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Trump pilla al Gobierno a contrapié y le obliga a forjar un nuevo relato antipopulista
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EL EJECUTIVO REDEFINE LA ESTRATEGIA

Trump pilla al Gobierno a contrapié y le obliga a forjar un nuevo relato antipopulista

Los asesores de Rajoy redefinen su estrategia para evitar que la inesperada victoria de Trump se convierta en un argumento a favor de la oleada populista en toda Europa

Foto: El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy en el Consejo Europeo de Bruselas. (EFE)
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy en el Consejo Europeo de Bruselas. (EFE)

La inesperada victoria de Donald Trump también ha sido toda una sorpresa para el recién formado Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, y según aseguran fuentes cercanas al Ejecutivo, buena parte de sus miembros ya daban por sentado -sotto voce, eso sí- que la ganadora sería la aspirante demócrata, Hillary Clinton.

Contra todo pronóstico, el magnate neoyorquino rompió ayer los esquemas de políticos españoles de todo color. Fue el caso de la socialista Susana Díaz, que recibió los resultados como "una amenaza para la convivencia”. Hubo más declaraciones en este mismo sentido. Sin embargo, como no podía ser de otra forma, el recién nombrado Ejecutivo español se mostró más cauto. El presidente y sus compañeros de equipo, obligados por mandato de la 'realpolitik', están obligados ahora a redefinir su discurso contra los populismos.

Por tanto, templanza, buenas palabras, mejores deseos y sinceras felicitaciones. Lo primero que hizo ayer Mariano Rajoy tras conocer el triunfo de Trump fue darle la enhorabuena en un tuit y confiar en que “la etapa que ahora se inicia sirva para consolidar y reforzar el rol de EEUU como socio indispensable y aliado estratégico para España”. Algo parecido decía en paralelo Alfonso Dastis, ministro de Asuntos Exteriores, tras justificar de alguna forma las baladronadas lanzadas por el empresario americano. Las convirtio en meras afirmaciones “que han podido sorprender en un momento u otro”.

Y es que los asesores de Rajoy están improvisando un discurso orientado a contemplar la botella medio llena, un relato edificante que permita evitar una percepción negativa sobre el próximo inquilino de la Casa Blanca. Todo sea para que lo ocurrido en Estados Unidos no se convierta en un argumento a favor de la oleada populista que recorre Europa en estos momentos y que no queda en España sin representación.

Toca hilar fino para evitar que el ascenso de Trump se les vuelva en contra, algo nada fácil en un momento en el que el PSOE, Ciudadanos y especialmente Podemos se esmeran en echar leña al fuego para censurar la política estadounidense y utilizar al nuevo presidente de Estados Unidos como arma arrojadiza contra Rajoy. Lo mismo sucede a la inversa. El fuego cruzado entre partidos no cesa, si bien los populares procurarán mantenerse al margen en un discurso moderado para intentar salir ilesos.

Mientras tanto, Marine Le Pen en Francia, Nigel Farage en Reino Unido, Gert Wilders en Holanda y Viktor Orban en Hungría se frotan las manos ante el éxito de quien podría ser su antecesor en el trono de los populistas. A la líder del Frente Nacional francés le ha faltado tiempo para salir a celebrar los resultados de las elecciones estadounidenses con una comparecencia pública. Es importante recordar que las elecciones que decidirán el futuro de su país están a la vuelta de la esquina.

No es la única inquietud que deslizan en el Ejecutivo. No en vano fuentes próximas al Gobierno comparan la victoria de Trump con una nueva prueba de fuego equivalente al Brexit, repleta de incertidumbres que no solo pueden tener impacto en los mercados. En el fondo de la cuestión, se observa a Trump como un advenedizo del mundo de los negocios que puede socavar los cimientos sobre los que se ha sostenido la política exterior y económica de EEUU desde la Segunda Guerra Mundial.

Defensa de Putin

El repliegue de las tropas estadounidenses en zonas de conflicto, la anunciada retirada de apoyo a la OTAN o la encendida defensa de Putin traerán un cambio profundo en las relaciones geopolíticas y preocupan tanto a España como al conjunto de Europa, no sin motivos.

Si se pone en foco en lo estrictamente económico, las perspectivas de una subida de tipos de interés en EEUU antes de finales de año tampoco son muy halagüeñas, sobre todo teniendo en cuenta que la recuperación de la crisis en el país ha sido la más lenta desde la Gran Depresión de los años 30. En el Gobierno no descartan que Estados Unidos pueda entrar en recesión a lo largo de 2017, con los riesgos para el resto del planeta que eso implica.

El 'sudoku' de Trump, que vincula un incremento del gasto público y la mejora del estado de bienestar con una bajada generalizada de impuestos, es difícilmente asumible para la política económica más ortodoxa que ha sido auspiciada en la Unión Europea. A esto se suman los efectos del más que previsible bloqueo del TTIP, dada la poca simpatía que este tratado entre la UE y EE.UU despierta en el magnate reconvertido a político.

La inesperada victoria de Donald Trump también ha sido toda una sorpresa para el recién formado Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, y según aseguran fuentes cercanas al Ejecutivo, buena parte de sus miembros ya daban por sentado -sotto voce, eso sí- que la ganadora sería la aspirante demócrata, Hillary Clinton.

Mariano Rajoy Hillary Clinton
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