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¡Visca Catalunya Lliure… de peajes! PP y CDC pelean ahora por eliminarlos
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Carrera entre El PP y CDC para ver quien libera de pago más autopistas

¡Visca Catalunya Lliure… de peajes! PP y CDC pelean ahora por eliminarlos

Sorprende que compitan por suprimir los peajes, mientras que ERC, el partido que siempre había hecho bandera de eliminar estas vías de pago, se encuentra desaparecido

Foto: Una mujer protesta contra los peajes en una imagen de 2012. (EFE)
Una mujer protesta contra los peajes en una imagen de 2012. (EFE)

Uno de los aspectos menos comentados de esta campaña es el pulso por suprimir las autopistas de peaje en Cataluña como caramelo electoral. Una golosina que se entregará mucho después de las elecciones porque cuando se pueda liberar el primer tramo, el de la AP7 sur, hoy en manos de Abertis, no será hasta 2019. Sorprende porque es una carrera por la derecha, donde compiten PP y CDC, mientras que ERC, el partido que tradicionalmente había hecho bandera de eliminar estas vías de pago, se encuentra desaparecido en este debate.

Abrió fuego el PP con el omnipresente Jorge Fernández Díaz. El ministro del Interior aprovechó una visita a Cataluña, ya en fase preelectoral, para anunciar el fin de la AP7 de pago tal y como la conocemos. El pronunciamiento pasó del todo desapercibido en la prensa catalana, pese a sus importantes implicaciones económicas, ya que la AP7 es el principal activo de Abertis, una empresa catalana, que a partir de esta vía rápida ha construido un imperio que hoy cotiza en el Ibex-35.

Justo una semana después de este anuncio rompebarreras de Fernández Díaz, fue el 'conseller' de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull (CDC), quien se plantó en sede parlamentaria y declaró sin ambages que la Generalitat también se sumaba a esta iniciativa en las autopistas cuya concesión dependía de la Administración catalana. En este caso, se trata de las autopistas C32 y C33 en el Maresme, que unen Mongat y Palafolls y llegan hasta Blanes. Aquí la concesión también es de Abertis, y Rull tuvo que fiar su promesa más a largo plazo a causa del calendario concesional: hasta 2021, a cuyo vencimiento la concesión no sería renovada.

Esta carrera por ver quién libera más peajes sorprende porque el damnificado siempre es el mismo: Abertis, una empresa catalana del entorno de La Caixa, la cual parece perder peso específico precisamente donde antes siempre había sido la lobista más importante. Y porque es la derecha catalana, ya sea españolista o independentista, la que convierte el fin de los peajes en propuesta estrella en una campaña en que la política real destaca por ausencia. Si alguien duda de esto último que se compare el espacio otorgado en los medios de comunicación a los peajes, con, pongamos por caso… Venezuela.

 

Desconfianza mutua

En la carrera entre convergentes y populares por liberar Cataluña del yugo de los peajes coinciden dos formaciones con malas perspectiva para el 26 de junio en Cataluña. La marca convergente Democracia y Libertad podría perder dos diputados. Y el PP quedaría estancado en sus cuatro actuales. En ambos casos, las ofertas alrededor de los peajes parecen el intento desesperado de resucitar cadáveres políticos.

Rull acusó en el Parlament a los representantes del PP de que su oferta carecía de credibilidad porque no contemplaba qué hacer con la reclamación de 1.300 millones que Abertis tiene interpuesta contra el Gobierno central por incumplimientos en volúmenes del tráfico previstos a cargo de la ampliación del tercer carril de la AP7 norte, la que une Barcelona, Girona y la frontera francesa.

Tanto el PP como CDC se acusan mutuamente de hacer electoralismo con las autopistas y creen que el otro será incapaz de cumplir sus promesas

Del mismo modo, el diputado del PP en el Parlament, Alejandro Fernández, recriminó a Rull que lo que estaba planteando como una anulación de peajes en la C32 era “una ampliación de concesión en cubierta que iría a cargo de presupuestos”. Ciertamente, en cualquier caso de anulación total de peajes, los presupuestos públicos han de asumir el mantenimiento de estas vías rápidas que hoy corre a cargo de las concesionarias. De todas maneras, quedó claro que cada partido pensaba que el otro estaba haciendo electoralismo.

Fernández Díaz cuenta con el aval de las encuestas, que si bien son desastrosas en Cataluña, les dan la victoria en el resto de España; y también con el de la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien apoya la iniciativa. Josep Rull, en cambio, camina sobre el alambre, ya que un Gobierno como el catalán que no sabe hasta un día antes si tendrá presupuestos difícilmente puede asumir compromisos sobre lo que hará en… 2021.

Mejor esperar

Rull ha defendido esperar a los calendarios de vencimientos porque liberar ahora Cataluña de todos los peajes que paga –es la comunidad autónoma que más ha recorrido a este sistema de financiar vías rápidas– costaría casi 3.000 millones.

Fuentes del sector de la construcción han lamentado que el debate sobre las autopistas de peaje se plantee en un marco electoral y que no se analice ni desde una perspectiva viaria ni económica, lo que supondría, por ejemplo, mantener un peaje mínimo que permitiese dejar a los presupuestos al margen del mantenimiento de estas vías.

Los peajes en Cataluña siempre han sido muy impopulares. Tienen 37 años de historia y en muchas ocasiones su anulación ha sido una reivindicación típica de ERC que los ha puesto de ejemplo del agravio catalán respecto a España. La novedad esta campaña es que en estos temas ni los republicanos ni En Comú Podem, favorito para ganar los comicios en Cataluña, han dado señales de vida. Son los partidos de derechas y en retroceso demoscópico los que plantean la cuestión, en un intento de recuperar el voto perdido proveniente de clases medias bajas.

Uno de los aspectos menos comentados de esta campaña es el pulso por suprimir las autopistas de peaje en Cataluña como caramelo electoral. Una golosina que se entregará mucho después de las elecciones porque cuando se pueda liberar el primer tramo, el de la AP7 sur, hoy en manos de Abertis, no será hasta 2019. Sorprende porque es una carrera por la derecha, donde compiten PP y CDC, mientras que ERC, el partido que tradicionalmente había hecho bandera de eliminar estas vías de pago, se encuentra desaparecido en este debate.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Autopistas Constructoras Cataluña Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)
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