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"La UE debe dar imagen de vencedor en la negociación del Brexit si quiere subsistir"
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Mesa redonda de El confidencial y garrigues

"La UE debe dar imagen de vencedor en la negociación del Brexit si quiere subsistir"

Las empresas temen no sólo las consecuencias del Brexit sino el potencial deterioro que se derive de la incertidumbre que genere una negociación que no se sabe cuándo acabará

Foto: Mesa Redonda organizada por El Confidencial y Garrigues.
Mesa Redonda organizada por El Confidencial y Garrigues.

El Reino Unido está a las puertas de entrar en un laberinto del que nadie sabe cómo y cuándo saldrá. De las pocas certezas que existen es que el 29 de marzo, la 'premier' británica, Theresa May, debe invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa que decreta la salida de su país de la Unión Europea. Será a partir de entonces cuando se abra un periodo de negociación de dos años para que materialice el Brexit. Por ello, cobra espcial relevancia el encuentro de empresas españolas y el servicio diplomático inglés organizado por El Confidencial y Garrigues.

Más allá de la fecha anunciada este lunes, del reto que aprobó en las urnas el pueblo británico el 23 de junio de 2016 poco más se sabe. Y esta incertidumbre es precisamente lo que le afearon las compañías españolas al servicio diplomático inglés, obligado a dar la cara ante sus socios comunitarios en los últimos meses. En este debate, el ministro consejero de la Embajada de Reino Unido en España, Tim Hemmings, aguantó el chaparrón y reivindicó el buen desempeño que está mostrando pese a todo la economía británica. Pero la labor diplomática y el histórico pragmatismo del que siempre ha hecho gala el pueblo británico ("queremos el mejor acuerdo para las dos partes", destacó) se queda corto ante la dimensión del desafío que se presenta, máxime cuando una "activa prensa británica" echa por tierra cualquier intento por apaciguar los ánimos.

Para José Miguel Alcolea, socio de procesal de Garrigues, la gestión de este asunto por parte de la autoridades del país "ha fallado estrepitosamente". Para el experto, la falta de cálculo en el referéndum, que se saldó con una mayoría del 52% de los votos a favor de abandonar la Unión Europea, "ha sumido a las islas en una improvisación en la que aún está inmersa". "No había plan B", subraya este abogado.

La 'chief economist' de Banco Sabadell, Sofía Rodríguez, pone el foco sobre el desarrollo de los plazos de la negociación. "La buena noticia es que el PIB se ha mantenido, pero tarde o temprano el lastre del crecimiento va a llegar, por lo que generar certezas en la negociación y transición es clave". Y es que el crecimiento no lo es todo, la fuerte devaluación de la libra sufrida en el último año ha provocado que las presiones inflacionistas cada vez sean más acusadas.

Rodríguez recuerda que Reino Unido es un país con déficit por cuenta corriente, lo que significa que es dependiente de la financiación exterior. "Si se prolonga la incertidumbre y empieza a haber indicadores de deterioro económico, podrían generarse problemas" sostiene. Y es que un declive en el tono económico general del país es uno de los mayores riesgos para la filial de Banco Sabadell en UK, TSB, banca doméstica centrada en el cliente minoritario. "En 2012 ya vimos en España como es posible que un país desarrollado se produzca una salida masiva de capitales, por lo que no es algo descartable", concluye.


En esta misma línea crítica se mostró Rafael González Gallarza, socio del departamento de Derecho Mercantil de Garrigues, quien considera que en este proceso de negociaciones que ahora se abrirá entre la UE y Gran Bretaña un "Brexit de colisión es una opción respetable", por lo que cree que sería un error caer en el "buenismo".

González Gallarza cree que la Unión Europea tiene que dar a entender que la salida de la UE no puede ser una opción igual de buena que la permanencia, dados los movimientos euroscépticos crecientes en otras partes del Viejo Continente. Ahora se las van a ver en el cuadrilátero dos púgiles con vicisitudes políticas internas que resolver. Para Europa son claves las elecciones de Francia y Alemania de este 2017. "La UE debe dar imagen de vencedor en la negociación del Brexit si quiere subsistir" y añade "en este proceso Bruselas necesita reforzar la unión dentro de Europa".

El reto no es menor dentro del Reino Unido. Theresa May ya tiene encima de la mesa un segundo referéndum de independencia por parte de Escocia, que esgrime precisamente el argumento del cambio de estatus que supone el Brexit para volver a sacar las urnas. Por si esto fuera poco, el abandono de Europa ha reavivado las tensiones en Irlanda del Norte, lugar que está viviendo una petición masiva de pasaportes de sus ciudadanos para poder ser parte a la República y seguir perteneciendo a la UE, y ve como un lastre para sus intereses el abandono de Europa, como así lo demuestran incluso los unionistas del DUP. Con todo, concluye el socio de Garrigues González Garrlaza, "tenemos una ecuación imposible".

Todo este maremagnum de intereses contrapuestos es lo que genera incertidumbre y deja sin concreción algunos asuntos importantes. La experta del Sabadell recuerda que todo esto supone un gran lastre para la banca internacional, que es posible que no pueda esperar a que todo esto se resuelva, con lo que con el Brexit también está en juego el papel de la City de Londres, epicentro de financiación mundial que cada vez está más cuestionado. Sin un horizonte claro para las licencias y pasaportes internacionales de la gran banca, muchos ya están explorando la posibilidad de deslocalizar alguna parte de su actividad.

Como corolario de todo lo anterior, ya hay consecuencias para las empresas españolas. Aitor Galarza, director económico-financiero y de estrategia de CAF señala que "la incertidumbre cuesta, como así lo demuestra el mayor interés que se paga en los seguros de cambios de divisas y otras cuestiones que empañan la falta de un horizonte despejado". Construcciones y Auxiliares de Ferrocarriles (CAF) mantiene altas sus expectativas en Reino Unido, donde acumula un 25% del total de su actividad y confía en seguir consolidando su posición en ese país por las expectativas que ofrece su sector en las islas.

Sin embargo, pone dos cuestiones sobre la mesa que podría afectar a su negocio. Por un lado, está el mantenimiento de la libre participación en los concursos de infraestructuras del país. Hasta ahora, afirma Galarza, han sido procesos despolitizados y de libre concurrencia donde no han existido discriminación para las empresas extranjeras ni injerencias políticas. La otra cuestión preocupante es la situación del mercado laboral. Theresa May ha puesto una línea roja sobre esta cuestión. Para 'Downing Street', el control de la inmigración europea será una cuestión prioritaria, aunque eso le cueste al país salir del mercado único, principal fuente de comercio del Reino Unido. Así lo confirma la embajada británica, que no ofrece más detalles en este sentido.

Foto: La primera ministra del Reino Unido, Theresa May. (Reuters)

Como cierre, Banco Sabadell espera que no se tomen "soluciones de esquina, es decir, decisiones unilaterales drásticas como convertir al Reino Unido en un paraíso fiscal o un territorio de baja regulación", una carta de negociación que ya ha mostrado May para advertir a sus socios comunitarios. Desde Garrigues, apelan a uno de los valores más respetados por los británicos como es la seguridad jurídica. A pesar de ello, la mayoría de cuestiones son interrogantes que desde el servicio diplomático no pueden ofrecer respuesta. El desarrollo de las negociaciones, que serán pilotadas por Michel Barnier del lado de la UE y Boris Johnson en la posición de UK, añade más leña al fuego dado el perfil de los contrincantes, propicios al choque y vistos con desconfianza en las filas enemigas. La partida está a punto de empezar.

El Reino Unido está a las puertas de entrar en un laberinto del que nadie sabe cómo y cuándo saldrá. De las pocas certezas que existen es que el 29 de marzo, la 'premier' británica, Theresa May, debe invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa que decreta la salida de su país de la Unión Europea. Será a partir de entonces cuando se abra un periodo de negociación de dos años para que materialice el Brexit. Por ello, cobra espcial relevancia el encuentro de empresas españolas y el servicio diplomático inglés organizado por El Confidencial y Garrigues.

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