permitir a Bruselas, nueve años después, cerrar el expediente abierto a España en 2009 por acumular un déficit excesivo.

Los riesgos que podrían lastrar la economía española son principalmente externos, como el impacto de las políticas de Donald Trump o del Brexit, entre otras cuestiones. En cambio, Bruselas espera que si llega alguna sorpresa “interna”, sea positiva y permita elevar una vez más sus previsiones de crecimiento. En concreto, recalca la importancia del “factor confianza”, que alimenta el consumo interno gracias al crecimiento de la economía y del empleo.

Un crecimiento mayor del esperado

La Comisión Europea, que tradicionalmente es menos optimista que el Gobierno español en sus previsiones, sorprende esta vez: espera un crecimiento del 2,8 %, por encima del 2,7 % que se baraja en Madrid. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, ya había anticipado en la Cadena Cope que Bruselas elevaría sus cálculos en “medio punto” y así ha sido: hasta ahora estimaba que la expansión sería del 2,3 %. El ministro ha ido más allá, al augur que, en realidad, la economía española podría superar todas las previsiones y crecer a tasas similares a las registradas en los dos años anteriores, es decir, por encima del 3 %.

Esto pone a España, a la cabeza de las potencias europeas: crecerá este año más de un punto por encima de Francia (1,4 %) y Alemania (1,6 %), y casi dos más que Italia (0,9 %).

A los ojos de Bruselas, durante 2018 la economía española seguirá en expansión, aunque a un ritmo más moderado: 2,4 % del PIB, también tres décimas más de lo previsto en febrero.

Los salarios pierden poder adquisitivo

Las estimaciones de Bruselas anticipan que los salarios perderán poder adquisitivo durante los dos próximos años, ya que las subidas de sueldos se quedarán por debajo de los precios. La Comisión estima que la remuneración por asalariado (equivalente a tiempo completo) aumentará un 1% en 2017 y un 1,3% en 2018. De cumplirse estas previsiones, la retribución crecerá a un ritmo inferior al IPC, que avanzará un 2% este ejercicio y un 1,4% en 2018. La pérdida de poder adquisitivo será más relevante este año, ya que se situaría en torno al 1% de la remuneración. Esta estimación va en línea con la que hacen otros organismos y se asienta, principalmente, en que la revisión de muchos convenios sectoriales no tiene que producirse hasta el próximo ejercicio.

Bruselas estima que la creación de empleo será más lenta de la que prevé el Gobierno, lo que pone en peligro el objetivo del Gobierno de alcanzar los 20 millones de empleos en 2020. El Ministerio de Economía estima que el empleo crecerá un 2,5% este ejercicio y un 2,4% en 2018, dos y tres décimas más optimista que la Comisión Europea. La consecuencia es que la tasa de paro se quedará en el entorno del 16% al final del periodo, casi medio punto por encima de lo que prevé el Ejecutivo.

El motor del consumo privado se ralentiza

El consumo seguirá siendo el mayor respaldo del crecimiento español, aunque éste se verá afectado por la ralentización de la creación del trabajo y el precio del petróleo se eleva. Pese a este ritmo más lento, Bruselas mejora en una décima sus previsiones de paro para éste y el próximo año. Cree que caerá dos puntos durante 2017, hasta el 17,6 %. Desde ahí, si todo sigue como hasta ahora, se llegará a un 15,9 % en 2018, la mejor tasa de desempleo en el país desde 2009. No obstante, España sigue siendo el segundo país con más parados en la Unión Europea, solo por detrás de Grecia (22,8 % y 21,6 %, respectivamente).’

Bruselas espera que la construcción insufle un soplo de aire fresco a la inversión, después de su débil crecimiento en la segunda mitad de 2016.

La deuda también se reduce

Bruselas mejora también sus expectativas sobre la evolución de la deuda pública española, que hace tres meses esperaba que volviera a superar la barrera psicológica del 100 % del PIB -como ya sucedió en 2014. La Comisión apunta a que el crecimiento nominal permitirá a España reducir esta carga, pese a que su déficit estructural -el que no tiene en cuenta los eventos cíclicos y se utiliza para medir los esfuerzos presupuestarios emprendidos por un Gobierno- empeoró en 2016, solo mejorará “marginalmente” este año y se mantendrá estable el siguiente. Así, la deuda bajará al 99,2 % este año y al 98,5 % el siguiente.

España se va a quedar este año a un paso de cumplir sus objetivos de disciplina fiscal. Así lo afirma la Comisión Europea en las nuevas previsiones macroeconómicas que publicará mañana, según ha podido saber El Confidencial. Así que aunque hace tres meses las cosas pintaban peor para España, Bruselas no pedirá más ajustes salvo que haya una “mala sorpresa”.

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