La creación de empleo se acelera con 658.387 nuevos cotizantes más que hace un año

La economía española continúa creando empleo de forma abundante. En concreto, en abril el número de cotizantes a la Seguridad Social creció en 212.216 nuevos afiliados. Lo relevante no es sólo la cifra -la más elevada de la serie histórica en ese mes-, sino el hecho de que la tasa anual (los últimos doce meses) se ha acelerado hasta el 3,7%.

Se trata del mayor ritmo desde el comienzo de la recuperación, lo que ha permitido al sistema público de protección social recuperar ampliamente los 18 millones de cotizantes. En concreto, 18,12 millones, Eso quiere decir que el empleo, medido en términos de afiliación, ha vuelto a niveles del año 2009. Por lo tanto, la economía española, una década después, todavía está lejos de recuperar los niveles de empleo previos a la crisis.

Para hacer una idea del actual ritmo en la creación de puestos de trabajo hay que tener en cuenta que el mayor incremento de cotizaciones de la serie histórica en un mes de abril se produjo en 2005, pero entonces apenas se llegaron a 144.919 afiliados- Es decir, 67.297 menos que en 2017, lo que da idea de la importancia del dato conocido este jueves.

Detrás de estos registros se encuentra, sin duda, la ocupación relacionada con la Semana Santa -turismo y hostelería-, lo que refleja el acelerado proceso de terciarización de la economía española, cada vez más dependiente del sector servicios. En abril, de hecho, la hostelería generó 96.069 nuevos contratos, lo que supone el 45% del empleo creado ese mes.

Más empleo con menos crecimiento

El comercio, por su parte, también muy relacionado con la hostelería y el turismo, generó casi 20.000 nuevos cotizantes. En total, y respecto de hace un año, la Seguridad Social ha visto como ha crecido la ocupación en 658.387 nuevos afiliados. Hay que remontarse a los años anteriores a la crisis (cuando la economía crecía por encima del 4%) para encontrar datos tan positivos. Con la diferencia de que ahora el PIB está creciendo en torno al 3%.

Es decir, se crea más empleo (independientemente de su calidad) con menor crecimiento. Sólo en 2006 se ganó a esa cifra (964.846 nuevos cotizantes), pero hay que tener en cuenta que ese año se produjo una amplia regularización de inmigrantes.

El empleo que se está creando afecta, fundamentalmente, al régimen general, el más numeroso y el más relevante, ya que incluye a los asalariados, con un avance anual de nada menos que del 4,6%. Por el contrario, el empleo entre los trabajadores por cuenta ajena continúa perdiendo peso en la ocupación, y avanza apenas el 0,9% en los últimos doce meses.

Detrás de este proceso se encuentra el hecho de que al acabar lo más duro de la crisis, muchos ‘falsos autónomos’ han vuelto a darse de alta en el régimen general, lo que indica una normalización de las relaciones laborales. Durante la crisis, muchas empresas optaron por contratar a trabajadores que en realidad eran asalariados como autónomos para no hacerse cargo del coste de la Seguridad Social.

Esta evolución del empleo ha permitido una ligera mejora de la ratio cotizantes/pensionistas, que es la clave del sistema de reparto, como es la Seguridad Social. Se sitúa actualmente en 2,28 afiliados por cada pensionista, después de haber bajado en los peores momentos de la crisis hasta 2,25 veces.