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El bono español paga menos que el italiano por primera vez desde julio tras el 26J
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reacción de los mercados a las elecciones

El bono español paga menos que el italiano por primera vez desde julio tras el 26J

La resaca electoral no fue dulce para el Ibex, pero sí para la deuda española. El mercado confía en la formación de gobierno y, por ahora, aparca la prima de riesgo política

Foto: Imagen de los líderes del PP, con Rajoy en el micrófono, celebrando el triunfo el domingo en la sede de Génova. (EFE)
Imagen de los líderes del PP, con Rajoy en el micrófono, celebrando el triunfo el domingo en la sede de Génova. (EFE)

La resaca electoral está siendo de lo más dulce para la deuda pública española. La posibilidad de que la victoria obtenida por el Partido Popular (PP) facilite la formación de gobierno y el resultado de Unidos Podemos (UP), inferior a lo reflejado en las encuestas y tranquilizador para los mercados financieros, se reflejan con claridad en el comportamiento de los bonos españoles, premiados con compras por parte de los inversores.

Como consecuencia, la rentabilidad del bono español a 10 años, que baja cuando el precio de los títulos sube, desciende del 1,63% al 1,45%. En paralelo, el rendimiento de los bonos italianos a una década, aunque también caen, lo hacen con menos intensidad y pasan del 1,56% al 1,50%. De este modo, y por primera vez desde julio de 2015, los bonos españoles ofrecen un interés inferior al de los bonos italianos. O lo que es lo mismo, la deuda italiana pasa a cotizar con prima sobre la española.

La connotación política de este vuelco se apoya en otro dato: esa diferencia de 5 puntos básicos -o 0,05 puntos porcentuales- a favor de España es la mayor desde la última semana de mayo de 2015. Es decir, desde que el resultado de las elecciones municipales, celebradas el 24 de mayo, evidenció el complejo mapa político que se estaba configurando en España e incorporó una prima de riesgo política a la deuda española.

La connotación política de este vuelco se apoya en otro dato: esa diferencia de cinco puntos es la mayor desde las elecciones municipales del 2015

La mejoría de la percepción con respecto a la deuda española tras los datos del 26J se observa igualmente en los títulos a cinco años. El rendimiento de los españoles baja al 0,43% y el de los italianos se sitúa en el 0,45%. Como en el caso de sus 'hermanos mayores', tampoco ocurría desde julio de 2015.

Este comportamiento muestra el alivio inicial con el que los inversores han acogido los resultados. Fuentes del mercado confirman esta impresión y la vinculan con la posibilidad de que la victoria del PP acerque la formación de gobierno, una incertidumbre que en los últimos meses ha pesado en los bonos españoles. También baja enteros lo que el mercado consideraba una amenaza, consistente en que UP hubiera logrado un resultado mejor que le abriera las puertas de La Moncloa. Esas mismas fuentes, eso sí, matizan que la primera respuesta del mercado se disipará rápidamente si las negociaciones para formar gobierno se demoran o se complican más de lo que han empezado descontar el mercado.

Relevos constantes

Desde el estallido de la crisis en el verano de 2007, los adelantamientos de los rendimientos de los bonos españoles e italianos han sido constantes. Hasta 2009, la deuda española pagó menos, y en los meses posteriores a la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, su rentabilidad estuvo más de 50 puntos básicos por debajo de la italiana, la mayor brecha que se había visto hasta entonces desde el nacimiento del euro en 1999.

En sus peores momentos, los bonos italianos llegaron a pagar 200 puntos básicos más que los españoles; y los españoles, 116 puntos más que los italianos

El primer vuelco importante se produjo en la primavera de 2010, cuando Grecia pidió el primero de los tres rescates que ya ha solicitado e inició la denominada crisis de la deuda periférica, luego ampliada a crisis del euro. Durante la mayor parte de 2010 y hasta finales de agosto de 2011, España pagó una prima con respecto a Italia, con una diferencia que alcanzó incluso los 90 puntos básicos.

En septiembre de 2011 de nuevo la percepción del mercado cambió con fuerza. Grecia, Irlanda y Portugal ya habían pedido asistencia financiera y todas las miradas se fijaban ahora en Italia. En noviembre, Sivio Belusconi presentó su dimisión como primer ministro y fue relevado por el tecnócrata Mario Monti. En medio de este ajetreo político, la rentabilidad de los bonos italianos llegó a superar el 7% y superó a la de los españoles en 202 puntos básicos -o 2,02 puntos porcentuales-.

La situación, sin embargo, se invirtió en cuestión de meses. Ya con Mariano Rajoy en La Moncloa, en 2012 la atención se centró definitivamente en España. Y los hechos dieron la razón al mercado, puesto que en mayo se desató la crisis de Bankia con la dimisión de Rodrigo Rato, en junio España pidió el rescate bancario y en julio lo rubricó en un Memorándum de Entendimiento. Entonces fueron los bonos españoles a 10 años los que superaron el 7% y los que llegaron a abonar hasta 116 puntos básicos más que los italianos. Solo las históricas palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que el 26 de julio se comprometió a "hacer lo que sea necesario para salvar el euro", aliviaron esa presión sobre los bonos españoles y periféricos.

Desde entonces, los relevos se han sucedido, pero con oscilaciones ya menos pronunciadas y en horquillas inferiores a los 50 puntos básicos en favor de uno u otro bono. En los doce últimos meses, la prima política había penalizado a la deuda española. Ahora el mercado vuelve a mirar con mejores ojos a la española tras el 26J a la espera de que se confirme la formación de gobierno. Y con peores a la deuda italiana por las sospechas que siguen pesando sobre su sector bancario.

La resaca electoral está siendo de lo más dulce para la deuda pública española. La posibilidad de que la victoria obtenida por el Partido Popular (PP) facilite la formación de gobierno y el resultado de Unidos Podemos (UP), inferior a lo reflejado en las encuestas y tranquilizador para los mercados financieros, se reflejan con claridad en el comportamiento de los bonos españoles, premiados con compras por parte de los inversores.

Prima de riesgo Bonos del Tesoro Mariano Rajoy
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