Los estibadores irán a la huelga durante nueve días si Fomento no retrasa la reforma

Sin acuerdo y de vuelta a la huelga. Los estibadores pararán los puertos dentro de dos semanas si Fomento no retrasa el Real Decreto Ley que iba a aprobar este viernes en el Consejo de Ministros. “Ya hemos hecho efectivo el preaviso de huelga: tres días por semana (lunes, miércoles y viernes) a partir del 6 de marzo”, ha señalado el secretario general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya, al término de la reunión que ha mantenido hoy con la patronal Anesco y el Ministerio de Empleo.

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Marina Valero

Empleo ya anunció que actuará exclusivamente como mediador a través de Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social, mientras que Fomento ya dejó claro que en principio no tocaría una coma del texto que va a presentar este viernes. Ambas ideas han disgustado a los representantes de los estibadores, que se preguntan para qué se ha dado una semana más de margen -a cambio de que se cancelasen los paros previstos para esta semana- si no era para plasmar el fruto de estas negociaciones en el Real Decreto Ley. “Lo han tratado como si fuera un conflicto entre las empresas y los estibadores, cuando es el gobierno quien genera el conflicto con la aprobación de la reforma”, plantea Goya.

No obstante, tanto la patronal como los sindicatos retomarán mañana las negociaciones. Por la mañana se reunirán por separado con Empleo para volverse a juntar todos a las cuatro de la tarde. Sendas reuniones no servirán para desconvocar las huelgas a menos que Fomento retrase la aprobación del Real Decreto y el departamento dirigido por Fátima Báñez cambie de actitud y participe activamente en la mesa, como reclaman los estibadores.

[¿Qué hacen y quiénes son los estibadores?]

La Coordinadora reclama un compromiso para mantener tanto el empleo actual como las condiciones laborales. También busca que se garanticen unos requisitos mínimos de formación para los nuevos trabajadores, aunque no deja claro cómo se articularía este supuesto. “No puede ser que quites a una persona con varios años de antigüedad y pongas a otro mucho más barato. Eso es lo que quieren hacer”, sostienen fuentes del sindicato.

Fomento ya pasó la pelota al Ministerio de Empleo al considerar que estos aspectos pertenecen al ámbito de la negociación colectiva. Íñigo de la Serna dio una semana más de margen a cambio de que los estibadores desconvocaran las huelgas que estaban previstas el 20, 22 y 24 de febrero, si bien hasta ahora se ha negado a incorporar los acuerdos que salgan de las reuniones de esta semana al texto que irá al Consejo de Ministros.

El director general de la patronal de empresas portuarias Anesco, Pedro García Navarro, ha lamentado la decisión de la Coordinadora de convocar nuevos preavisos de huelga. El Gobierno recuerda que España está bajo amenaza de una multa que ya asciende a 21 millones de euros tras la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia, que insta a liberalizar el sector. De hecho, a menudo insiste en que la reforma de la estiba “no es una decisión política”, sino que viene impuesta desde Bruselas.

Los estibadores temen que se aproveche dicha sentencia para mermar unas condiciones laborales que muchos consideran privilegiadas -con sueldos que alcanzan o superan los 68.000 euros anuales en algunos casos- y acabar con la presión sindical. “A algunos les revienta tener que lidiar con un sindicato que defiende a sus trabajadores”, deslizan. Incluso hablan de “ERE encubierto”.

¿Plantillas sobredimensionadas?

Anesco, por su parte, ve “indispensable” que las empresas estibadoras puedan desarrollar “de forma real y efectiva” la dirección, organización y control de sus trabajadores, como ocurre en el resto de sectores. “Resulta necesario que las compañías puedan decidir libremente los trabajadores que contrata y cómo los organiza”, añade en un comunicado. Y considera que existe margen para “mejorar el dimensionamiento de algunas plantillas en el marco de un plan de reestructuración del sector”.

En cuanto a la formación, defiende la igualdad de oportunidades para que cualquier ciudadano pueda acceder a una profesión tradicionalmente cerrada, plagada de nepotismo y reservada a los hoy inscritos en las Sociedades Anónimas de Gestión de Trabajadores Portuarios (Sagep).

La patronal ha vuelto a denunciar hoy que estos últimos días se han producido más huelgas encubiertas y bajadas injustificadas de la productividad sobre todo en los puertos de Valencia, Alicante y Cádiz. Estiman una reducción del ritmo de trabajo del 23%, lo que estaría causando “graves perjuicios” tanto a las empresas como a los usuarios.