El desglose de la amnistía fiscal: uno de cada cuatro euros aflorados era dinero en efectivo

Las cifras gruesas se conocían, pero no así el detalle. Hasta hoy. La amnistía fiscal impulsada en abril de 2012 por el primer Gobierno de Rajoy tuvo una especial incidencia en la regularización de dinero en efectivo opaco a la Agencia Tributaria. En concreto, las 30.000 personas que presentaron el modelo 750 declararon un total de 2.790 millones de euros en billetes y monedas, siendo la segunda partida más importante, solo por detrás de los depósitos en cuentas bancarias (4.233 millones).

Los datos proporcionados por la Agencia Tributaria a El Confidencial en virtud de la Ley de Transparencia evidencian el peso del dinero en efectivo sobre los 12.000 millones de euros aflorados con la Declaración Tributaria Especial, al representar el 23,4% de esta cantidad. Este porcentaje es mayor que los fondos opacos invertidos en sociedades (2.381 millones, un 20%). La suma del dinero en cuentas corrientes, en efectivo y en empresas supone ocho de cada 10 euros declarados en la amnistía fiscal.

La relevancia de los billetes en el modelo 750 no sorprende a José Luis Groba, presidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE). “Hasta hace poco, el dinero B se tenía en efectivo, en cajas de seguridad o directamente en casa. Apenas se invertía en bienes tangibles porque así era más fácil de detectar”, explica Groba. Y añade: “El dinero en efectivo tiene menos riesgo de ser detectado por Hacienda”. Esta explicación se encuentra detrás de la gran diferencia entre los 2.790 millones en efectivo y los 93 millones en bienes inmuebles regularizados con la Declaración Tributaria Especial.

La posibilidad de regularizar dinero en efectivo mediante la amnistía fiscal se incluyó a última hora en la orden ministerial que desarrollaba el modelo 750. “Había que recaudar como fuera. Por ello, el Gobierno fue dulcificando la amnistía para que fuera más favorable a los defraudadores”, sostiene Groba, al tiempo que asegura que en su momento percibió “un empujón” en la presentación del modelo 750 a raíz de esta medida. En noviembre de 2012, el Gobierno de Rajoy prohibiría el pago en efectivo de cantidades superiores a 2.500 euros.

Pese a los intentos de ampliar el efecto de la amnistía fiscal, la medida no alcanzó las previsiones de recaudación del ministro Cristóbal Montoro, fijadas en los 2.500 millones de euros. Finalmente, el Gobierno de Rajoy logró recaudar 1.194 millones —menos de la mitad de lo previsto— tras la presentación de la Declaración Tributaria Especial por parte de 29.065 personas y 618 empresas. Entre los nombres que han salido a la luz tras acogerse a la amnistía fiscal, se encuentran el exvicepresidente Rodrigo Rato, la mujer del comisario europeo Miguel Arias Cañete, el expresidente de la empresa pública Defex o el sindicalista asturiano José Ángel Fernández Villa.

Como complemento a la amnistía fiscal, la Agencia Tributaria instauró la declaración de bienes y derechos en el extranjero, el modelo 720. Los últimos datos de este trámite sitúan en 97.700 millones de euros en 2015 el patrimonio de los españoles en otros países, tras haber sido presentada esta declaración informativa por más de 175.000 contribuyentes. Uno de cada tres euros declarados se encuentra en Suiza y Luxemburgo, mientras que los bienes acumulados en otros paraísos fiscales, como Andorra, Panamá, Liechtenstein y Bahamas, han descendido drásticamente desde la implantación del modelo 720.