Adiós a la Gran Recesión: el uso del aparato productivo recupera niveles precrisis

Ocho años. Exactamente, ese el tiempo que ha tardado la industria española en recuperar su actividad productiva en relación con la capacidad instalada. En concreto, y según los datos del Ministerio de Industria, la utilización de la capacidad productiva se ha situado en el 78,2% en el segundo trimestre de este año. Es decir, ya cerca del 80,1% que se registró en 2008, que marca el punto álgido de la actividad industrial en media anual y no trimestral.

Desde entonces, el uso de la capacidad instalada se fue desmoronando en coherencia con el deterioro de la situación económica. Hasta alcanzar un mínimo del 71,1% en 2009, el año de la Gran Recesión. El avance ha sido especialmente intenso a partir del tercer mes del segundo trimestre de 2013, que se puede considerar el comienzo de la recuperación en la industria. En ese momento, se situaba en el 73,1%, muy por debajo de la media histórica.

La recuperación ha sido especialmente intensa en el sector de los bienes de inversión, donde se alcanza el 80,2%, mientras que en el caso de los bienes de consumo el uso de la capacidad instalada se sitúa en el 75,4%.

Pese a la recuperación de los últimos dos años, lo cierto es que el nivel de utilización del aparato productivo es todavía inferior al que existe, de media, en la zona del euro, donde se alcanza un 81,4% una vez corregidos los factores estacionales.

La utilización de la capacidad productiva, como se sabe, es un indicador clave para medir el grado de funcionamiento de la industria, lo que significa que en estos momentos algo más del 20% de la capacidad instalada está todavía ociosa.

Los datos más recientes ofrecen una señal mixta. Mientras que el Índice de Entrada de Pedidos en la Industria muestra datos positivos, la cifra de negocios se deteriora. Según Economía, los nuevos pedidos repuntaron en mayo, registrando un incremento interanual del 1,9%, con series corregidas de calendario, frente al retroceso del 1% del mes anterior. Este avance se explica por el tono fuertemente expansivo del componente de bienes de equipo, cuya tasa interanual superó el 23% (9,2% en abril), compensando el descenso de la energía (-27,9%) y de los bienes intermedios (-7,4%), así como la desaceleración de décimas de los bienes de consumo, tres décimas hasta el 2,1%.

Los datos recientes dan una señal mixta. Mientras el Índice de Entrada de Pedidos en la Industria muestra datos positivos, la cifra de negocios se deteriora

Con series corregidas además de estacionalidad, el IEPI general aumentó un 3,3% en mayo respecto a abril, más del doble que en este último mes.

Bienes de equipo y de consumo

Por el contrario, el Índice de Cifra de Negocios en la Industria (ICNI) mostró una evolución más contractiva en mayo, registrando una caída interanual del 4,1%, con series corregidas del efecto calendario, 3,2 puntos superior a la del mes previo. En el desglose por grupos, los bienes de equipo y de consumo presentaron tasas interanuales positivas (1,6% y 1,4%, respectivamente), si bien 11,2 y 0,4 puntos inferiores a las del mes anterior. Entre los restantes grupos, la mayor caída correspondió a la energía (-27,7%), seguida de los bienes intermedios (-6,9%).

El clima industrial, en todo caso, se muestra muy estable. En junio de 2016, el saldo del indicador de clima industrial (ICI) se situó, tras corregir los datos de variaciones estacionales, en ‐1,2 puntos, como aseguran los servicios técnicos del Ministerio de Industria.

Este valor es superior en 1,8 puntos al del mes anterior, si bien se sitúa 2,3 puntos por debajo del registrado en junio de 2015. Con este ligero ascenso mensual, el clima industrial continúa mostrando “cierta estabilidad” tras haber caído ligeramente desde mediados de 2015. Los niveles actuales del indicador son similares a los niveles precrisis (primavera de 2008) y se sitúan por encima de su media a largo plazo (‐8 puntos).